jueves, 31 de enero de 2013

R. D. Laing, of course (Documental)

Atención a este documental:

 Asylum, documental dirigido por Peter Robinson en 1972

"La película resultante, Asylum, registra su estadía de siete semanas en la controversial Comunidad Archway, fundada por el psiquiatra radical R. D. Laing: una casa-asilo en Londres que es literalmente dirigida por los pacientes. La convicción de Laing de que los esquizofrénicos sólo pueden curar su destrozado "yo" donde sean libres y todavía responsables de sus acciones, retó a pacientes, doctores y, en este increíble documento, al equipo de filmación, a vivir comunitaria y pacíficamente." [The New York Times]"

Documental

sábado, 26 de enero de 2013

Delirios cognitivos

    Delirar, lo que se dice delirar, ya hace tiempo que no. Como siempre, el estudio me mantiene en el lado de aquí, pero el estudio no es inocente ni inofensivo. La pelea de la mente consigo misma, y con las otras, para ordenar las ideas que tan fácil salen en las conversaciones de licor café es tan estimulante como agotadora. Hay que citar a gente seria, y leer sus trabajos, claro, buscar en el océano de cabezas pensantes aquella de la que más amiga te puedes hacer, aquella con la que tendrías conversaciones interminables. Y luego, además, ser crítica con ella, traerla a lo contemporáneo cuando está muerta, devolverle la vida y ponerle  al día de lo que pasó desde que se fue. Algo así.

  Mola cuando te asalta con nocturnidad y alevosía, para llevarte la cabeza de marcha cuando menos te lo esperas. "Pero...¿ahora? Si mañana tengo que madrugar..." O al revés, cuando la esperas y no viene, y en su lugar viene una sensación pesada y circular de estar borracha de conceptos desordenados, y te dan ganas de salir corriendo y gritar "¡¡¡¿Quién me mandaría meterme en esto?!!!" Hoy es uno de esos días, me apunto a la borrachera clásica, que es sábado y ya son horas. Salud.

 En conjunto mola, lo recomiendo mucho, no hay quién se aburra.

domingo, 20 de enero de 2013

Bioética para loc@s

     Más allá del concepto más que controvertido de enfermedad, cuando se habla del mundo de la mente, la locura y el sufrimiento psíquico, emocional, o simplemente existencial, la palabra cuidados adquiere vida propia. ¿qué significa cuidar a una persona cuyas percepciones o interpretaciones de la realidad están lejos de coincidir con las de su círculo más cercano? ¿Cómo entender y ayudar a alguien  a quién queremos, cuando le vemos encerrada en si misma, pensando en el suicidio, autolesionándose, o emitiendo un discurso aparentemente sin sentido alguno?

  En bioética, los principios fundamentales son estos:

 - Autonomía:  Es la capacidad de las personas de deliberar sobre sus
finalidades personales y de actuar bajo  la dirección de las decisiones que
pueda tomar. Todos los individuos deben ser tratados como seres autónomos y
las personas que tienen la autonomía mermada tienen derecho a la protección

 - Beneficencia: “Hacer el bien”, la obligación moral de actuar en beneficio de los
demás. Curar el daño y promover el bien  o el bienestar. Es un principio de
ámbito privado y su no-cumplimiento no está penado legalmente.

 - No-maleficencia: Es el  primum non nocere. No producir daño y prevenirlo.
Incluye no matar, no provocar dolor ni sufrimiento, no producir incapacidades.
No hacer daño. Es un principio de ámbito público y su incumplimiento está
penado por la ley.

 - Justicia: Equidad en la distribución de cargas y beneficios.  El criterio para
saber si una actuación es o no ética, desde el punto de vista de la justicia, es
valorar si la actuación es equitativa. Debe ser posible para todos aquellos que
la necesiten. Incluye el rechazo a la  discriminación por cualquier motivo. Es
también un principio de carácter público y legislado.

  Sin ser del todo conscientes, los dilemas bioéticos se nos presentan, a las personas diagnosticadas y a nuestras personas queridas, con bastante frecuencia. Cada vez que alguien mínimamente informado sospecha que otra persona puede estar delirando, la tendencia a ponerla en manos de un psiquiatra (¿beneficencia?) choca frontalmente con las consecuencias para la vida de esa persona que tendrá esa acción, consecuencias como el diagnóstico, la medicación, las profecías de cronicidad, los posibles malos tratos en el hospital en forma de contenciones mecánicas, medicación forzosa, alienación, falta de comprensión a su proceso delirante (lo primero... ¿no hacer daño?).

