lunes, 31 de diciembre de 2012

Kit regalo: "Psiquiatría para tod@s"


La psiquiatría trabaja con unidades de análisis clínico llamadas "síntomas". Un síntoma, también conocido como indicio, es una unidad de sospecha sobre la relación entre la conducta de alguien y la aplicación de un diagnóstico, actividad (la de diagnosticar) que irá seguida de la correspondiente prescripción de tratamiento. 

Los síntomas se obtienen de fuentes diversas:

- Autopercepción sintomática: En este caso, es la persona "en síntoma" la que se reconoce como tal, es decir, acude a la consulta del psiquiatra con una valoración previa y subjetiva de que lo que le acontece es tratable por la psiquiatría, puesto que le causa molestias, angustia, incapacidad para desempeñar alguna tarea, sospechas de que coincide con algo que ha leído... los motivos para tener autopercepción sintomática pueden ser variados.

- Valoración clínica: El profesional dictamina síntomas a partir de la observación del sujeto, que está físicamente ante él. Es lo que se llama ojo clínico. El profesional, al ver al sujeto, observa y anota aquello que puede ser sintomático. Puesto que la observación ya se produce en el ámbito clínico, es decir, en la consulta, las probabilidades de que toda anotación tenga relevancia como síntoma se multiplican exponencialmente. Si hablas, lo que dices es un síntoma. Si callas, también.

- Paternalismo familiar: El afán protector de los familiares conduce a menudo a los individuos ante la consulta de un psiquiatra. El relato de los familiares sobre la conducta del sujeto también es una fuente de síntomas. Según criterios ideológicos de relevancia de la estructura familiar, el relato de los familiares puede ser decisivo como fuente de información sintomática, hasta tal punto que la entrevista con familiares, al margen o en ausencia del sujeto, se convierte en herramienta clínica de primer orden. Si hay contradicción entre los relatos familiares y del sujeto "tratable", la ideología de la relevancia de la estructura familiar podrá determinar la validez del criterio. A menudo el criterio de validez (la cualidad de medir correctamente aquello que se pretende medir) a favor del relato familiar, neutraliza, por una posición de poder determinada por el profesional, el relato del sujeto "tratable".

- Denuncia ciudadana: Unas personas cualquiera valoran como "síntoma" una determinada conducta de un semejante, poniendo medios (llamadas a urgencias) para conducir a esa persona ante la presencia de un psiquiatra. A menudo no se trata de conductas delictivas, puesto que se recurríría a las fuerzas del orden, sino de conductas peculiares, poco frecuentes o que causan escándalo y/o preocupación (ir desnudo, gritar, permanecer encerrado en casa, tender la ropa del revés...y un largo etcétera). 

- Derivación desde otro médico: El médico de cabecera, por ser el más frecuente, detecta indicios o síntomas de que allí hay temita, y recomienda al sujeto visitar a un psiquiatra, para que sus indicios, ya en el ámbito clínico psiquiátrico, se explayen a gusto en la observación clínica, y se renombren como síntomas. 

Hay algo curioso en este mapa. Hay menos probabilidades de salir diagnosticado en la modalidad "Autopercepción sintomática" que en cualquiera de las otras. La rumorología del síntoma, resumida en la frase "háztelo mirar", obtiene una gran credulidad clínica, una alta validez. Es el triunfo de la psiquiatría como entretenimiento social, la generalización del ojo clínico, la moda "saca al psiquiatra que llevas dentro". 

Ahora bien, conocer a las personas puede ser muy útil para hacer un mundo mejor. Si tienes "madera de psiquiatra", no te conformes con derivar a uno con título, observa tú, escucha los relatos, presta apoyo, atención, tiempo, "saca a la buena persona que llevas dentro", y espera, quizá, a que la persona "tratable" desarrolle autopercepción sintomática, a que sea ella la que pida ayuda profesional, si tu apoyo, o otros que tenga,  no son suficientes. Aprenderás que el sufrimiento es universal, que no es, por eso mismo, tan diferente a ti. Aprenderás que cada persona es un mundo, a veces lleno de fantasía, o de miedo, o de soledad. Aprenderás que la soledad se cura con compañía, el miedo con apoyo, la fantasía...no tiene cura, pero sí tregua, y reelaboración, e incluso aprovechamiento, cuando va bien conducida, bien comprendida y bien respetada.

Estas navidades, regala el kit "Psiquiatría para tod@s", puedes jugar en pareja o con amig@s, en casa, en los bares, en familia. El kit se presenta en un bonito envoltorio lleno de purpurina, y está compuesto de besos, abrazos, conversaciones sin prisa, proyectos, confidencias, humor, amor y respeto.

PD: El recomendado Kit se encuentra en formato copyleft, ubicado en la cabeza y corazón de cualquiera de ustedes, y está avalado científicamente por el buen amigo Paco, psiquiatra, que no tonto, del pueblo.

lunes, 24 de diciembre de 2012

Profecía auto-cumplida desactivada

La mecánica de las profecías auto-cumplidas no es sólo cosa de psiquiatras. Por profecía auto-cumplida se entiende lo siguiente, siempre mejor con un ejemplo:

  Un psiquiatra te diagnostica una cosa rara (esquizofrenia, trastorno bipolar, trastorno obsesivo compulsivo...), y no contento con eso, te dice que es una enfermedad. A mayores te dice que la enfermedad en cuestión no tiene cura, que es crónica, y que el tratamiento, una pastillas tirando a asquerosas, también lo son.

 Entonces, pueden pasar muchas cosas, como por ejemplo que le crees. A partir de ese momento, en que confías en su criterio, empiezas a sentirte enferma, a imaginarte tu vida como enferma, eterna consumidora de pastillas, y eso no sienta muy bien, en general. Te vas haciendo a la idea de que es como la diabetes, sólo que no afecta  tu nivel de azúcar en sangre, sino a tu lugar en la sociedad, a tus posibilidades de encontrar un empleo, a la imagen que tienes de ti mismo y la que crees que tienen de ti, a tus expectativas vitales, a tus proyectos a corto y largo plazo, a las noticias que escuchas sobre lo que te pasa...y alguna cosita más que se me olvida.

 También puede pasar que no te lo creas, y pases de todo ese discurso, y pases hasta de las pastillas. Eso me pasó a mi hace años, pero había un detalle del que me costaba pasar: la existencia de periodos con pensamientos delirantes. Así que me dediqué a observarlos, empíricamente, filosóficamente, psicológicamente, a fin de conocer bien su mecanismo para reducir los posibles daños sobre mi vida, mis relaciones, mis proyectos... y tanto los observé, que elaboré una teoría alternativa al discurso de la enfermedad: no es una enfermedad, ni es crónica, pero sí es cierto que existe en mi cierta tendencia a gestionar el estrés emocional de una determinada manera. Hace poco, descubrí que esta teoría alternativa también tenía trampa, puesto que también generaba profecía auto-cumplida, en concreto en relación a la duración de los periodos. Es decir, me las prometía yo muy felices con mi particular sistema de auto-gestión sin fármacos con trabajo de apoyo en red, e incluso me emocionó, y me reafirmó, saber que por el mundo adelante había profesionales trabajando en la misma línea, de forma que me sentía más arropada en mis argumentos, menos marciana, y menos excepcional (no tenía el menor interés en verme como excepcional, sino todo lo contrario, me alegraba pensar que el hecho de que yo pudiese hacerlo así significaba que más personas podrían también, aunque yo no las conociese ni supiese de sus historias). El tiempo me fue dando la razón, y a las noticias sobre profesionales se fueron sumando otras de personas diagnosticadas que también podían resolver sus delirios sin necesidad de pastillas.(Hoy mismo hablé de esto por teléfono con un loco amigo, y de esa conversación nació esta entrada)

  Y ahora vamos con la trampa, que tiene que ver con la profecía auto-cumplida. El ejercicio de auto-observación  me mostró un patrón de periodos delirantes que tenía una duración concreta, que oscilaba entre tres y seis semanas. Cuando detecté este patrón, ya habían pasado varios periodos a lo largo de unos años, y caí presa de mi propia teoría, de forma que, inconscientemente, las siguientes veces adapté la práctica a la teoría previa, al "resignarme" a esperar que pasase el chaparrón, dando por supuesto que podía tener control sobre la intensidad y la conducta, pero no sobre la duración. Es decir, podía hacer que no se me notase si no quería, pero sentía que no tenía ningún control sobre la duración.

  El año pasado decidí matricularme otra vez en la universidad, como "terapia" complementaria. Por un lado, había comprobado que, en los periodos de estudio, no me tocaba ningún viaje mental de entre tres y seis semanas. Así que pensé que ,simplemente, estudiar me protegía de ellos. Pero ahora, además, sé otra cosa muy interesante, y es el por qué me protege. Me protege por dos razones:

- La actividad intelectual se centra, se canaliza, y lo hace en compañía. Puedo volcarla en temas de interés no sólo para mi cerebro necesitado de estímulos (o a veces de todo lo contrario), sino también para otras personas que comparten los mismos intereses (compañeras, profesoras...). Con esto, la actividad intelectual tiene también un carácter social,  y por lo tanto, es inclusiva a estos efectos.

- El hecho de estar integrada en una clase, con convivencia y cierto ritmo impuesto desde fuera (horarios, trabajos para entregar, fechas de exámenes...) hace que no me apetezca nada que se me despiste la cabeza, por si perdiera ritmo, credibilidad, o simplemente el norte. No quiere decir que en estos periodos no tenga algún pensamiento delirante despistado, quiere decir que ni de broma me pasa por la cabeza entrar en periodo delirante, hay que pararlos ya, en tiempo real. Hay que minimizarlos con contundencia y dedicación. Los buenos resultados en los estudios, al mismo tiempo, refuerzan la confianza y hacen esta actividad más fácil.

  Dicho todo esto, tendría que pedir disculpas, a quien corresponda, por no haberlo sabido antes, por no haberlo visto con tanta claridad. Por haber caido en mi propia trampa, que por ser mía, y distinta, pensaba que estaba libre de profecías auto-cumplidas. Más vale tarde que nunca, en cualquier caso.

 Otro aspecto interesante de socialización es el tema del programa de radio, gracias al cual estoy conociendo a otras personas que han pasado, o están pasando, por circunstancias parecidas, de forma que los mecanismos de auto-cuidado se comparten, se ponen en común, y se aprende de las estrategias de los demás. La parte en que cualquiera de mis compañeros podría aprender algo de mi no deja de aportarme una responsabilidad que no quiero defraudar, y eso supone una motivación añadida para reforzar los mecanismos de auto-conocimiento y gestión del tema. Pero también, y esto es aún más importante, la confianza en que la red aumenta en cantidad y calidad, y eso da mucho gusto.

  La conclusión es que la profecía auto-cumplida queda desactivada (¿habrá sido sustituida por otra? lo sabremos con el tiempo), y aunque nunca se puede bajar la guardia, es algo importante. Ya lo venía notando desde hace tiempo, pero esta semana vino la confirmación en forma de pensamiento clarividente (sí, para muchas cosas sigo siendo eskizo de los pies a la cabeza, y a mucha honra) Y ahora sólo me queda desearos felices fiestas, antes de que llegue la hora de la cena y yo siga aquí divagando sobre auto-regalos navideños.

domingo, 23 de diciembre de 2012

Teorías de la conspiración contra psiquiatría forense

Por si no fuera poco la racha de criminalización de personas diagnosticadas a partir del reciente asesinato masivo en EEUU, y por si no fuera poco el tratamiento morboso y sensacionalista del mismo, faltaba un detallito, y era.. 4º Milenio!!

A un lado del ring, el señor Cabrera (psiquiatra) diciendo que el autismo es como una esquizofrenia en pequeñito, y que si bomba de relojería con madre trastornada, y que si no se qué y que si no sé cuántos.

A otro lado del ring,  otro señor, a quien la psiquiatría individual le importa un pito, y lo que le mola es la locura colectiva de las teorías de la conspiración, los búnkers, los preparacionistas y la extrema derecha en EEUU...

