lunes, 11 de abril de 2016

Más poeta que meiga

Porque renuncié a mis poderes mágicos para hablarte al oído, ahora me salen las palabras, porque tú las escuchas. Ahora la realidad parece las vacaciones de la realidad. Me voy preparando para cuando te vayas, por si acaso.

Y así, sin rima ni cartón, ya no era yo ni mis circunstancias, sino palabras contra el monstruo. Música que aún no existe, y esperarte... un poquito... (sin miedo, ¿eh?) Porque no es cierto que vayas a venir de vacaciones a mi casa, ni que cesen mis dolores con tu amor. Eso, más que poesía, sería fanatismo.







 

lunes, 4 de abril de 2016

Una tarde cualquiera

 Una kora y un contrabajo. Enchufo los altavoces para dejarme mimar, pienso en mi verbo preferido: arrebujarse.

Sentirse a salvo haciéndose un ovillo en la cama, bien tapadita. Llorar, si se necesita, cualquier dolor. Pensar que voy a quedarme dormida muy pronto, y quizás soñar. Respetar la tristeza para recibir con los brazos abiertos la alegría, cuando por fin se anime a volver. Porque volverá, ¿verdad? La música dice que sí, que volverá a hacernos reír. Aunque vuelva a marcharse después.

Al fondo hay un recuerdo de ternura irrenunciable para quien sepa lo que es amor del bueno. Pero yo no me quería poner romántica, solo quería abrir todas las puertas para que el aire me hiciese temblar, yendo y viniendo. Hasta que cambió el viento, llegando el que era esquivo y desconsiderado, que no hacía temblar sino de frío. Siendo el mismo aire, cambiando solo la dirección. Algo está pasando con las corrientes, con el hielo, con las estaciones...algo pasa con los ciclos lunares, con sus complejidades, con sus sueños y solsticios. Un olvido milenario de la ternura, ahogada en el ruido de los juegos de horror-odio, rancios, repetidos, hirientes, mitológicos. Qué aburrimiento la mitología, por favor, ya se encargó el psicoanálisis de recrearla para gloria de los menhires de siempre, los de la aldea gala y la fuerza bruta, que si la pócima iba a servir solo para eso, haberse tomado una seta.


domingo, 3 de abril de 2016

Tres semanas

Tristeza

 Me gustaría estar alegre, pero es difícil. En mi río subterráneo, y no tanto, hay sucesos que murmuran constantemente que no es tiempo de alegría. Sin embargo, es primavera, y eso siempre tiene algo de bueno. Intentarlo todo sin exigirme nada, abierta a llorar o cansarme de forma (im)previsible. Tengo derecho a llorar y a cansarme, tiene todo el sentido. No tiene sentido, en cambio, pensar en las decepciones. Tienen que ver con las acciones de los otros, no conmigo. No puedo hacer nada frente a las acciones de los otros.

Ansiedad

Culpa. Futuro. Impaciencia. Expectativas. Frustraciones. Decepciones. Miedo. Rabia. Insatisfacción. Agravio. Negación. Pasado. Miedo. Autolesión. Ausencia de autoestima. Incomprensión. Autoexigencia. Miedo. Inmediatez. Enfado. Desgarro. Miedo. Inestabilidad. Vuelo fallido. Miedo. Compulsión. Miedo. Abandono. Miedo.

Miedo...mmm... ¿enfrentarlo?

Tres semanas sin ansiedad.
Tres semanas sin miedo.
Tres semanas...miau!


viernes, 1 de abril de 2016

Shock postraumático

Si pudiera planear, despacito sobre el abismo de todas las pérdidas....le pondría otro nombre a la vida. Sería ligera como una pluma de pájaro, podría visitar a las personas que se han ido. Podría no esperar nada de nadie, y seguir... "He perdido las ilusiones. Eso es que estoy creciendo", decía Orlando atravesando el tiempo, la literatura, el amor... "Vendrán otras nuevas" dice a continuación..

Siglo XIX, comienza el mito de las mujeres solas, "sin pareja", al tiempo que las casas se llenan de muebles, visillos y figuritas... ya no somos personas, sólo ángeles, ángeles del hogar. La época victoriana sigue haciéndonos vomitar. Pensar con amor y rabia que el punk no ha muerto.

¿Buda era punk?

Vivir poéticamente, cada segundo, una militancia como cualquier otra. Eso implica atravesar océanos de tiempo, para que me entiendas. He perdido la costumbre de nadar. El barquito de vapor está varado en medio de cualquier bosque, y lo mejor ahora es una cesta de picnic, con un gatito dentro. Un gatito de internet, una foto de un gatito, un gatito simbólico, metafórico, fotográfico, un gatito virtual. Debería ser pronto, el tiempo acompaña. Bonita palabra acompaña. Compañía para intentar entender, o dejar pasar aquello que es imposible. Es imposible llorar tan poco. Debe ser cosa del shock postraumático. Calla, boba, que vas a parecer una víctima.

Me ha gustado soñar durante la siesta. Voy a instaurar la siesta de los viernes por la tarde, un volver a empezar, una casa en el cielo, un jardín en el mar...cantaba Cesárea Évora. Mi abuela estará haciendo grandes amistades, ahora por ejemplo, podría estar hablando con Compay Segundo, y que él la sacase a bailar. Harían una preciosa pareja de baile. Yo he vuelto a bailar, no podría honrar a mi abuela si bailase poco, no me lo perdonaría nunca.

Sí, estoy atravesando un duelo, dos duelos, tres duelos, y no es ningún chiste. Los atravieso o los sobrevuelo, según se mire. Respiro muy hondo para no quedarme quieta y sentirlos todos juntos. Para no gritar ni correr, para no enfadarme. Camino por el cajón los viernes por la mañana, me peleo con los acentos y me infunde muchísimo respeto la bulería. Más adelante, propongo, más adelante. Retengo ejercicios del pentagrama en medio de la tormenta, más anclaje que vuelo, sin duda. Anclas son amores. Sí, necesito anclas más que vuelos.

Desayuno con más tiempo que nunca, con más tonterías que hacen que parezca que me cuido muchísimo. El pan de no se qué, el queso de no sé cuántos, el roiboos con leche vegetal. Las figuritas de mi desayuno, los visillos que adornan mi estómago, filtrando la luz. La víscera, la rabia, el pùñetazo, la hemorragia. Sangre Fucsia ;). Para que luego digas que no te hago caso. En mi cabeza paso la copla por el noise, y vete tú a saber qué es eso. Son las siete de la mañana y he bailado bastante, pero escribir es mejor todavía. Es el bálsamo y la música y el sueño, flotando como un velero.