Es triste pensar que el dilema anterior se produce sólamente porque sabemos que, en tal hospital, no se va a respetar otro de los principios, el da la autonomía. Me paro a reflexionar sobre una de las frases de la explicación de este principio: "Todos los individuos deben ser tratados como seres autónomos y
las personas que tienen la autonomía mermada tienen derecho a la protección"

Autonomía mermada...: A menudo, y según la ideología más o menos biologicista del psiquiatra de turno, o más o menos libertaria en cuanto al peso relativo de la balanza riesgo-seguridad (como diría el psiquiatra Guillermo Rendueles, o más recientemente, el psicólogo Rufus May) el concepto de autonomía mermada va ligado a un determinado diagnóstico. Para los psiquiatras biologicistas, la mera "existencia" ("sentencia" sería más preciso) de determinados diagnósticos supone, como por arte de la magia nombradora, una merma automática de la autonomía. Así, la autonomía, y con ella el derecho de esa persona a que se le respete ese principio, queda fuera de cuestión, pasando a aplicarse, como sustituto, el principio de la protección.

Protección....: Como acabo de decir, la protección es el pariente pobre de la autonomía, en cuestiones de justicia. Allí donde no eres plenamente humano, plenamente individuo, plenamente sujeto según los principios liberales, allí estará quien sí lo es (El psiquiatra, el juez, el estado...para protegerte, para desposeerte de tu autonomía por una buena causa) La protección es, pues, la legalización del paternalismo, ese enemigo secular de la autonomía. Que se lo digan a las mujeres, a los niños, a las personas de piel no clara a lo largo de la historia, y por supuesto, a nosotras, las locas.

Ahora bien, ¿no choca la protección con el principio de Justicia? Este principio de la justicia incluye "el rechazo a la discriminación por cualquier motivo". Y hablando de justicia...y de leyes...¿no hay una Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad (ONU, 2006) vinculante, que establece el principio de no-discriminación y de igualdad ante la ley? Esta Convención equipara en derechos a las personas con y sin discapacidad, así como a las personas con discapacidad entre sí, independientemente del tipo de discapacidad (física, psíquica, sensorial...)

Así que me pregunto, ¿en qué medida afecta esta Convención a los presentes y futuros dilemas bioéticos en salud mental? Como detalle complementario, unos párrafos del informe de la ONU dedicado a la observancia y cumplimiento de esta Convención en España (Comité para España, Conclusiones)

   "Preocupa al Comité que no se hayan tomado medidas para reemplazar la sustitución en la adopción de decisiones por la asistencia para la toma de decisiones en el ejercicio de la capacidad jurídica.

      34. El Comité recomienda al Estado parte que revise las leyes que regulan la guarda y la tutela y que tome medidas para adoptar leyes y políticas por las que se reemplacen los regímenes de sustitución en la adopción de decisiones por una asistencia para la toma de decisiones que respete la autonomía, la voluntad y las preferencias de la persona. Se recomienda, además, que se proporcione formación sobre esta cuestión a todos los funcionarios públicos y otros interesados pertinentes.

Libertad y seguridad de la persona (artículo 14)

35. El Comité toma nota del régimen jurídico que permite el internamiento de las personas con discapacidad, incluidas las personas con discapacidad intelectual y psicosocial ("enfermedad mental"), en establecimientos especiales. Le preocupa que, según se informa, se tienda a recurrir a medidas urgentes de internamiento que contienen solo salvaguardias ex post facto para las personas afectadas. Le inquietan igualmente los malos tratos de que, según se informa, son objeto las personas con discapacidad internadas en centros residenciales o en hospitales psiquiátricos.

36. El Comité recomienda al Estado parte que revise sus disposiciones legislativas que autorizan la privación de libertad por motivos de discapacidad, incluidas las discapacidades mentales, psicológicas o intelectuales; que derogue las disposiciones que autorizan el internamiento forzoso a causa de una incapacidad manifiesta o diagnosticada, y que adopte medidas para que los servicios médicos, incluyendo todos los servicios relacionados con la salud mental, se basen en el consentimiento otorgado con conocimiento de causa por el interesado."


 

domingo, 6 de enero de 2013

Elecciones

O me quedo como estoy o cambio. Esa es la cuestión. ¿Esa es la cuestión? El problema es que la disyuntiva es falsa, ambas opciones son imposibles hasta cierto punto. Habría que matizar, pero es demasiado complejo. Sería una historia de vida, llevará años encontrarme. Pero se mueve, y es importante. Voy a volver a Deleuze, entre otros planes inmediatos (ahí me había quedado cuando todo empezó) La revolución no está en ningún sitio ni tiempo concreto, se lleva puesta aunque los retrocesos duelan. Hoy tocó pastilla para dormir, que todos los males sean esos, y mañana ya veremos. Buenas noches.