lunes, 29 de agosto de 2011

CHIN CHIN

Como acto simbólico, hoy voy a chuzarme de lo lindo, con texto oficial y todo, aquí va:

"Brindo por todos los manipuladores (a partir de ahora sobreentiéndase también femenino, si lo hubiera o la hubiese), trepas, acomplejados, celosos, desagradecidos, guardianes irredentos de reputaciones intachables que esconden la mierda debajo de la alfombra, ladrones de calmas ajenas, de textos, de sueños.

Brindo también por novios, amigos, familiares, colegas y vecinos que los aguantan, que los disculpan, que los comprenden, que dan la cara por ellos, que saben transformar una palabra suya en melodrama para todos los públicos.

Donde siempre a las nueve

domingo, 21 de agosto de 2011

La duda más grande

Hay una idea que me ronda la cabeza desde que empecé este blog, desde que fue leído y comentado por personas que valoraban mi discurso en la medida en que aportaba algo o, simplemente, ponía palabras a experiencias de tipo psicótico y/o delirante de una forma que no terminaba de aparecer en los manuales de psiquiatría y psicología, o que si lo hacían, era de forma muy minoritaria y marginal. Supongo que si algo tiene de novedoso es su subjetividad, o mejor dicho, su intersubjetividad, entre la mía y la vuestra, entre una y otra de las mías.

Nada de esto resuelve mis dudas. O quizá, escribiendo ahora, al contaros cuáles son, empezará un camino para resolverlas, quizá vosotros, quizá yo misma, probablemente lo haremos entre todos, y no precisamente ahora.

Mi gran problema es cómo ayudar a una persona a reconocer su primera experiencia psicótica, su primer viaje a sus infiernos y a los infiernos de los otros. A identificarlo como viaje y no como residencia permanente. A reconocerlo como ficción que se entremezcla con la realidad, que se cuela como un mal aire e impregna toda la casa, contaminando a propios y ajenos. Son ellos, los cercanos, los otros, nuestros referentes afectivos más queridos y necesarios, los que empiezan a ver sin estar seguros de lo que pasa. Ven otra mirada, otras reacciones, otras ideas extrañas e insistentes , y se ven a sí mismos como observadores incómodos y desconcertados, como una especie de espías, sin sueldo, sin vocación, sólo preocupación. En este espionaje forzoso y forzado por las circunstancias se produce la gran paradoja psicótica: el "espionaje terapéutico" se asimila en el discurso psicótico, por obra y gracia de la autorreferencialidad (integración de TODA la realidad en el argumento psicótico) como "espionaje real", que confirma "la paranoia".

Pienso insistentemenete en cómo conseguí reconocerlo yo, cómo conseguí ponerme en situación de volar y seguir en contacto con la tierra. Supongo que fue una mezcla de voluntad y necesidad, voluntad de vivir con eso si se repetía, necesidad de conocerme muchísimo para salir sin ayuda profesional, viendo que ésta sólo consistía en medicación cuyos efectos secundarios no me dejaban reconocerme.

Además de la necesidad y la voluntad, me resultó imprescindible la confianza, cultivarla como una planta rara y delicada que exige continuamente cuidados especiales. Se trataba de tener algo muy claro:

- Ni mi familia, ni mi novio, ni mis amigos son espías ni enemigos. Toda conducta sospechosa por su parte en esa dirección se debe a que mi estado les obliga, de alguna forma, a ejercer una observación más intensa, a intentar razonar conmigo, a ayudar a desactivarme ideas que suenan a psicóticas. (porque las personas NO SOMOS psicóticas, tenemos ideas de ese tipo de forma puntual o por temporadas, y la diferencia es que, teniéndolas todo el mundo en algún momento de su vida, en sueño o vigilia, a algunos nos arrastran durante más tiempo y con más intensidad)