Molaba la cara de Cabrera cuando su colega de plató desvió el tema hacia la extrema derecha y los grupos paramilitares, así como la posesión masiva de armas, enlazando con el tema de la matanza en Noruega. El señor psiquiatra empezó a poner cara de "esto no me gusta", y ya no tuvo réplica porque el tema se acabó, y ahora están con extraños pájaros aparecidos en alguna pared de algún templo escondido de villarriba o villabajo.

En definitiva, me gustaría darle las gracias a Iker Jiménez por lo siguiente: el grado de trivialización es tal, que a nadie le importa un pito ya el criterio de la psiquiatría como predictora ni explicadora de conductas. La gente sólo se queda con que salió en el programa de la nave del misterio.

Para echarse unas risas, si no fuera tan triste. En cualquier caso, Obama piensa restringir el acceso a las armas...y aumentar el número de psiquiatras.

lunes, 17 de diciembre de 2012

Ministerio de la Actualidad: Asperger.

A pesar de que no puedo con el sensacionalismo, hoy toca.

 EEUU, ese país donde solo hace falta tener 21 años y carnet de conducir para tener un arma. Ese país donde sólo hace falta tener un arma para usarla y cargarse a tantas personas como las municiones, la puntería y la mala hostia lo permitan. Un chico cualquiera coge un arma y la usa. Las armas, cuando se usan, no suele ser para nada bueno.

Pero el titular que la Actualidad elige es este: El asesino podría tener síndrome de Asperger.

  No suelo comentar demasiadas cosas sobre la Actualidad. La Actualidad no deja de ser un artefacto mediático para condicionar las lineas de opinión de quien no tiene opinión propia, los temas de café, las conversaciones en ambientes donde no suele haber muchas más cosas de las que hablar, así que esta semana, las autoridades de la Actualidad imponen el Asperger como tema de conversación. Ahora la gente ya sabe que "tener Asperger" (póngame medio kilo que me cae mal mi jefe), y no simplemente acceso a las armas y ganas de usarlas, puede tener alguna relación con no sé qué delito. Puede ser, incluso, su CAUSA.... qué bárbaro.....Es el Asperger, señores, no las armas, ni la violencia estructural de uno de los países con más muertes a causa de armas de fuego, ni el capitalismo, ni la desestructuración ética, ni el vacío existencial.... Ni las ideologías neonazis con las que fantaseaban los chicos que, hace años, también cogieron un arma en el instituto de Columbine (también en EEUU) para hacer lo mismo. No claro, tiene que ser "tener Asperger" (o cualquier otra cosa, sea esquizofrenia, bipolaridad, o algo del estilo) dónde va a parar. Donde haya un loco para echarle la culpa de algo.....

 La Actualidad no es más que basura ideológica, peligrosa, de la peor clase. Nada hay de ciencia, ni de respeto por las personas, ni de reflexión social, ni de nada que pueda utilizarse para construir un mundo mejor. La Actualidad, como mucho, nos señala todo aquello que nos sobra, que nos estorba. La Actualidad podría servir quizá como guía para todo aquello eliminable, con el siguiente criterio:
"si lo menciona la Actualidad, no lo necesitamos". 

La Actualidad está llena de diagnósticos. 

Si a partir de ahora cualquier persona diagnosticada de Asperger es más rechazada,  acosada,  ninguneada, o incluso agredida por obra y gracia de la focalización tramposa de la Actualidad, ya saben a quién pedir explicaciones o responsabilidades.






viernes, 14 de diciembre de 2012

Deliro, cosas.

Deliro cambios de actitud, deliro nuevos intereses sobre nuestros temas, deliro más información, más conciencia, menos miedo, y quizá por todo ello junto, más miedo que nunca. Deliro que nunca más volveré a delirar, que la visión cuántica me mantiene a salvo de casi todo, menos de mi misma.

 Delego sueños, responsabilidades, confianza, me vacío con frecuencia porque es la forma de seguir llenándome, reparto conciencia y optimismo como si me sobrase, como si fuese inagotable, un auténtico delirio.

 Tengo vértigo. Empiezo a creer que no estoy sola, a creérmelo en serio, y todo lo guardado, lo relegado, lo silenciado, se me escurre como si me sobrase, como si ya no tuviese peso ni poder sobre mi. Es de lo más extraño, disculpad que no tenga tiempo para otras cosas.

  Mientras me mantenía más o menos distanciada del blog, más que en otras temporadas, escribía más que nunca, mentalmente, verbalmente, colectivamente. Una locura, qué propio. Cómo me salva la locura de los excesos, es algo increíble, inexplicable. Empiezo a parecerme muy muy friki, a veces a mucha honra, otras con cierto cansancio de mi misma. Vaciar para llenarme, siempre funciona.

 Estoy dentro de un cuento sin fin. Estoy fatal de lo mío, y sin embargo es una suerte.
 Todo esto no tiene pies ni cabeza, excepto para quien me entiende.
 Necesito cuidarme o que me cuiden, y sobre todo, vacaciones.
 El desierto de lo real, ya lo decía hace tiempo, no tiene gran interés.
 Reterritorializarse o morirse de aburrimiento.
 ¿Hay alguien ahí?

miércoles, 28 de noviembre de 2012

¿Intocables?

  El título de esta entrada me lo sugiere la película de Oliver Nakache: Intocable.

    Una buena película sobre la transversalidad de la discapacidad, como esa antigua telenovela que decía "los ricos también lloran". En estos tiempos de crisis parece increíble que un aristócrata pueda caernos bien, parece increíble que un aristócrata contrate a un chico negro de los suburbios para que sea su asistente personal, y sin embargo, algo me dice que estas historias suceden más a menudo de lo que pensamos, quizá con algo menos de buen rollo, quizá algo menos fotogénicas, pero suceden. (A las personas ricas que necesitan asistencia personal no suelen cuidarlas personas de su misma clase social, no importa que sean hombres o mujeres, no importa de qué país empobrecido provengan, el mundo de los cuidados profesionales está lleno de historias, el de los cuidados no profesionales también, pero suelen quedarse en familia)

    Cuando una persona necesita contratar a otra para que le ayude en todo, todos los días, y además puede contratar a quien quiera, parece más lógico elegir a alguien que te caiga bien, a alguien que te ofrezca algo más que eficacia profesional vistiéndote o desvistiéndote. Por supuesto que hace falta un mínimo de profesionalidad, de conocimientos técnico-sanitarios (más o menos precisos dependiendo de la calidad de la asistencia según las circunstancias personales), pero si estás quieto observando el mundo y a las personas que lo habitan, observando cómo se mueven, cómo se miran, cómo te miran a ti, lo lógico es que tu observación tenga como recompensa, como mínimo, un desarrollo prograsivo de la intuición. La intuición y la experiencia que te permiten saber con quién hablas en cada momento, cuál es su grado de compasión y cuál es su grado de empatía, donde coloca en la balanza la igualdad y la diferencia, y de qué forma valora cada una. A no ser que, por ser un déspota, no veas a nadie por más que los mires.

     La escena del afeitado, cuando Driss le deja a Philippe un bigotito a lo hitler, sitúa históricamente a ambos personajes iguales ante la persecución de la diferencia, sea esta cual sea, en cualquier momento y lugar. No los iguala como víctimas, los iguala como personas, como amigos, porque si esta película es un alegato a favor de la dignidad y la amistad, (y pocas cosas hay más humanas), el fascismo es, precisamente, la cara más amarga de la deshumanización.

    Casi todas las personas que hemos sufrido alguna vez una psicosis, nos hemos sentido perseguidas, y el enemigo siempre es el mismo, con distintas caras: el enemigo siempre es cualquiera que pudiera robarnos la dignidad, el enemigo es un símbolo, y como símbolo puede proyectarse en diferentes personalidades. Es todo lo que no nos gusta, lo que da miedo, lo que nos deshumaniza, lo que nos borra. De la memoria histórica nace el miedo, no ya de que se repita la "Historia", como de que la "historia" se lleve puesta, en cualquier tiempo y lugar, y que no sea un sitio ni un tiempo, sino la posibilidad constante de que las actitudes de los otros nos hagan crecer y confiar, o por el contrario nos borren, y sólo nos podamos apoyar en la intuición para distinguirlas. En todo este símbolo enorme que es vivir, el continuum  realidad-ficción sólo se vuelve nítido cuando exageramos. La exageración...¿es locura?, es una forma de verlo, pero puede llevarnos a necesitar cuidados, a veces por parte de desconocidos, y ahí todo vuelve a empezar, y bueno será dejarnos llevar por lo que hayamos aprendido, y será bueno aprender qué nos gusta de la gente, así a primera vista.

domingo, 25 de noviembre de 2012

Esquizo-visibilidad

¿Cuántos polític@s hay con diagnóstico de esquizofrenia?
¿Cuánt@s directivos de empresa?
¿Cuántos médic@s, ingenier@s, docentes...?

¿Cuánt@s estudiantes universitarios?
 De los que son diagnosticados durante el período universitario... ¿Cuant@s terminan su titulación?

O no hay ninguno, o los que hay no lo dicen (mi proceso de salida del armario continúa deteniéndose ante ciertos muros invisibles). Los que no lo dicen, intuyen por qué no deben decirlo.

    Según el márketing de "Salud Mental", las personas con diagnóstico de esquizofrenia pueden llevar una vida normal si siguen el tratamiento adecuado. Según este mismo márketing, los tratamientos farmacológicos han supuesto una mejoría para la calidad de vida de estas personas, permitiéndoles llevar una vida "normal" fuera del manicomio. Fuera del manicomio, en teoría, está la Vida, con sus espacios de socialización, sus profesiones, sus espacios de representación política, sus lugares de ocio, sus centros de estudio en todos los niveles... ¿Dónde están las personas con los llamados TMG (Trastronos mentales graves) en todos estos lugares? ¿Se han encerrado en el baño, quizá? ¿Se han convencido, o les han convencido, de que no les conviene "estresarse"? ¿Se les ha orientado hacia "labores propias de su estado" (jardinería y, cómo no, manualidades varias)? Todo esto me suena, se llama biologicismo, y sus consecuencias sociales inmediatas se traducen en una disminución inducida de expectativas, autopercepciones, logros, capacidades, lugar en la sociedad..., y me suena también en relación a cuestiones de género, o de etnia, y ya no digamos si se juntan ambas características. Y ya no digamos si además estás diagnosticada.

  En mi caso concreto, a veces dudo sobre si mi recuperación me ha permitido seguir estudiando, o si estudiar me ha permitido seguir recuperándome. También me pregunto si estudiar ciencias sociales, (cuando no era mi formación inicial), me ha permitido tomar más conciencia, o si tomar conciencia me ha llevado a estudiar ciencias sociales. En clase miro a mi alrededor, soy la única loca, que se sepa. En clase me miran a mi, ni siquiera se lo preguntan, porque no lo saben. Empiezan a sospechar que algo sé del tema, pero supongo que piensan que tengo a alguien loco en la familia, creo que lo último que piensan es que la loca soy yo, y no lo piensan porque no se nota. ¿qué es lo que tendría que notarse? los efectos de la medicación, supongo, algo en la mirada, dificultades para relacionarme, discurso inconexo o irracional... según esta batería de prejuicios, nunca lo sospecharán.

 En estos contextos de crisis económica, con el movimiento de derechos civiles de las personas con diagnósticos psiquiátricos en fase todavía subterránea, o muy tímidamente emergente (al menos en Galicia, y como yo lo entiendo), salir del armario no es sólo decirlo, es decirlo en según qué contextos, y ahora mismo me siento como las mujeres que se disfrazaban de hombres para poder acceder a ciertos espacios, sólo que yo me disfrazo de ¿...? Salir del armario justo cuando estás pensando en un doctorado, es muy muy muy extraño, pero el río sigue siempre la misma dirección, aunque va cambiando la velocidad según los tramos. Los que van a contracorriente son los salmones, pero es con fines reproductivos. Ay, no sé, qué rollo. ¿Alguna sugerencia?

sábado, 17 de noviembre de 2012

Hay alternativas (aquí también)


     Evidentemente no conozco todos los casos, pero algo me dice que el hecho de estar ingresado durante un brote psicótico hace que el ambiente hospitalario, con sus peculiaridades (lugar cerrado a donde se ha sido trasladado a la fuerza en un buen número de casos, medicación obligatoria, ambiente represivo y disciplinario...), provoca que este mismo ambiente sea integrado, en la mente de la persona allí recluida, como parte del argumento psicótico. Es decir, el ambiente hospitalario, lejos de constituir, por si mismo, una garantía de calma, constituye un nuevo espacio donde desarrollar nuevas paranoias, que a menudo confirman las que una ya llevaba puestas (me persiguen, me vigilan, me controlan...).

