jueves, 6 de septiembre de 2012

Un cuento de otoño

La entrada anterior, "Dentro del laberinto: Radio Prometea va" era como de cuento de hadas. Yo sé que las hadas no existen, al menos no tal y como aparecen en los cuentos, con esos vestidos vaporosos y esas alitas transparentes, por no hablar de las cursis coronas de flores. Y sin embargo, existen los cuentos. Un cuento es una historia llena de magia, con su argumento, sus personajes, sus sucesos extraordinarios.

Radio Prometea es un cuento para dormir mejor. Cuando todo parece llevarnos a la desesperanza, construir un mundo propio desde el principio supone detener, de alguna forma, el tiempo oscuro que nos toca vivir. Detenerlo o dejarlo en suspenso, alejarse un poco, crear un paréntesis donde todo es posible, una pequeña plataforma desde la que tomar impulso contra todo lo gris. Una pequeña acción colectiva llena de ilusión, de nervios, y de ideas, una fábrica de otra cosa. Un lugar nuestro para compartir lo que quizá llevaba demasiado tiempo silenciado, por falta de palabras, o de oyentes. Es curioso pensar que este mundo mágico lo estamos haciendo personas acostumbradas a sufrir, y de alguna forma lo estamos haciendo como un acto de reciclaje de todo ese sufrimiento. Pero además de la experiencia de sufrir (las paranoias, las voces, la apatía, las pastillas, los ingresos, los bloqueos...por citar sólo algunas), a pesar de ella o precisamente por ella, la alegría de todo esto que tenemos entre manos es más fuerte, porque es un proyecto chulísimo, y saberlo, y sentirlo, da mucha fuerza.

Radio Prometea, tierra de imaginación.
Atent@s a sus maravillas, prevenid@s contra sus trampas.
Érase una vez otra radio muy loca...

4 comentarios:

  1. Gracias Jesús, contamos contigo en la distancia, ya te avisaré, muchos abrazos!!

    ResponderEliminar
  2. Gracias a ti Kapde, por venir a visitarme y hacerme saber que te gusta lo que encuentras. Un abrazo, compañero, cuídate mucho y no dejes de venir.

    ResponderEliminar