- De la misma forma en que confío en mi entorno, ellos confían en mí, saben que no voy a agredirme (ni a mí, ni a ellos, ni a nadie), que no voy a ponerme en peligro, que no voy a escaparme (aunque durante días he salido de casa con una pequeña mochila de fin de semana, en realidad era una forma de decirles "llevar esta mochila es un símbolo del viaje físico que NO voy a hacer", llevar esta mochila es mi forma de deciros que lo llevo en la cabeza)

- Mis viajes tienen un protocolo, que se puede observar (ahora, con todo lo que sabemos): ideas intensas y recurrentes, pre-psicóticas, acompañadas de irregularidades en el sueño, hiperactividad intelectual, hiperactividad social o lo contrario, puede darse de ambas formas. Y duración estable, alrededor de seis semanas, lo que tardo en subir, explotar arriba, ser consciente y tomar medidas para que baje. Y una vez que baja, baja. Remisión total.

Cuento esto una y otra vez, de muchas formas, desde diferentes puntos de vista, y aún así sigo con mis dudas: ¿cómo podría ayudar a que otra persona lo reconociese?
Supongo que tendría que tener tiempo y ganas de leer ciertos textos de este blog, lo cual sería extraño en medio de un viaje psicótico. Nunca se sabe. Probemos de otra forma, para ganar tiempo:

¿CÓMO SON LAS IDEAS PSICÓTICAS?

- Como un fogonazo, vienen con intensidad, se parecen a un "darse cuenta de repente" de que me persiguen, de que estos no son mis amigos, de que mis días están contados, de que mi jefe me odia... El efecto fogonazo puede confundirse con un destello intuitivo, por eso la intensidad con que se vive hace que se confunda con una especie de "verdad revelada", de naturaleza extraña pero indiscutible. La prueba de que no conviene dejarse llevar por ellas es que, al terminar el viaje, lo que se revela es lo contrario, y tus amigos, esos de los que desconfiabas, en realidad te quieren tanto que estuvieron cagados de miedo por si no volvías, y tú estás tan contenta de volver que hasta se lo cuentas (porque es buenísimo contarlo) con un cierto corte, un tanto avergonzada de haberles tomado por los malos de la peli.

- Como una parálisis, otra modalidad del fogonazo, más introvertida, más angustiosa. Te quedas muerto de miedo, abres muchísimo los ojos y no eres capaz de reaccionar, de contestar a lo que te preguntan, no te atreves a hablar con nadie de nada, puesto que "todos están en el ajo", y temes la peor de las reacciones digas lo que digas. En estos casos se producen la mayoría de los ingresos, puesto que la gente se acojona muchísimo cuando ven que no puedes articular palabra, y al no saber qué te pasa, la reacción natural es llamar a urgencias, sobre todo si, como vengo insistiendo desde el principio, es la primera vez.

- Con comunicación, quizás a medias, quizá con aires de misterio, pero comunicación al fin y al cabo. Eres capaz de contar lo que te pasa por la cabeza, y tu gente flipa, claro, porque lo que les cuentas le parecen marcianadas, sobre todo si, insisto mucho, es LA PRIMERA VEZ. En esta modalidad se pueden producir discusiones dignas del teatro del absurdo, y hay que tranquilizar las vehemencias, puesto que cada parte está defendiendo su forma de ver el mundo. La diferencia básica, la que da la clave de una posible psicosis, no es tanto la diferencia entre quien está con la idea psicótica y los demás, sino entre la persona cuando tiene la idea psicótica y esa misma persona cuando no la tiene. Al fin y al cabo la psicosis es un novedad con respecto a uno mismo, con respecto a su LECTURA E INTERPRETACIÓN DEL MUNDO ya que las novedades del mundo se producen para todos los días.