   Un sistema de ayuda profesional (en ausencia o imposibilidad de recibir ayuda por otros medios) debería por todos los medios evitar la hospitalización, intentando en la medida de lo posible que profesionales muy bien formados en la escucha y el diálogo (me viene a la cabeza ahora mismo el modelo finlandés de "Diálogo abierto") consiguiesen deshacer el nudo gordiano de la visión e interpretación paranoica de la realidad (cosa, por otro lado, difícil de conseguir en estos tiempos, que son los que son, y que ofrecen motivos más que abundantes para problematizar de manera paranoica la relación con el mundo exterior).

  Los costes se reducirían considerablemente. Pienso en mi propio caso: gracias al diálogo, la comunicación y comprensión de los procesos paranoicos y delirantes, por mi parte y por la de todas las personas que, sabiéndolo o no, han contribuido a esa ayuda, pues he hecho cuentas de lo que se ahorra el sistema conmigo:

  6 brotes, de los cuales sólo el primero ha requerido hospitalización, y el segundo una única consulta que se resolvió sin recomendación de internamiento.
 4 meses de medicación, los que tardé en detectar lo poco terapéutica que resultaba.

 Hasta aquí el gasto, ahora vemos el ahorro por no seguir los "cauces protocolarios" (esos que hubieran prescrito, por sistema, medicación para el resto de mis días, y que me hubiera llevado a confundir efectos secundarios de la ingesta prolongada de la misma con malestares físicos y mentales variopintos, que probablemente hubieran requerido, a su vez, nuevos tratamientos, clínicos y/o farmacológicos):

     12 años x 365 días= 4380 días sin ocasionar gasto famacéutico.
     Ahora, que alguien conocedor del precio de los medicamentos habituales para mi diagnóstico haga el cálculo (¿400 euros al mes, así por lo bajo?). Sea cual sea el resultado, no creo que supere el salario de esos profesionales formados en técnicas de escucha y comprensión, que sólo actuarían en momentos puntuales de activación psicótica, (y cuyas técnicas, por otra parte, garantizan reducir muchísimo las recaídas, y por lo tanto el gasto asociado. Esto se debe a que la terapia se basa en la comprensión y autoconocimiento del problema, lo que supone, en si mismo, un potente mecanismo de anticipación y prevención)

   Hasta aquí lo que se refiere a la ayuda profesional, sin olvidar que este tipo de ayuda en concreto incluye también formación para toda la red social cercana, con la que se trabaja en equipo, por lo que ese trabajo en equipo consigue a su vez que los familiares y amigos implicados tengan a su vez recursos de ayuda en caso de recaída, recursos que pueden, a su vez, evitar o reducir en veces sucesivas la ayuda profesional (insisto en que, por otra parte, este sistema reduce en un pocentaje altísimo el riesgo de recaída)







domingo, 28 de octubre de 2012

El peligro de una única historia

Cuando vi este video de la escritora Chimamanda Adichie, pensé que era un material audiovisual fantástico para romper prejuicios, mediante el relativismo cultural, mostrando al mismo tiempo cómo se construyen y manifiestan las relaciones de poder a la hora de contar historias.

http://www.ted.com/talks/chimamanda_adichie_the_danger_of_a_single_story.html


Al poco tiempo, ya lo estaba relacionando con las historias que se cuentan sobre nosotros los locos, desde el momento en que nos llaman enfermos mentales y todo se convierte y se reduce, por arte de magia, a un asunto médico. Una vez que se pronuncia la palabra mágica, "enfermos", se vuelve obligado hacer propaganda de los productos farmacéuticos, de la necesidad imperiosa de consumirlos día a día al dictado de la autoridad competente para vigilar su estricto cumplimiento, como si fuera una pena sin delito previo. A partir de ahí, nos acostumbran a que cualquier historia sobre la locura se convierta en una historia sobre la "enfermedad" y comience invariablemente con esa publicidad subliminal, y no tanto, sin la cual parece que no hay historia posible.

Hay muchas otras historias, pero siempre nos cuentan la misma.
¿Se ve el poder, o la cuestión médica consigue enmascararlo?
¿Será la cuestión médica entonces el lugar del poder?
¿Puede una historia de empoderamiento, nacida para nadar contracorriente, comenzar el relato asumiendo el discurso del poder?

(Con esto no quiero decir que la medicación no pueda tener sentido en ciertos contextos, pero que se convierta en el "erase una vez..." obligatorio no parece que refleje la diversidad de la experiencia de la locura, ni la diversidad de las formas de vivir con ella. Dicho esto, os propongo que os fijéis en cualquier campaña contra el estigma, a ver cuanto se tarda en encontrar este discurso. ¿No es peligroso  entonces contar una única historia? ¿Se está realmente combatiendo el estigma con esta historia de enfermedad? ¿Qué lugar deja para la autonomía, el criterio propio, la toma de decisiones? ¿No son estas "historias contra el estigma" una forma de estigmatizar a quienes no cuentan la historia única?)

sábado, 27 de octubre de 2012

Microeventos

A lo largo del último año, o de los dos últimos, aquello que yo llamaba pensamientos delirantes suceden sólo en momentos concretos, y ya no los asocio con la idea de pasarme un mes sumida en ellos. Con el paso de los años, la opción "diagnóstico de esquizofrenia sin medicación" se asienta como cierta y recomendable (siempre que se acompañe de conocimiento y buena compañía). La contrapartida es que ocupa menos espacio mental para escribir este blog, que me quedo sin contenido, básicamente, y empieza a parecerme ridículo pensar en hablar de cómo gestionar pensamientos delirantes que sólo duran media tarde, o dos horas, pequeños eventos sin importancia, microeventos.

Aún así, insisto: lo primero es reconocerlos como tales. Esta sensación de que todo puede empezar a ponerse mágico, como colocada pero sin haber tomado nada, que mola si no fuera porque no es conveniente dejarla a su aire, que luego se instala y coge confianza, y en cuanto coge confianza puede confundir al más entero. Así que de eso nada. En su lugar un tiempo con una misma, a poder ser bien acompañada al mismo tiempo, escuchando música que permita canalizarla, que permita desarrollarla en su modo más conscientemente simbólico, sublimante, en diálogo con esa magia de la que no se quiere abusar, sólo aprender, dejándola en un chispazo, en una promesa de todo lo que somos aún con ella, o a pesar de ella, pero siempre sin dejarla ser condición sine qua non para cualquier cosa que en algún momento lejano decidimos concederle: más creatividad, más lucidez, más atrevimiento, más seguridad. Porque si hacemos memoria, en diferentes grados, todo eso estuvo siempre cuando llegó su momento, antes y después de conocer el delirio, así que no es el delirio causa ni condición necesaria. El delirio es sólo recuerdo de una enorme capacidad para sentir intensamente, para mezclar posibilidades, para abrir caminos en el tiempo y las proyecciones, para volar un poquito cuando la materia duele. A veces la materia duele mucho, por sórdida, gris e incomprensible. Cuando la materia duele, el delirio se presenta como analgésico, o estimulante, de alcance incomprensible, con riesgo de adicción o sobredosis, quien lo probó lo sabe. Y ha de saber también de sus peligros y sus logros, es cuestión de justicia. Es cuestión de diversidades, algunos de nosotros sólo somos diferentes porque decidimos contarlo. El resto del tiempo, performamos la cordura con éxito inexplicable.

jueves, 25 de octubre de 2012

No puedo porque no quiero

Me gustaría decir "No puedo, debido a mi enfermedad", hay días en que me gustaría mucho decirlo, pero estaría mintiendo. Siempre sé por qué no puedo, y nunca tiene nada que ver con estar enferma, porque no lo estoy.

Me gustaría decir "No puedo, porque son muchas cosas", pero no sería honesta, puesto que nadie me obliga a meterme donde me meto.

Me gustaría decir "No puedo" y punto.
Pero siempre querría decir "No quiero"

No quiero porque no me compensa
No quiero porque no vale la pena
No quiero porque no me lo creo
No quiero porque no me da la gana de querer
No quiero porque no me da la gana de ponerme en el lugar de los demás
No quiero porque prefiero hacer otra cosa
No quiero porque no tengo razones para querer

Así que casi siempre tengo razones para querer poder, y si no las tengo, me las invento.

A veces, simplemente, estoy cansada.
Entonces no quiero porque estoy cansada.
No hace falta estar enferma para estar cansada

A veces no quiero porque estoy asustada
No hace falta estar enferma para estar asustada.

Las palabras "querer", "poder", "cansada", "asustada", no las inventaron los psiquiatras, por eso me gustan.

martes, 23 de octubre de 2012

Estamos en obras: no espere a la jubilación para observarnos (quizá no la tenga)

Hace meses, o incluso más de un año, comentaba con Raúl, o con Almu, o con ambos, que me faltaba el salto a lo colectivo en este empeño mío de pelearme con las medias verdades de esto de la...esquizoqué? Bien podría ser también bipolariqué? o deprecuándo? o trastorno limiqué?

Esta semana decía El Roto, en uno de sus fantásticos y lúcidos dibujos, que decir la verdad es un acto creativo supervanguardista. Quizá la Verdad esté sobrevalorada, por aquello de que pensar que pueda haber sólo una para cada cuestión resulta ingenuo. Pero las verdades, las pequeñitas, las múltiples, están ahí para quien tenga alguna sensibilidad artística. Como decían los teóricos de la Estética de la Recepción, una obra es la suma de quien la crea, de lo que crea, y de cómo se le entienda. Como colectivo artístico, Radio Prometea está en construcción, y en plena construcción nos mostramos, como si vernos colocar andamios fuese parte del espectáculo. Ver crecer los Me gusta en las redes sociales, ver cómo aumenta el tamaño de los textos que cada un@ se atreve a decir o leer de un programa a otro,  escuchar los programas grabados enrojeciendo con una mezcla de orgullo heridito y muchas risas ante las meteduras de pata, los fallos técnicos, la falta de costumbre con el ritmo o la locución... O que de repente queramos hacer una entrevista por teléfono y nos digan que prefieren venir en persona, desde Santiago, y entonces eso lo cambia todo, porque vamos a estar juntos, y cara a cara todo mola más, siempre. Y siempre nos olvidamos de abrir llamadas, con los nervios, cuando es lo que más falta nos hace, a los de dentro y a los de fuera, que empecemos a hablar el mismo idioma, y no me refiero al gallego ni al castellano, que sale de todo según ganas, conciencia, costumbre o conocimiento.

Todo lo anterior, y además todo lo que falta. Todavía no hablamos de libros, ni de películas, ni de abuelas. Y cogiendo carrerilla para los viajes y saltos cuánticos. Es que la posmodernidad, si algo tiene de bueno, es que nunca se sabe por dónde va a tirar.


miércoles, 17 de octubre de 2012

¿Salud Mental?

   En las unidades de Salud Mental, se construyen enfermos mentales. O, para suavizar de alguna forma la afirmación anterior, digamos que se cronifican. Lo que en todo caso creo que no se hace es curar a nadie. Para curar, tendría que haber algo susceptible de ser curado, digamos algo como una enfermedad. No es suficiente como argumento para demostrar su existencia como tales enfermedades el detectar un desequilibrio (o dejémoslo en cambio) bioquímico puntual: la menstruación provoca desequilibrios bioquímicos y nadie en su sano juicio la consideraría enfermedad, lo mismo sucede con el embarazo, o con la adolescencia. Las hormonas son química ¿no?

  En el caso de la menstruación o el embarazo, y de la tentación de considerarlas enfermedades para así justificar a aquellas otras llamadas mentales, una de las dificultades principales sería social más aún que médica o científica: las feministas se echarían encima, montarían un buen pollo, sobradamente justificado, por pretender patologizar algo que es un mero hecho biológico. Porque volvemos a lo mismo, no es lo mismo biológico que patológico. Hasta aquí se me sigue bien.

