martes, 2 de octubre de 2012
Terra da fraternidade
Hace un rato, en una de mis incursiones nocturnas modelo "no me apetece irme tan pronto a casa", terminé la noche en un bar que puedo considerar amigo. Sin embargo, me encontré con una discusión, a mi parecer estéril y cansina, sobre la conveniencia, o no, de entonar cánticos comprometidos políticamente (o humanísticamente, a estas alturas de la posmodernidad), a ciertas horas de la noche. Mi postura, como podéis imaginar, es que cualquier hora es buena, y bienvenida, para que cualquiera tome conciencia, borracho o sereno, de algo sobre lo que, hasta ese momento, no lo había hecho. Cualquier hora es buena para descubrir una canción, una letra, un argumento, un sentimiento, cualquier cosa novedosa que permita mover sus pensamientos de un lado a otro, menearlos, ponerlos a prueba, abrirlos o cerrarlos, insisto, para todo esto cualquier hora es buena.
Sin embargo, a menudo me olvido de que los puristas, de lo que sea, no duermen jamás. En cualquier momento están dispuestos, y alertas, para ejercer censura, corrección, sentido de la medida e, incluso, por más contradictorio que pueda parecer, sentido de lo sagrado, de sus ritos y rituales sobre lo correcto y lo incorrecto, lo que viene a tiempo y lo que ofende, lo que está dentro y fuera de lugar, por más que, entre la maraña de ideas ideológicas, figure cierta aversión cuasi genética a lo religioso. O eso creen ellos, abominando de lo religioso pero devolviendo lo sagrado al lugar del símbolo, del momento elegido por los sabios, del momento institucionalizado por la historia de lo sagrado alternativo, que no por ello menos sagrado. Como por ejemplo, un dos tres responda otra vez, el lugar y hora para cantar "Grándola Vila Morena", canción popular portuguesa, vinculada al 25 de Abril de 1974, que nos recuerda que sólo una cierta idea de fraternidad entre los oprimidos podrá devolvernos al territorio necesario de lo humano.
De vuelta a casa, no me cabe en la cabeza. ¿Hay hora para Grándola Vila Morena? Desde luego que, si a continuación la enlazo, cada cual juzgará que la hora buena será aquella en la que se quiere darle al play. Para salir de dudas, y para quien no entienda portugués, diré que esta canción habla de una de las tres palabras ideales de la muerte de la revolución francesa: "fraternidad", la más desatendida de las tres, progresivamente sustituida por solidaridad, por obra y gracia del feminismo, que sustituyó frater (hermano) por solidaridad (vinculada a la palabra soror-hermana). A mayores, no puedo resistirme a comentar que, entre los logros del feminismo, figura el de la invención de formas de lucha pacífica, en tiempos, los de las sufragistas, anteriores a Gandhi, quien la popularizó de forma internacional con la declaración de independencia de la India.
Y ahora sí, os dejo con Grándola, Vila Morena, a deshoras, of course:
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Paula, publiques a la hora que publiques nos gustan tus reflexiones. Tenemos una máxima en muchas de los grupos que llevamos a cabo en esta unidad y tu lo has expresado prácticamente como nosotros lo hacemos: " Cualquier hora es buena para descubrir una canción, una letra, un argumento, un sentimiento, cualquier cosa novedosa que permita mover sus pensamientos de un lado a otro, menearlos, ponerlos a prueba, abrirlos o cerrarlos, insisto, para todo esto cualquier hora es buena".
ResponderEliminarSaludos.
José Afonso, en particular con Grandola.., siempre tiene la virtud de evocar las mejores emociones. Sí, y espero me perdones por dejar hablar a la voz de la experiencia, viene a cuento por eso de cualquier hora es buena, y bienvenida, para ..
ResponderEliminarEn cierta ocasión, un grupo de amigos obligamos a disfrutar al vecindario de la música más excelsa a las horas más intempestivas. (Por la época, se trataba de Doors, Rollings, Pink Floyd, Uriah Heep, Led Zeppelin, etc.)
Uno de los vecinos, lleno de gratitud, decidió compartir su dosis de música con nosotros. Eligió Wagner, en concreto la Cabalgata de las Walkirias, para iniciar su repertorio a tantos decibelios como pudo. Y el momento que encontró más oportuno fue a las 7 de la mañana.
No todos los amigos fuimos capaces de apreciar tamaña generosidad, pués resulta difícil cuando el cuerpo pide reposo.
Vamos, que el sentido de la oportunidad -casi tan escaso como el sentido común- también es importante.
Abrazote,
LA MÍSERA ES VISIBLE *ENTONA LA I PARA AFINAR EL ESTOMAGO*
ResponderEliminarPere, si la disculpa hubiera sido el horario nocturno...pero era el asunto simbólico, la seriedad litúrgica.
ResponderEliminarPor cierto, felicidades por la charla de Lanzarote, y eso que sólo vi un resumen.
Un abrazo.
Kapde, no lo pillo, estoy cortita.
ResponderEliminarUn abrazo