lunes, 24 de septiembre de 2012

Vida en el exterior de las palabras

Es difícil, o raro, escribir cuando las cosas van bien. Parece que si no hay delirios, o malas noticias que comentar, no tiene sentido.
Ahí fuera (en el exterior de las palabras) triunfan las comedias románticas precisamente porque hay un amplio sector de personas que quieren historias bonitas, que acaben bien, que "no les hagan pensar" (esta frase es cada vez más frecuente). Las comedias románticas, en el cine, suelen terminar cuando empiezan las dificultades, o al menos cuando acaba una cierta fase de sueño, ese bonito delirio que es enamorarse, pensar en otra persona como un complemento perfecto para una vida normal como la nuestra, que dejará de serlo, para ir a mejor, gracias a la fantasía de sus posibilidades proyectadas en el tiempo, al lado de esa persona. Hay quien, simplemente, proyecta esos sueños en el aquí, sin grandes desplazamientos. En cualquier caso, la de hoy no es una comedia romántica.

Y sin embargo las cosas van bien, esa mezcla de ritmo, tranquilidad, sorpresas agradables, tareas pendientes que se ven como regalos, ausencia de miedos. Y sin embargo, es difícil escribir cuando las cosas van bien. Espero tener que acostumbrarme, y en pleno otoño, quién nos lo iba a decir.

2 comentarios:

  1. yo con el otoño me pongo paranoico perdido,or el otoño, el frío,el camino inexorable hacia las navidades. Últimamente reviso mas pelis de amplio espectro del pasado, que actuales..ah y de todo género*

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  2. Hola Kapde, no te pude contestar antes porque siempre que entraba me fallaban los comentarios, a veces me pasa. El otoño, con el cambio de luz, es jodido, yo tuve algunas épocas paranoicas coincidiendo con esta época. Descubrí que la mejor terapia era estar ocupada, y por eso estudio. Estudiar me da un motivo para pasar las tardes de invierno en casa, con mi estufa, mi flexo, mi tabaco, me siento a salvo y con la cabeza muy centrada. Quien dice el estudio dice otra actividad que te guste y te ocupe tiempo durante muchas tardes.
    Ojalá te sea leve el invierno, aquí me tienes para contármelo.
    Un abrazo grande!!

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