  El hecho de que sólo desde hace poco hayan empezado a aparecer movimientos asociativos vinculados al hecho de haber sido agraciados con un diagnóstico, cortesía de la profesión psiquiátrica, explica que nadie se haya rebelado todavía contra tanto sinsentido. En cuanto a movimientos despatologizadores, es decir, que hayan reivindicado explícitamente la eliminación de la consideración de enfermedad, podemos volver a contar la historia del movimiento LGTBI (Lesbianas, Gays, Transexuales e Intersexuales), pero no creo que a estas alturas sea necesario. A modo de resumen: la homosexualidad dejó de considerarse enfermedad en 1973, y en cuanto a la transexualidad, están en ello con una fuerte campaña durante este año 2012.

  Que una condición o circunstancia no sea una enfermedad no significa que no pueda acarrear sufrimiento psíquico, y no significa tampoco que ese sufrimiento psíquico no pueda ser aliviado por acciones terapéuticas, incluso profesionales, incluso con su parte farmacológica. Que yo me tome un analgésico para el dolor menstrual no me convierte en enferma, y mucho menos en enferma crónica.
Que yo pudiera recibir un antipsicótico o tranquilizante (o un cóctel de ambos, más otras cosas) es un caso de psicosis aguda en un momento de mi vida no me convierte en enferma, y mucho menos en enferma crónica. Que un antipsicótico funcionase en un determinado momento de mi vida, no significa que sea la única opción para el mismo o similar sufrimiento en otro momento diferente. Tampoco significa que sea la única opción para otras personas que pudiesen haber experimentado estados similares. En cualquier caso, haber tenido esas experiencias, no me convierte en una enferma, ni mucho menos en una enferma crónica.

  Si no estoy enferma, por tanto, mi salud mental no depende de ninguna pastilla que cure mi enfermedad. Eso no quiere decir que no cuide mi salud mental, que lo hago, y mucho, pero cuido la salud mental con minúsculas, no aquella con mayúsculas que rotula determinadas áreas cerradas, plagadas de prácticas coercitivas, de tantos hospitales. Seguiré haciéndome preguntas sobre la ¿Salud Mental?

 
 

domingo, 14 de octubre de 2012

MAD IN AMERICA

Otro descubrimiento:

http://www.madinamerica.com/2012/10/why-do-so-few-people-know-that-crpd-prohibits-forced-psychiatry/

Esta página, en inglés (aunque con posibilidad de traducirla malamente con el traductor informático), habla del movimiento de personas psiquiatrizadas en EEUU reivindicando sus derechos. En una de sus entradas, reivindicaban con un buen criterio aplastante el que se considerase tratamiento adecuado el pertenecer a una red de autoapoyo.

Y punto pelota.

miércoles, 10 de octubre de 2012

Por la eliminación del supuesto de peligrosidad de las personas diagnosticadas

El supuesto de peligrosidad de las personas diagnosticadas de algún TMG (trastorno mental grave) no se sostiene jurídicamente en la medida en que atenta contra principios básicos de la Constitución. Como afirman en este documento diferentes  profesionales (abogados, psiquiatras y fiscales) del grupo de trabajo de Ética y Legislación de la AEN (Asociación Española de Neuropsiquiatría):

http://www.aen.es/index.php?option=com_content&view=article&id=406%3A43-oposicion-a-una-ley-especifica-de-internamiento-psiquiatrico&catid=436&Itemid=9

Y por hoy nada más, y nada menos.

martes, 9 de octubre de 2012

El gobierno regulará los ingresos forzosos de personas con enfermedad mental

Aquí la noticia:

http://www.solidaridaddigital.com/SolidaridadDigital/Noticias/Nacional/DetalleNoticia.aspx?id=14123

Aquí el comentario:

  Resulta que el gobierno quiere defender nuestro derechos, y para eso va a empezar por quitárnoslos.
  Una forma de quitarlos es no reconocer que el ingreso forzoso (por lo menos ya no usan el eufemismo "involuntario") es una cuestión de privación de libertad, y por lo tanto concierne a ciertos artículos muy importantes de la Constitución Española, por ejemplo:

 ART. 25.3 (CE)  La Administración civil no podrá imponer sanciones que, directa o subsidiariamente, impliquen privación de libertad.

  Entonces, ¿cómo se entiende que se regule una privación de libertad mediante una ley de enjuiciamiento civil? Las sentencias de inconstitucionalidad de ingresos forzosos  lo fueron precisamente en base a este artículo. Y los magistrados  Xiol Ríos y Bastida, en su reciente libro: Autonomía del paciente, responsabilidad patrimonial y derechos fundamentales, insistían en que la regulación de estos ingresos involuntarios sólo podría hacerse mediante Ley Orgánica. Un ejemplo de esto es la STC (Sentencia del Tribunal Constitucional) 141/2012, sobre la cual la AEN escribió un documento específico, muy reciente y a la luz de la urgencia de la novedad) comentándola:

http://revistaaen.es/index.php/aen/article/view/16576/16416

Entre otras cosas, se refería a la presencia de un abogado, a que se le leyeran los derechos al paciente...¿suena a película de miedo? ¿suena a película de delincuentes? Pues esos delincuentes somos nosotros, y eso de que esté presente un abogado se llama garantía procesal, y eso de las garantías es propio de un Estado de Derecho. Ahora bien, si admitimos que un ingreso involuntario es una privación de libertad, necesitada de garantías, ¿por qué resulta tan difícil de entender que lo que atañe a las privaciones de libertad, tal y como dice la Constitución, no puede ser regulada por una Ley de Enjuiciamiento Civil?
Otra pregunta pendiente es ¿Cuál es el delito?

No reconocer que el ingreso forzoso es una privación de libertad es negar la mayor.

A partir de ahí, palabras como Convención, Derechos, Oportunidades e Igualdad son cortinas de humo.
Espero que la asociación FEAFES, (supongo que satisfecha si, por lo menos, logran alejar el fantasma del TAI),  estrecha colaboradora del Ministerio en la redacción de esta nueva Ley General de Discapacidad (que no Ley Orgánica, insisto), tenga la conciencia tranquila y sepa a quién está asesorando y para qué, exactamente. Nada me gustaría más que confiar en una asociación que dice velar por nuestros Derechos, con mayúscula. A ver si vamos a cambiar la puerta giratoria por la puerta de atrás, y luego salgan escandalizándose de los abusos.

(Ahora mismo escribo rápido y al calor de la actualidad, iré reposando y ampliando todo esto, y si me equivoco, seré la primera en reconocerlo).


lunes, 8 de octubre de 2012

domingo, 7 de octubre de 2012

Dentro y fuera

Desde hace años, desde que empecé el blog, solía pasarme que me sentía segura aquí dentro, en relación al diagnóstico. Aquí dentro daba mi visión, hablaba con los amigos que iba haciendo, discutía puntos de vista, reflexionaba, me indignaba o me esperanzaba con el mundo y sus respuestas a nuestras preguntas, formuladas a menudo de tan extrañas y extremas maneras, que tienden  a tomarnos por locos. Fuera de aquí, mis amig@s siempre me apoyaron, muchísimo, y siempre con la inseguridad, me consta, de no saber hasta qué punto podíamos equivocarnos en esta actitud tan...¿diferente?

Un día dije, por una cuestión reivindicativa: vale, voy a llamarme loca, luego ya veremos lo que es eso. Sigo sin saberlo.

Ahora empiezo a sentirme segura también fuera. Hace poco, estando con un amigo de la radio, animándolo a que describiese lo que estábamos haciendo, él respondió: "Estamos haciendo familia".
Te das cuenta de que es así cuando pierdes el miedo a brotar, y lo pierdes en compañía, con alguien que también te está diciendo que ya no tiene miedo. Cuando puedes deconstruir cualquier actitud o pensamiento que se le parezca, y la respuesta es un abrazo, un estoy aquí, estamos juntos y somos fuertes. Ah, y un "es normal, son muchas emociones".

A lo mejor hoy necesito un cuarto de pastilla para dormir, y no pasa nada, después de cuatro meses durmiendo como una marmota. A esto le llamo yo un uso racional de los medicamentos.

jueves, 4 de octubre de 2012

Dictadura psiquiátrico-farmacéutica


   Leo hace un rato esta entrada del blog Postpsiquiatría, con el que mantengo una curiosa relación consistente en observar hasta qué punto un psiquiatra de oficio va aportando estudios sobre los mejores pronósticos a largo plazo de las terapias sin fármacos, o con dosis muy bajas, frente a las terapias basadas en cócteles tumbacerebros. Y me resulta interesante porque lo veo un tío competente, capaz de expresarse con profesionalidad y conocimiento de su profesión, con su postura crítica con los regalitos de las farmacéticas, y muy leído. Se está convirtiendo en un referente para otros compañeros, e incluso compañeras. Lo que dice hoy es muy importante, y aunque sorprender, la verdad, no me sorprende, parece que a él, todavía si. Nunca es tarde para abrir los ojos. El artículo está en este enlace:

http://postpsiquiatria.blogspot.com.es/2012/10/bibliografia-inquietante-que-ningun.html


   Y no me sorprende porque, si algún día se hiciese aquí una investigación comparando evolución de personas diagnosticadas de esquizofrenia con y sin medicación, y yo me ofreciese a participar en el grupo sin medicación, considerando mi historial del año en que me ingresaron y que abandoné el tratamiento farmacológico a los tres o cuatro meses de ese ingreso, se podría comprobar que no hubo más ingresos, y se podría comprobar también mi recuperación, tanto en el plano cognitivo como de interacción social (en cuanto a la integración laboral, podemos echarle la culpa al capitalismo), después de cada una de mis recaídas, autogestionadas sin medicación y sin ayuda profesional (que no sin ayuda). Sé que me repito como el chorizo, pero hoy viene a cuento.

   Se podría incluso pedirme consejo sobre gestión del delirio sin fármacos. Sí, sería de gran ayuda, pero hasta entonces, quedan todavía demasiadas certezas que demoler, incluida el propio capitalismo, el cientifismo y el saber-poder. Postpsiquiatría, sé que caminas hacia ahí, te deseo suerte en esa tarea, ojalá viva para celebrarlo. Mientras tanto, seguimos trabajando buscando resquicios de empoderamiento a pesar de la dictadura psiquiátrico-farmacéutica, que suele considerar mi caso anomalía, fraude, o  falso positivo, según el censor y su estado de ánimo. Quizá las personas que forman parte de esos estudios relatados en su post, aquellas que no recayeron (y puesto que sin medicación fueron tratadas, sin medicación seguirán), sean también anomalías. Quizá no estemos preparados para la inmensa anomalía que rodea a estos extraños sucesos.

  Mientras tanto, desayunamos pensamiento único con el único pensamiento de que habitamos una extraña dictadura que nos tiene secuestrada a la ciencia, antaño orgullo de occidente, hoy orgullo de perogullo. Y si, sé que, en el fondo, se mueve, menos mal.

martes, 2 de octubre de 2012

Terra da fraternidade



 Hace un rato, en una de mis incursiones nocturnas modelo "no me apetece irme tan pronto a casa", terminé la noche en un bar que puedo considerar amigo. Sin embargo, me encontré con una discusión, a mi parecer estéril y cansina, sobre la conveniencia, o no, de entonar cánticos comprometidos políticamente (o humanísticamente, a estas alturas de la posmodernidad), a ciertas horas de la noche. Mi postura, como podéis imaginar, es que cualquier hora es buena, y bienvenida, para que cualquiera tome conciencia, borracho o sereno, de algo sobre lo que, hasta ese momento, no lo había hecho. Cualquier hora es buena para descubrir una canción, una letra, un argumento, un sentimiento, cualquier cosa novedosa que permita mover sus pensamientos de un lado a otro, menearlos, ponerlos a prueba, abrirlos o cerrarlos, insisto, para todo esto cualquier hora es buena.

  Sin embargo, a menudo me olvido de que los puristas, de lo que sea, no duermen jamás. En cualquier momento están dispuestos, y alertas, para ejercer censura, corrección, sentido de la medida e, incluso, por más contradictorio que pueda parecer, sentido de lo sagrado, de sus ritos y rituales sobre lo correcto y lo incorrecto, lo que viene a tiempo y lo que ofende, lo que está dentro y fuera de lugar, por más que, entre la maraña de ideas ideológicas, figure cierta aversión cuasi genética a lo religioso. O eso creen ellos, abominando de lo religioso pero devolviendo lo sagrado al lugar del símbolo, del momento elegido por los sabios, del momento institucionalizado por la historia de lo sagrado alternativo, que no por ello menos sagrado. Como por ejemplo, un dos tres responda otra vez, el lugar y hora para cantar "Grándola Vila Morena", canción popular portuguesa, vinculada al 25 de Abril de 1974, que nos recuerda que sólo una cierta idea de fraternidad entre los oprimidos podrá devolvernos al territorio necesario de lo humano.

  De vuelta a casa, no me cabe en la cabeza. ¿Hay hora para Grándola Vila Morena? Desde luego que, si a continuación la enlazo, cada cual juzgará que la hora buena será aquella en la que se quiere darle al play. Para salir de dudas, y para quien no entienda portugués, diré que esta canción habla de una de las tres palabras ideales de la muerte de la revolución francesa: "fraternidad", la más desatendida de las tres, progresivamente sustituida por solidaridad, por obra y gracia del feminismo, que sustituyó frater (hermano) por solidaridad (vinculada a la palabra soror-hermana). A mayores, no puedo resistirme a comentar que, entre los logros del feminismo, figura el de la invención de formas de lucha pacífica, en tiempos, los de las sufragistas, anteriores a Gandhi, quien la popularizó de forma internacional con la declaración de independencia de la India.

 Y ahora sí, os dejo con Grándola, Vila Morena, a deshoras, of course:


 



domingo, 30 de septiembre de 2012

ca-ca-capitalismo (Hoy: Publicidad)

A veces se me lengua la traba, algunas palabras se atraviesan como salmos inquisitoriales de mal agüero, debido a una más que demostrada relación problemática con las mismas. En fin, total para qué, no soy creyente. Hoy reproduzco un texto de Banksy, el artista anónimo contemporáneo más famoso del mundo, sólo le falta que un día decida enseñar la cara y esté como un tren de bueno, ay...


"Hay personas que te están tocando los cojones a diario. Irrumpen en tu vida, te agreden gratuitamente y desaparecen. Se asoman desde lo alto de los edificios y te hacen sentir insignificante. Hacen comentarios desagradables desde los laterales de los autobuses dando a entender que no eres lo suficientemente sexy o que la diversión está siempre en otro sitio. Salen en la televisión y hacen que tu novia se sienta incómoda con su cuerpo. Tienen acceso a la más sofisticada tecnología que jamás se haya inventado y la utilizan para abusar. Son los publicistas y se están burlando de ti.

En cambio tú tienes prohibido tocarles. Las leyes sobre marcas, propiedad intelectual y derechos de autor dicen que los publicistas pueden decir lo que quieran donde quieran con total impunidad.

Que les follen. Cualquier anuncio en un espacio público que no te da opción a verlo o no verlo te pertenece. Es tuyo. Tienes derecho a cogerlo, transformarlo y reutilizarlo. Puedes hacer lo que quieras con él. Pedir permiso para hacerlo sería como pedir permiso para quedarte una piedra con la que te acaban de dar en la cabeza.

No le debes nada a las empresas. Menos que nada; y sobre todo, no les debes ninguna gentileza. Ellos te la deben. Han rehecho el mundo para ponerse delante de tus narices. Nunca te han pedido permiso; ni se te ocurra empezar a pedírselo a ellos".

Banksy



En la posmodernidad todo es lenguaje, en el lenguaje todo es metáfora. (Lacan, Lacan... en la sopa te tengo. Qué paciencia hay que tener...)

martes, 25 de septiembre de 2012

Violencia y salud mental

Me imagino las crisis de ansiedad entre hoy y los próximos días, entre las personas detenidas o golpeadas por la policía hoy en Madrid. Ansiedad recordando lo mal que se pasa cuando estás indefens@ ante la brutalidad sinsentido.
Quizá el mejor alivio no venga de una pastilla, sino del calor, del apoyo y de la compañía de quien pasó contigo el mismo miedo.
¿Y ellos?
¿Los que pegan armados hasta los dientes?
¿De qué tienen miedo?
¿Quién les cura su ansiedad?

Y sin embargo, yo tuve más miedo en un hospital que en una comisaría, qué cosas.

lunes, 24 de septiembre de 2012

Vida en el exterior de las palabras

Es difícil, o raro, escribir cuando las cosas van bien. Parece que si no hay delirios, o malas noticias que comentar, no tiene sentido.
Ahí fuera (en el exterior de las palabras) triunfan las comedias románticas precisamente porque hay un amplio sector de personas que quieren historias bonitas, que acaben bien, que "no les hagan pensar" (esta frase es cada vez más frecuente). Las comedias románticas, en el cine, suelen terminar cuando empiezan las dificultades, o al menos cuando acaba una cierta fase de sueño, ese bonito delirio que es enamorarse, pensar en otra persona como un complemento perfecto para una vida normal como la nuestra, que dejará de serlo, para ir a mejor, gracias a la fantasía de sus posibilidades proyectadas en el tiempo, al lado de esa persona. Hay quien, simplemente, proyecta esos sueños en el aquí, sin grandes desplazamientos. En cualquier caso, la de hoy no es una comedia romántica.

Y sin embargo las cosas van bien, esa mezcla de ritmo, tranquilidad, sorpresas agradables, tareas pendientes que se ven como regalos, ausencia de miedos. Y sin embargo, es difícil escribir cuando las cosas van bien. Espero tener que acostumbrarme, y en pleno otoño, quién nos lo iba a decir.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Judicalización de la salud mental, sin tapujos

Después de tanto hablar de Derechos, de Igualdad, de la Convención de la ONU de 2006, y de Sentencias del Tribunal Constitucional que declaraban inconstitucionales los ingresos involuntarios, amparadas en derechos fundamentales de la Constitución Española de 1978...

Después de oír hablar a compañeros psiquiatras de subjetividad, de iatrogenia, de alianza terapéutica, de necesidad de empoderamiento de los usuarios...

Después de oír a compañeras enfermeras que luchan contra los tratamientos coercitivos y las unidades cerradas en psiquiatría...

Después de ver cómo asociaciones de familiares y personas con diagnósticos viran desde posturas de petición de tratamientos involuntarios a otras más humanas, de petición de enfoques comunitarios...

Ahora nos encontramos...de morros con esto:

UN ACUERDO REGULA LA ATENCIÓN FORZOSA A PACIENTES PSIQUIÁTRICOS

http://www.lavozdegalicia.es/noticia/sociedad/2012/09/18/acuerdo-regula-atencion-forzosa-pacientes-psiquiatricos/0003_201209G18P24991.htm

El título no tiene desperdicio, se acabaron los disimulos y las mamandurrias, que diría la otra. Ahora de lo que se trata es de que l@s loc@s no anden sueltos, y que para ello, si es necesario, se favorece, con la colaboración especial de las fuerzas de seguridad, que denuncien los vecinos, el del bar de abajo, el ex-amante, el perro, da igual, todo vale con tal de encerrar a alguien contra su voluntad y en nombre de la salud.

Atención al rango legal: un acuerdo.
(Total, pa cuatro locos que son, y que no saben nada de leyes, pues ni se enterarán ni protestarán)

Y digo yo, ¿no habían dicho los fiscales que, siendo que el encierro involuntario atentaba contra derechos fundamentales, sólo podía ser regulado con Ley Orgánica?
Y digo yo, ¿desde cuándo un acuerdo entre cuatro políticos y una fundación tiene rango para legislar sobre derechos fundamentales?


lunes, 17 de septiembre de 2012

Fichajes de Radio Prometea

- Una docena de personas estupendas y llenas de ilusión.
- La sensación de estar haciendo familia.
- Tesorero y departamento de comunicación.
- Una fotógrafa amiga para ir haciendo material gráfico.
- Un profesional del documental, también amigo, para cuando se pueda.
- Sintonía propia a cargo de amigo músico.
- Conexión directa con los amigos de Nikosia.
- Un parque precioso para las reuniones.
- Un horario interesante: los viernes de 20:00 a 21:00.
- Una asesoría jurídica en construcción (con dudas que irán saliendo y un amigo abogado que las irá resolviendo).
- Una lista provisional de profesionales, asociaciones y otros entes entrevistables, bastante nutrida.
- Unas jornadas sobre antipsiquiatría que se anunciarán en el primer programa.
- Un curso de formación técnica y otros trucos radiofónicos a cargo de la emisora que nos acoge.
- Un proyecto de blog para colgar los podcast.
- Ganas de reivindicar igualdad de derechos.
- Ganas de pasarlo bien.
- Ganas de promocionar la cultura que nos gusta (cine, libros, música, teatro...)
- Una vida por delante.

Posibles terapias

Perderle el miedo a la soledad
Perderle el miedo a las recaídas
Perderle el miedo al invierno

Coger con ganas todo lo que tengo que hacer, que es bastante y entretiene mucho

jueves, 13 de septiembre de 2012

Las horas

El mundo de las obsesiones se desparrama por las horas como una pérdida de tiempo, convirtiéndolas en pedazos espesos de pensamientos circulares, que intentan en vano convivir con cualquier otra actividad, con poco éxito. De esto se sale poniéndole nombre, rindiéndose a la evidencia, dejándose caer en ella con la obstinación de quien aspira a quererse lo suficiente como para equivocarse, y verse ridícula para a continuación desdramatizarse, esto último, mejor, en compañía. Una vez logrado dar estos pasos, tarea que puede durar una molesta cantidad de horas, lo que sigue es una cierta tranquilidad, acompañada de la tristeza de saber que, al final, no es para tanto. Y es triste, te pones a pensar en el tiempo perdido, en la incapacidad para otorgar a las cosas la importancia justa, en lo fatal que estás del tarro, y en lo bajas que tienes las psicodefensas. Quedas como tonta, midiendo tu vulnerabilidad en brotes de llanto que nunca cuajan por defecto de diana, hay algo que te dice que la diana no se lo merece, no del todo, o que no es esa, sino otras, y mientras piensas en qué es lo que te quiere hacer llorar, exactamente, la reflexión se lleva el proyecto de llanto por delante, te lo aborta sin permiso de la autoridad emocional. Ahí, que se líen a hostias las autoridades, a ver si se matan y despiertas de la pesadilla.

Al despertar, el dinosaurio seguía allí.

(Pero esta vez dormía plácidamente, y ya no resultaba peligroso)

jueves, 6 de septiembre de 2012

Un cuento de otoño

La entrada anterior, "Dentro del laberinto: Radio Prometea va" era como de cuento de hadas. Yo sé que las hadas no existen, al menos no tal y como aparecen en los cuentos, con esos vestidos vaporosos y esas alitas transparentes, por no hablar de las cursis coronas de flores. Y sin embargo, existen los cuentos. Un cuento es una historia llena de magia, con su argumento, sus personajes, sus sucesos extraordinarios.

Radio Prometea es un cuento para dormir mejor. Cuando todo parece llevarnos a la desesperanza, construir un mundo propio desde el principio supone detener, de alguna forma, el tiempo oscuro que nos toca vivir. Detenerlo o dejarlo en suspenso, alejarse un poco, crear un paréntesis donde todo es posible, una pequeña plataforma desde la que tomar impulso contra todo lo gris. Una pequeña acción colectiva llena de ilusión, de nervios, y de ideas, una fábrica de otra cosa. Un lugar nuestro para compartir lo que quizá llevaba demasiado tiempo silenciado, por falta de palabras, o de oyentes. Es curioso pensar que este mundo mágico lo estamos haciendo personas acostumbradas a sufrir, y de alguna forma lo estamos haciendo como un acto de reciclaje de todo ese sufrimiento. Pero además de la experiencia de sufrir (las paranoias, las voces, la apatía, las pastillas, los ingresos, los bloqueos...por citar sólo algunas), a pesar de ella o precisamente por ella, la alegría de todo esto que tenemos entre manos es más fuerte, porque es un proyecto chulísimo, y saberlo, y sentirlo, da mucha fuerza.

Radio Prometea, tierra de imaginación.
Atent@s a sus maravillas, prevenid@s contra sus trampas.
Érase una vez otra radio muy loca...

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Dentro del laberinto: Radio Prometea va.

Querer hacer Radio Prometea, ese programa soñado, acariciado, lejano como una utopía, y peleado como realidad persistente, ya no es una quimera. Casi sin darme cuenta, y gracias a que di, de repente, con las personas que ni en mis mejores días hubiera soñado que pudieran existir, voy y me las encuentro. O me encuentran ellas a mi, me importa bien poco, mis preocupaciones ya son otras, mis preocupaciones ya son nuestras.

Vengo de la primera asamblea anual de la radio comunitaria donde vamos a emitir, Radio Cuac.FM, ahora mismo en problemas, como todo proyecto comunitario que se precie de serlo, siempre obstáculos y más obstáculos a los discursos de abajo, los que vienen de personas sin poder, ni prebendas ni linaje ni posesiones, los discursos de las personas que escuchan a las personas y sienten, al escucharles, que todo lo que está sin decir hay que decirlo, y que pàra ello nos ampara incluso el derecho a la comunicación, recogido en la constitución y en otros sitios que hablan de derechos. Derecho a comunicar, como el resto de derechos, ahora mismo amenazado por quien cree que los derechos sólo son un obstáculo molesto para sus fines, siempre los mismos, siempre para los mismos.

Radio Prometea empieza en octubre con una entrevista a Radio Nikosia, para dejar bien claro quién nos inspira, todos los viernes en horario de 20:00 a 21:00. Lo más importante, desde el principio, era llevarnos bien, y para eso nos vamos de fiesta, comemos en los parques, vamos juntos a la asamblea, nos acordamos cada día de alguien a quien le puede interesar, lo llamamos, y más pronto que tarde dice que sí, que qué bien, que qué alegría, que cuánta falta hace un programa así, y vamos perdiendo la cuenta de cuántos y cuántas podríamos llegar a ser de seguir por este camino. Mientras tanto, seguimos buscando cualquier excusa para vernos, mientras organizamos, como a lo tonto, charlas y conciertos para mañana, para el mes que viene, para cuando se pueda, para ya. Y nos reímos y nos contamos y nos adelantamos a los conflictos porque no queremos enfadarnos nunca, sólo seguir con esta ilusión ardiendo siempre, como una vela-refugio, vela-viaje y vela-luz. Nos gusta hasta el miedo que nos da el directo, que conjuramos volviendo a vernos, quedando para todas las reuniones que hagan falta, dejando siempre algo para luego, para que haya disculpa, como si nos hicieran falta.

Todo esto me hace muy feliz.

sábado, 25 de agosto de 2012

Un nombre propio ( I )

Se arrastran de punta a punta de la ciudad los pasos y las penas, bajo un sol de fin de agosto cabreado: pronto van a restringirle las horas de permanencia por esta latitud, quedando en su lugar un gris pegajoso contra el que más vale estar ocupados, acompañados, o borrachos. O todo junto, no se puede pedir más. Siempre se puede pedir más, otra cosa es a quién, y con qué derecho. Mientras el sol calienta todas las decepciones pasadas y todos los líos pendientes, y baja la tensión y vuelve todo extremadamente pesado y volátil al mismo tiempo, se intenta ponerle nombre al dolor. Un nombre propio, como aquel cuarto de Virginia, un nombre que no tenga copyright psiquiátrico, más rico en matices, en causas y consecuencias, más preciso, más amargo si hace falta, un nombre que no sea "tormenta" (ya está cogido). Mientras se busca, o se espera al nombre, viene el hambre, y es bien recibida, sólo porque hay con qué saciarla, y eso, de repente, es un gran paso, es algo...bueno, saludable, no connotado, libre pues.

lunes, 20 de agosto de 2012

Pequeña actualización

Casi cuatro meses esperando un brote, por aquello de que una ruptura sentimental constituye un factor de riesgo altísimo para brotar, según los indicadores que manejan los que están titulados para manejar tales indicadores de forma oficial. Pues bien, nada de brote, excepto algún vaivén emocional tan previsible que, si no lo tuviese dadas las circunstancias, sería marciana.

Una teoría para la ausencia de brote en estos momentos es el "falso positivo", es decir, que los psiquiatras me revisen de cabo a rabo y concluyan que mi diagnóstico estaba equivocado. Se lo pueden ahorrar, ya sabemos todos que la esquizofrenia, como enfermedad, no existe. Otra cosa es que se hayan buscado ese nombre para nombrar una serie de experiencias que sí, efectivamente, he tenido muchas veces. La teoría del Falso Positivo queda descartada por inexistencia del Verdadero Positivo. Rebuscado, cierto, pero no más que denominar "síntomas negativos de la esquizofrenia" a los efectos secundarios de la medicación, por ejemplo.

Otra teoría para la ausencia de brote es que he aprendido a prevenirlos, y el aprendizaje ha sido un éxito. Aunque fuese cierto, que lo es, mi palabra vale menos que la de una milésima de psiquiatra. Todavía me siento como pillada en falta cada vez que explico que no tomo medicación (excepto algo para dormir, muy, pero que muy puntualmente, en doce años me habré tomado no más de doce pastillas de esas)Me siento, es curioso, como si estuviese siendo irresponsable. Se ve que la campaña de propaganda "Medicación Muy Importante" me está haciendo a mi también algo de efecto. Para quitarme esta molesta sensación, viajo mental, intelectual y empíricamente a regiones del planeta más avanzadas, al menos en estos temas, como ese lugar de Finlandia en el que tienen un programa de psicosis sin fármacos con 70% de éxito en remisión. Cuando llego allí, termino por decirme, aliviada: "No eres irresponsable, simplemente has usado técnicas profesionales de forma intuitiva, y si pareces marciana es porque estos son una panda de ineptos. Si se puede hacer así y no saben hacerlo, que aprendan, y si no quieren aprender, merecen que les llamen ineptos" Y ya para picar un poco, ¿cómo es que yo, una loca invisible, corriente y moliente, he aprendido, y todos estos, con sus títulos y sus congresos, siguen cebando la dichosa campaña de siempre? ¿Será porque contrasté la versión oficial con lo que me estaba pasando a mi, dispuesta a hacerme caso allí donde la versión oficial se contradecía con lo que me estaba pasando, teniendo yo más razón? ¿Será porque me di cuenta de que los efectos de la medicación sólo me sustituían una locura por otra, y lo que yo quería era recuperarme a mi, simplemente?

La última teoría es que todas estas experiencias tienen algún significado para la vida, para la forma de estar en ella y de percibir el mundo, para la forma de conocernos y estar en paz también con aquello que todavía no entendemos del todo de nosotros mismos. Quizá sirvan para reconocer el sufrimiento, para ponernos en la piel de otros, para aumentar el aprendizaje sobre la compasión, para saber algo más del miedo y de la salud, y del misterio de todo lo que sucede fuera de los laboratorios y de las revistas científicas.


Sin misterio, sin curiosidad, sin autoconocimiento sólo somos aquello en lo que quieren convertirnos, máquinas de decir a todo que sí.

viernes, 10 de agosto de 2012

Agradecimientos

A pesar de estos tiempos terribles, personalmente todo está en calma. Estoy aprendiendo, y creo que bien y rápido, a pasar con tranquilidad tiempo conmigo misma, tiempo en el que me sobran cosas que hacer en tan buena compañía. Será por eso que la otra compañía, la de los demás, se disfruta más que nunca. De todas los cambios emocionales que hice últimamente, ninguno me decepciona, aunque no todos fuesen exactamente mi voluntad, ni los haya encajado bien desde el principio. Ahora sí.

Me apetecía contar que estoy bien, que duermo bien, que como bien, que tengo mucha suerte de contar con las personas que son mis amigas, que de todas ellas aprendo un montón todos los días, con ellas, de ellas y de mí al estar con ellas. Aprender de buenas amigas, a las que quieres y admiras, es un lujo. Si lo estáis leyendo, tomaros algo rico a modo de premio, que lo merecéis muchísimo. (Eso hasta que volvamos a vernos) Nada de esto sería cierto sin vosotras, y yo quiero estar siempre así de bien, sin preocupar a nadie, sin entristecerle, sin desconfiar, sin sentirme sola cuando estoy conmigo.

Gracias

martes, 7 de agosto de 2012

Brotar, verbo vegetal

Dice el Wordreference.com (online language dictionaries), que brotar significa:

1. Nacer la planta de la tierra.
2. Salir en la planta renuevos, flores, hojas, etc.:
los olmos han brotado de nuevo esta primavera.
3. Manar el agua de los manantiales:
el arroyo brotaba saltarín.
4. Salir a la superficie una enfermedad:
brotar el sarampión.
5. Manifestarse algo de forma repentina:
la duda brotó en su mente.

Como sinónimos, sugiere:

nacer, aparecer, emerger, manar, manifestarse, salir, surgir, florecer, aflorar

Y como antónimos:

desaparecer, morir

Un ejemplo didáctico de conjugación:

Yo broto, ¿tú brotas?, porque él y ella sí que brotan, y si nosotros brotamos, vosotros que no brotáis, ¿cómo vais a distinguir cuando ellos brotan?

No aparece en el diciconario nada semejante a "brotar" en el contexto en el que yo lo conjugo, de lo cual deduzco que alguien, en algún momento de la historia, decidió, literariamente, metafóricamente, denominar un estado de conciencia de forma similar a como se denomina un fenómeno natural, vegetal, cíclico, vital. Él se había levantado poeta, sin duda, o ¿fue ella? En el Diccionario Etimológico nada se dice de "brote psicótico", tampoco en el Diccionario médico-biológico histórico y etimológico. La expresión fantasma, tendrían que hacer una película. Pero vamos a lo que interesa:

Brotar, entonces, es un fenómeno natural, vegetal, primaveral incluso, si bien no todos los vegetales eligen esta estación florida para, valga la redundancia, florecer, nacer, aparecer, etc. Si es un fenómeno vegetal, entonces podemos hablar de raíces, influencia de la luna, calidad del suelo, frecuencia de riego, cuidados, poda, injertos, reproducción, malogro, malas hierbas, parásitos, fertilizantes, luz, salvia, color, olor, sabor, ciclo de vida, textura, posibilidades decorativas, medicinales, alimenticias, por lo que también se puede hablar de recetas, composiciones florales, síntesis en laboratorio, infusiones, cápsulas,etc,y de flores, frutos, tallos, fotosíntesis, nivel de humedad, climas apropiados, especies compatibles, jardines, huertos, viveros, macetas, semilleros, influencia de la contaminación, bosques autóctonos, selvas, arrozales, cereales, gramíneas, leguminosas, trepadoras, cactus, tubérculos...

Nadie lo hace. Al poeta, la psiquiatría le dio carpetazo y despido sin indemnización, permitiendo solamente brotes homogeneizados, asépticos, monocultivados, tratados científicamente a base de química, con guante blanco y luz artificial.
A la mierda la soberanía alimentaria, la biodiversidad, la ecología, los conocimientos ancestrales y las noches de luna llena. Todo desaparecido, casi muerto. A lo largo y ancho del mundo, la mayoría de fiestas y danzas tienen su origen en los ciclos de la cosecha, que sirven de aglutinante colectivo en torno a ellos, como disculpa para reunirse, colaborar, repartir, celebrar, comer, beber, ligar, rogar y desear una cosecha sensacional, comentar y resolver problemas, dar y pedir consejo, compartir conocimientos, y hacer algo de magia, que nunca viene mal ver las cosas de otra forma, aunque sea durante unas horas, unos días, bien acompañados por historias milenarias que asientan los relatos en el lugar que les corresponde, el de incrementar el conocimiento colectivo que proviene de los sueños, de las pesadillas, de los anhelos, de los viajes, de los duelos, de lo inexplicable, de lo cada vez más rápidamente desaparecido, casi muerto.

Le llaman progreso, razón, ciencia, pomposos nombres para la máquina de arrollar culturas, en lugar de complementarse con ellas, que si se llaman culturas, por algo será.

domingo, 5 de agosto de 2012

Asesoría jurídica para personas diagnosticadas

Hoy me ha dado por pensar en la asesoría jurídica para personas diagnosticadas. Tiene que ver con que estuve revisando textos del blog Foro Andaluz de Bienestar Mental, a propósito de una entrada del blog Tira los Muros, del compañero Hilari. Después de navegar, releer y enlazar, he vuelto a navegar, buscando, oh ilusa! servicios de asesoría jurídica en salud mental. Me encuentro algo parecido vinculado a FEAFES, aunque si vas a su página web, te encuentras una sección, o ámbito de actuación, titulado:

Igualdad de oportunidades y defensa de derechos

Entras en la página en cuestión y te la encuentras en blanco. Estoy segura de que FEAFES está trabajando en ello, y no tardará en publicar contenidos. Sí aparece, en cambio, un teléfono y una dirección de correo electrónico, a través de los cuales puede obtenerse Información y Asesoría Jurídica gratuita. Con permiso de FEAFES (si a alguien le molesta que divulgue esta información, por favor que me lo haga saber), difundo aquí:

"Para contactar con el servicio gratuito de Información y Asesoría Jurídica de la Confederación FEAFES puedes llamar al 91 507 92 48, o a través del correo electrónico ceifem@feafes.com".

Este tema, como tantos otros, da para mucho. En concreto, a mi me llama muchísimo la atención, al conversar con personas diagnosticadas, que algunas de ellas no sepan si están incapacitadas legalmente o no. O que sean incapaces de hablar con naturalidad sobre la medicación o cualquier otro tema con sus propias familias, ante la amenaza, velada pero persistente, de ser ingresadas por la fuerza si sus opiniones no coinciden con las de la, vamos a llamarla, "autoridad familiar", así entre nosotros. Por esto, me gustaría saber si alguien conoce algún otro servicio de asesoría jurídica, a mayores del divulgado. Si no lo hay, habría que inventarlo, desde luego. Mientras tanto, sigo coleccionando quejas, en un ambiente de horizontalidad, de diagonsticada a diagnosticada, donde las personas hablan sin miedo a ser juzgadas, y vaya si hablan. Otra cosa es que no se pueda ofrecer mucho más que actitud de escucha, (que a veces es, justamente, el primer paso) pero poco a poco, estoy segura, se podrá ofrecer más, muchísimo más.

Si alguna persona, al leer esto, puede ofrecer más información al respecto, prometo estarte agradecida, como decía el rockero Rosendo, un chaval que me cae bien simpático, por cierto.

sábado, 28 de julio de 2012

TMA (Trastorno por Miseria Acechante)

El TMA (Trastorno por Miseria Acechante) no aparece en ninguna de las ediciones del DSM, creo, y sin embargo se extiende como una epidemia a velocidad creciente. Es relativamente nueva su proliferación por estas zonas geográficas, en otros lugares del mundo, la epidemia hace tiempo que está descontrolada. Como síntomas podríamos detectar vacío en el estómago (simbólico, o directamente fisiológico) ansiedad, desilusión, falta de proyecto, de perspectivas futuras, insomnio, apatía, crisis psicóticas, ideas suicidas, o incluso impulsos violentos que se intentan dirigir hacia las causas de los mismos.

El tratamiento es complicado, la posibilidad de medicarse para no sentir(lo) está limitada por cuestiones económicas, aquello que lo provoca es lo mismo que impide acceder a los medicamentos que lo mantendrían, digamos, en un nivel neuroléptico aceptable, desde el punto de vista de la moderna psiquiatría.

Numerosas terapias alternativas se están ensayando, con mayor o menor éxito, en diferentes espacios extra-clínicos. El autocultivo de alimentos, de forma individual o cooperativa, es una de ellas, si bien está supeditada a la disponibilidad de tierra cultivable. Otra opción es la reutilización de residuos alimenticios, práctica muy extendida sobre todo en zonas urbanas, si bien está muy limitada por determinadas prácticas de las empresas que comercializan los alimentos, que sienten en esta reutilización una competencia desleal, por lo que se sabe que han llegado incluso a rociar con lejía y otros productos tóxicos los lugares donde depositan los residuos. Los comedores sociales, terapia habitual hasta la fecha en los denominados países desarrollados, están sufriendo numerosos recortes, que dificultan la satisfacción de la demanda de sus servicios terapéuticos, debido a su imparable aumento.

Los cuidados informales, prestados fundamentalmente por familiares, amigos y otros miembros de las redes sociales, suponen un alivio considerable a los síntomas, si bien están, de nuevo, muy condicionados, en concreto a que los propios familiares no experimenten, a su vez, síntoma similares.

Los expertos esperan recomendaciones de la OMS para hacer frente a esta epidemia.

jueves, 26 de julio de 2012

¿Ni de derechas ni de izquierdas?

"No somos ni de derechas ni de izquierdas" fue un lema muy famoso el año pasado. Fuera de que yo nunca lo entendí (creo que distingo claramente entre ambas, certeza que se afianza cuanto más leo), me vuelve a resonar últimamente a propósito del endurecimiento de la crisis. Supongo que sólo puede corear este lema quien no tenga la más mínima cultura política. Los de derechas lo son a sabiendas y sus motivos (léase intereses) están muy claros. Los de izquierdas se dividen y subdividen porque siempre quieren ser más de izquierdas que el de al lado, pero a pesar de las subdivisiones, o precisamente por ellas, siguen defendiendo valores muy diferentes a los otros.

Cosa bien distinta es esa indefinición llamada centro, moderación o cualquiera de sus otros nombres, que viene siendo una palanca flex, de corte habitualemente pragmático, oportunista y, por descontado, económicamente liberal, que van campeando para arrimar la sardina a la mejor brasa, según el ambiente de la barbacoa. Esos sí que se llenarán la boca con el lema que da título a la entrada, puesto que es su estrategia habitual de camuflaje y ocultamiento para poder brujulear a su antojo.(Los fascistas populistas también son mucho de ese rollo "apolítico", hasta que se quitan la careta)

¿Y qué es, para mi, ser de izquierdas?

- Defender los derechos de las personas por encima de los derechos del capital (si el sistema capitalista no sirve para defender estos derechos, entonces es que el sistema no sirve)
- Defender la libertad de expresión, de reunión, de comunicación, de emigración...
- Defender la igualdad de oportunidades
- Repudiar toda discriminación (sexismo, racismo, homofobia...) y todo ataque a la diversidad humana por cualquier motivo.
- Defender el derecho a una vida digna, donde no caben abusos, desigualdades, agresiones, o cualquier situación de miseria, (física o psicológica) contraria a la dignidad.
- Defender un concepto de economía solidaria, ética, equitativa, cooperativa, respetuosa con el medio ambiente y sostenible por las generaciones actuales y la venideras.
- Defender el trabajo digno al servicio de la vida, no la vida al servicio del trabajo.
- Defender el derecho a una educación libre, crítica, intercultural, universal, pública.
- Defender el derecho a la salud, íntegra, pública, que fomente el autocuidado y que no deje a nadie sin cuidar, ni coaccione a nadie en nombre de ella.

Quizá la izquierda clásica no siempre fue así, aunque tuviera algunos, o muchos de estos principios en sus idearios, pero desde luego, si de todo esto va a salir, en el mejor de los casos, una izquierda contemporánea y ecléctica, no merecerá para mi ese nombre si no ofrece todo lo que expongo. Si no aspira honestamente a estos principios, ni yo ni muchas otras personas la consideraremos izquierda, por más ropaje de cordero revolucionario que se ponga. En el peor de los casos, seguiremos igual de mal, siempre con la esperanza de empeorar a diferentes velocidades, según parrilla de salida en la barbacoa infernal que amenaza con quemarnos, vivos o muertos.

jueves, 19 de julio de 2012

Personas juntas en la calle

Dentro de un rato, bajo a la manifestación. Tengo curiosidad por ver esa unidad sindical y social de la que tanto hablan los medios de comunicación, tengo ganas de ver en el misma pancarta de cabecera logos tan distintos, desde sindicatos mayoritarios y tibios hasta otros mucho más modestos y en cambio más combativos, más radicales en sus planteamientos, radicales en el mejor de los sentidos. Dicen que hasta un sindicato de policías estará en dicha pancarta, supongo que vestidos de calle y desarmados, lo cual es un alivio, así para afrontar la tarde.

Espero encontrarme a tanta gente que no me de tiempo de saludarlos a todos, o sí, por qué no, toda la tarde repartiendo besos y abrazos. Un poco de ilusión de que se puede, aunque nunca se sepa lo que se quiere. Habitualmente estos grandes acontecimientos de despertar de la sociedad civil me pillan un poco flipada, o me hacen flipar, nunca se sabe si fue primero la gallina o el huevo. Hoy estoy despierta y atenta, supongo que intentaré hacer una crónica a posteriori.

Nos vemos en la calle.

martes, 17 de julio de 2012

Hechizos

Dice la wiki que "El hechizo es un acto mágico que pretende producir efectos sobre la realidad mediante procedimientos sobrenaturales"

Soy de las que pienso que la cultura ha modificado de tal forma la naturaleza, que para bien o para mal puede considerarse que está ya, en muchos aspectos, por encima de ella. Suena al eterno debate entre naturaleza y cultura, de forma que, en cierto sentido, los procedimientos sobrenaturales no serían sino aquellos que derivan de la cultura, cuando esta es capaz de producir cambios en la naturaleza...humana? Pues claro. La historia de la humanidad es la historia de su cultura, de su magia por tanto, de sus cambios, de sus avances (dejemos las oscuridades en su rincón oscuro). En la locura, en su mantenimiento o recuperación, la magia juega un importantísimo papel, más allá de explicaciones biologicistas, muchísimo más allá.

El hechizo que produce cambios imposibles de explicar desde el modelo biológicista incapacitante cronificante puede tener forma de amigos, de aficiones, de parejas, de proyectos, de viajes, de estudios, de descubrimientos, de deporte, de confidencias, de lo que queramos añadir. Todos ellos factores culturales, sociales si se quiere, elementos mágicos de cambios. Factor cultural también es el invento de todas las medicaciones, hechizantes también a su particular manera, capaces también de producir cambios, cuya cuenta final ventajas-desventajas debería ser asunto, prioritariamente, de quien las consume, por encima de otros actores que gravitan alrededor del loco cliente. La labor de un profesional psiquiatra, a la hora de expedir recetas de psicofármacos, debería consistir en informar honestamente de su funcionamiento, efectos positivos y negativos, y también alternativas a su consumo. Si un psiquiatra no es capaz de ofrecer alternativas al consumo de fármacos, habiéndolas, es que no es un buen hechicero, no consultó los suficientes libros de hechizos, se está quedando atrás en la formación permanente, y poca magia, o muy pobre en recursos, podrá hacer. No es honesto hechizar sin consentimiento, eso acostumbra a percibirse como mal de ojo (¿clínico?), y no se recibe con agrado ni provoca bienestar, más bien todo lo contrario, de forma que la rueda loca gira y gira sin parar, atrapada en un hechizo feo y con sensación de estafa, más mal de ojo y menos alegrías, si cabe.

Mis hechizos preferidos vienen de las personas a las que admiro, siempre. Personas amigas y compañeras, con las que hablo, y río, y lloro, con las que me siento bien, personas vivas y cercanas, o personas a las que no conocí, pero que me dejaron sus libros, su música, sus películas, sus teorías, sus aciertos o desconciertos, sus crónicas de viajes en cualquier caso. Todas maestras, todas mágicas.

martes, 10 de julio de 2012

Radio Prometea

En Septiembre, arranca Radio Prometea en Radio Cuac.Fm, la radio comunitaria de mi ciudad. Quiero pensar que Radio Prometea promete, sobre todo sorpresas. Para empezar, la sorpresa de reunir a unas cuantas personas que, con diagnóstico o sin él, están por la labor de no permitir que nadie sea discriminado ni excluido por tenerlo (o por no tenerlo, al paso que vamos, dentro de poco los no-locos serán un colectivo marginado y minoritario, que vendrán corriendo a hacerse las víctimas, acomplejados por llegar tarde a la fiesta de la reivindicación, pobres). Quizá ese sea, en principio, lo que tengamos en común, porque no tengo ni idea de nada más. Tengo una lista interminable de personas entrevistables, eso sí, y ya desde aquí os voy pidiendo permiso para cuando llegue el momento de la llamadita.

Noto, en general, que hay bastante descontento con el control que los psiquiatras ejercen sobre sus pacientes, con las intervenciones de "emergencia" y toda su parafernalia de policía y ataques a la dignidad de las personas diagnosticadas, como una historia que me contaron de un chaval que fue inyectado en plena calle, a la vista de todos los vecinos. Me resuena igualmente el control desproporcionado de las familias, de ese tipo de familias ingenuas, que creen a pies juntillas que tienen un hijo sin capacidades, y que piensan, ingenuamente también, que van a vivir eternamente para "protegerles", manteniéndoles alejados de toda actitud hacia la autonomía, y patologizándolos, incluso, cuando estas actitudes se producen. Familias que se lamentan, e incluso se avergüenzan, de tener un hij@ loc@, pero no hacen nada, o hacen todo lo contrario, para que las diferencias con los hijos de los demás sean menores, o cada vez más llevaderas.

Entre las personas ilusionadas con el proyecto, hay intereses tan diferentes que sólo puede salir bien, hay amantes de la música, de los cómics, de la literatura, de la tecnología, de la cerámica, de los viajes, de las causas sociales, de los animales, de las plantas, fans de las abuelas e incluso de las pastillas, hay de todo. La sensación de que está todo por hacer produce vértigo y adrenalina a partes iguales, hay quién necesita empuje, y hay quien necesita freno, esperamos poder ofrecer, y ofrecernos, todo esto y mucho más.

L@s compañer@s de Nikosia, cual faro de las ondas, se han ofrecido a darnos, y de hecho ya lo han dado, apoyo y consejo, cosa que desde aquí y desde ya les agradecemos, y para lo cual nos faltan tiempo y palabras, palabras para Almu, para Raúl, para Joan (un abrazo grande, amigo valiente), para Dolors y Xavi, para tod@s los demás.

Creo que podemos contar con una media docena de personas para empezar este viaje a la inmateria, a la tierra de la imaginación, donde están las rutas hacia lo que más nos gusta de nosotros mismos. Esperamos poder ampliar el mapa semana a semana, sin olvidar que el mapa no es el territorio, y que los dogmas son pésimos compañeros de cualquier viaje. Esperamos también que, leyendo esto, te entren ganas de viajar con nosotr@s, en ese caso, si vives en Galicia, déjame tu email en un comentario, para poder enviarte información más concreta.

Despegamos...

lunes, 9 de julio de 2012

Dentro del laberinto

Ayer me desperté con la metáfora del laberinto.

Delirar, puesto que no es más que tener que elegir entre opciones de interpretación de eso que llaman la realidad, se parece a entrar en un laberinto de caminos posibles. Las opciones estarían pintadas en las paredes, y es como recorrerlo leyendo tales pintadas, perdiéndose y desandando rutas a menudo. Pintadas espontáneas, ilegibles por veces, huellas de todo tipo de personas, informaciones y culturas anteriores. Pintadas que nos seducen, o nos preocupan, o nos iluminan con la fuerza de un clic o descubrimiento. Pintadas que convertimos instintivamente en símbolos, y es que el laberinto es un mito. Los mitos, ya se sabe, son cuentos mágico-pedagógicos que se transmiten de generación en generación, cuya función es aportar una explicación, metafóricamente, de cualquier aspecto humano. Luego siempre hay quien los toma al pie de la letra, tampoco lo recomiendo.

Lo que llaman curación consistiría entonces en dos cosas:

- Encontrar la salida, volviendo a una senda más transitada, más lineal, más segura en todo caso, pero con la memoria de haber estado ahí, y con la memoria también de la ruta de salida, no sea que toque volver a entrar.

- Aprender a vivir en el laberinto, montarte allí tu casa, tus planes, invitar a tus colegas a perderse un poco contigo, también. Si eliges esta opción, encontrarás canales de comunicación con el camino de fuera, hoy en día la comunicación no es ningún secreto, y las redes sociales acogen a todo tipo de refugiados, sea en modo virtual o físico, sólo hay que saber con quién juntarse. El hecho de encontrar personas que no te juzguen por una idea delirante es un principio de compañía y apoyo, probablemente sea también un paso en la búsqueda de la ruta de salida (por aquello de ver mundo, siempre gratificante para mentes inquietas).

jueves, 5 de julio de 2012

Derechos, ay, los derechos...

La visita de Almu estos últimos días me ha dejado el cerebro a cien por hora. Y aunque necesito un descanso que me estoy tomando desde ya, me da por descansar leyendo a Itziar Ziga y su rotundidad. Alguna que otra vez, a lo largo del libro Un zulo propio, más que recomendable, nos incluye a las locas como resistentes. Impactante el capítulo en el que habla de la anorexia como pretexto para el maltrato institucional y social, siempre en nombre de la salud, cómo no, hasta el moño estoy de la salud como pretexto. En nombre de la salud (¿mental?, ja)llevamos siglos soportando aberraciones, desde que las locas éramos como los ratones de laboratorio para diversos tipos de nazis hasta las actuales formas refinadas, y no tanto, de tortura, blancas como la bata que las porta. La bata blanca, como autoridad, autoriza secuestros, lesiones, inmovilizaciones, encierros físicos y químicos, la bata blanca se carga también, bastante a menudo, presunciones de inocencia, proyectos de vida, autonomías, autoestimas y autocuidados. También sé que hay buena gente bajo el impoluto blanco de la bata, buena gente que se moja por los pacientes y sus derechos, y no se limita a mantener su bata blanca reluciente, diagnosticando a diestro y siniestro, básicamente, lo que haga falta.

A este lado de la bata, o ya lejos de ella, las cosas se observan desde la subjetividad más tozuda, lo único que sirve como patrón de análisis y combate contra una de las objetividades más falsas que ha parido la ciencia. Estoy cabreada, y se nota, y tiene que notarse. Me leo el último editorial de Infocop, ese que se titula "Se cuestiona el modelo biologicista en salud mental", seguido de "La caída del imperialismo farmacológico en salud mental", "Frente al cerebrocentrismo, psicología sin complejos" y "Los fármacos antipsicóticos tras sesenta años de su descubrimiento: ¿Un hito histórico en el tratamiento de las psicosis?". Lo leo, lo difundo, lo comento con amigas, diagnosticadas o no, y una de ellas me dice "Ostras, y yo diez años comiendo pastillas para que me digan ahora que no se sabe si funcionan... es que es para que nos indemnicen" Y eso que ella todavía no tiene disquinesia, ni síndrome metabólico, ni diabetes, pero sí lagunas de memoria, disfunción sexual y ralentizamiento mental, en forma de dificultades para la concentración. Yo me acabo de sacar un máster con notazas, desafiando a la profecía de deterioro si dejaba las pastillas y seguía teniendo viajes delirantes.

No soy una activista antimedicación, soy una activista antipitorreo, antioscurantismo, anti-tratar-a-las-locas-como-si-fueran-gilipollas, y de todo eso me cabrea encontrarme más veces de las que me gustaría a personas medicadas a las que no les explican nada, ante las que hacen oídos sordos a sus peticiones de reducción de la medicación. Y todo este pitorreo en nombre de la salud, eufemismo de la seguridad ciudadana, como afirma sin complejos el magistrado Juan Antonio Xiol, en su más que recomendable libro de reciente publicación Autonomía del paciente, responsabilidad patrimonial y derechos fundamentales. Derechos, ay, los derechos.... me entero por Almu de que el 90% de las empresas de más de 50 trabajadores, obligadas por ley a contratar a personas con discapacidad, se la pasan por el forro. Me entero todos los días, cuando saco el tema, de que la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad (ONU,2006) suena como una leyenda urbana, por lo que resulta más que difícil explicar lo que yo creo que es claro como un manantial, a saber:

- Que la Convención equipara los derechos de todas las personas, con discapacidad o sin ella
- Que la convención equipara los derechos independientemente del tipo de discapacidad, sea física, psíquica, sensorial o mental

Dicho esto por millonésima vez, todavía hay quien fantasea con el TAI (tratamiento ambulatorio involuntario), todavía hay quien no sabe que el ingreso involuntario es inconstitucional (aunque de momento no es nulo),según sentencia 132/2010, al considerar que "el internamiento involuntario es una medida privativa de libertad que afecta de lleno al derecho a la libertad y a la seguridad reconocido en el art 17 de la Constitución Española y que, en consecuencia y conforme al art. 81.1 de la misma Constitución debe ser regulado por una ley orgánica, carácter del que carece la Ley de Enjuiciamiento civil" que lo regulaba hasta entonces (la misma ley que pretendía regular el TAI) Bueno, está claro que regular no implica, en principio, eliminar, pero también está claro que si se elabora una Ley Orgánica en torno a este asunto, en concreto una Ley Orgánica de protección de los derechos de las personas con discapacidad (como viene proponiendo Carlos Varela, fiscal general de Galicia), o mejor aún, y ya viene tocando, una Ley Orgánica de promoción de la Igualdad y la no discriminación de las personas con alguna discapacidad. Y si estos asuntos prosperan, (quizá cuando pase la crisis, ja), el punto de partida, el acuerdo de mínimos, es la Convención de la ONU. O eso, o nada.

A la luz de la Convención... ¿qué pintan los tratamientos forzosos, las unidades de psiquiatría cerradas, las contenciones mecánicas...o simplemente que te traten como si fueras gilipollas? Si alguien tiene argumentos a favor o en contra de lo que estoy contando, por favor pásate por los comentarios y dime algo.

miércoles, 27 de junio de 2012

Radio Nikosia en peligro

Como véis en el título, Radio Nikosia está en peligro. Y lo está porque lo está CONTRABANDA.FM, su radio madre. A continuación difundo el texto que colgaron en su página, explicando la situación, se ruega muchísima difusión y apoyo:


"Desde hace unos días sabemos que la emisión de Contrabanda por la FM está en peligro. Desde la Subdireción General de Ordenación del Espacio de Comunicación Audiovisual de la Generalitat de Cataluña nos llegó la orden de cierre del centro emisor del Turó de Rovira, donde se encuentra la antena de la radio. Se trata de un plan integral que pretende regular las emisiones que se hacen desde el Carmelo, sin tener en cuenta la particularidad de las radios libres y no-comerciales, sobre las cuales no hay ninguna legislación específica (la ley 22/2005 del 29 diciembre, Llei Audiovisual de Catalunya, contempla la existencia de radios sin ánimo de lucro pero no concreta el acceso a licencias). Seguir emitiendo desde el Turó, superado un plazo de 20 días desde el aviso, nos supondría la imposición de una multa de más de 100.000 euros por parte de la Administración.

Si esta amenaza se cumpliera, podría suponer que en muchos barrios de Barcelona no llegue la señal de ninguna radio libre, ya que se suma a las interferencias que Mola FM provoca al 96.6 de Radio Bronka y Radio Pica desde hace casi dos años y Rock'n'Gol a Radio Línea IV al 103.9.

Desde sus inicios hace más de 30 años, las radios libres catalanas han vivido cierres , sanciones de todo tipo, desplazamientos forzados del dial e interferencias tanto por parte de emisoras comerciales piratas como por emisoras legales, que emiten con una potencia mayor a la permitida.

Esta es una nueva ofensiva contra las radios libres y medios alternativos en el contexto político actual de recortes sociales, económicos y de derechos. La onda represiva contra las movilizaciones que se le oponen, la falta de comunicación y transparencia desde las altas esferas y el silenciamiento de los únicos canales no dependientes del juego político y del mercado, forman parte de una misma estrategia.

Contrabanda FM, con su funcionamiento asambleario y autogestionado, sin subvenciones, publicidad ni patrocinios, da voz a proyectos sociales y culturales y difunde problemáticas que no tienen cobertura en los medios convencionales. En este momento participan una treintena de programas que difunden temáticas y realidades diversas, con una pluralidad de perspectivas que contrasta con la estructura monolítica de la comunicación de masas.

No podemos renunciar a emitir por el dial 91.4 de la FM. Y por eso, pedimos el apoyo de todos los colectivos, entidades y personas que han participado en las emisiones de Contrabanda FM; de todas aquellas que nos escucháis desde hace tiempo; de las que nos han descubierto hace poco y de las que aún no nos conocéis.

Contrabanda FM es de todas y no nos harán callar."


Pues ya conocéis la situación. Para apoyar y obtener más información, os dejo aquí la dirección:

http://contrabanda.org/contrabanda/