A los que funcionais con la modalidad comunicativa, os recomiendo leer este texto, a los demás también, y a vuestros amigos, familiares... No creo que pueda hacer, con este blog, mucho más que campañas de reconocimiento y concienciación, aportar alguna herramienta de andar por casa, y sobre todo, lo más importante:

LA PSICOSIS ES UN ESTADO MOLESTO PERO TRANSITORIO. REQUIERE CIERTO TIEMPO Y VOLUNTAD ORGANIZAR UNA RED CERCANA DE APOYO BASADO EN EL CONOCIMIENTO. LAS PERSONAS MÁS DOTADAS PARA AYUDAR A FORMAR ESA RED SON AQUELLAS QUE HAN PASADO POR EXPERIENCIAS SIMILARES Y TAMBIÉN PROFESIONALES DE LA TERAPIA, POR SUPUESTO.

(Durante muchos años se creyó lo contrario, que era conveniente alejar a una persona con ideas psicóticas de otra que también las tenía, por miedo a un efecto multiplicación. Durante muchos años también se creyó que a las personas con ideas psicóticas había que deshauciarlas y excluirlas de la sociedad. Durante muchos años se creyeron y se fomentaron muchas gilipolleces. A veces, el mundo hay que reinventarlo, aunque seamos pocos, aunque sea en un sitio pequeño, aunque estemos llenos de dudas)

jueves, 18 de agosto de 2011

El Abecedario de Gilles Deleuze. D de Deseo 1/3

Ya está bien de hablar de Deleuze, vamos a escuchar al propio Deleuze, en la medida en que la tecnología nos lo permite. Las entrevistas a los filósofos tienen la ventaja de ser menos áridas que la lectura de sus libros, y pueden incluso dar ganas de leer sus libros.
Este vídeo es sólo uno de los muchísimos que hay sobre estas conversaciones llamadas Abecedarios, si os apetece más, ya sabéis dónde encontrarlas.

Un abrazo


lunes, 15 de agosto de 2011

Agitation Free "First Communication" (Live)

Dedicada a toda Radio Nikosia, especialmente a Almu, Raúl y Joan. Porque me gusta la canción, el nombre del grupo, el título de la canción, y porque todo esto me hizo pensar en vosotros cuando la escuché. Un abrazo grande.





sábado, 6 de agosto de 2011

Puesta al día para amigos

Es verano, aunque en Galicia no se nota porque llueve casi siempre, incluso ahora. No pasa nada, una se acostumbra también a veranos brumosos y no excesivamente cálidos. Lo importante es que, a pesar de todo, es verano y suceden cosas propias de esta época: festivales de música folk, llenos de puestos de comida, bebida y artesanía, llenos de gente con ganas de pasárselo bien sin demasiada parafernalia, sin necesidad de ser super-fashion ni super tecnológicos, aquí seguimos con gaitas, tambores perrofláuticos y espontáneos vendedores de pizzas, arepas, arroces veganos, rosquillas caseras y galletas psicotrópicas. A pesar de la lluvia, o gracias a ella, lo que importa es la fiesta, los encuentros, campear el temporal a base de humores varios, a veces ácidos, a veces ingenuos, pero siempre terapéuticos. Un woodstock de andar por casa, sin grandes estrellas internacionales, pero con calidad local, y humana. Amigos que llaman de repente "vamos para allá", ¿qué comemos? da igual, hay de todo, vamos mirando. Aquí un chupito, ahora un falafel, ¿y esa empanada? la probamos, invito yo. ¿Mal de amores? ven pa quí que nos echamos unas risas, baila mujer, que con el cuerpo se mueve el alma, y mañana ya veremos.
Mañana más.
Buenas noches, felices sueños.

lunes, 1 de agosto de 2011

El estigma de los cojones

Estoy empezando a preguntarme para qué sirven las campañas contra el estigma, si no es para ponerlo de relieve, para incidir una y otra vez en la relación problemática y problematizada de la persona hecha producto (enfermo mental)con el resto de congéneres (sí, con gen eres, todos y cada uno´, compartimos mogollón, y la mayoría con moscas y ratas).

Las campañas antiestigma se llevan a cabo porque hay mala conciencia. Primero se hacen manuales de psiquiatría con descripciones y predicciones para no dormir, para que no duerma ni el diagnosticado, ni la familia, ni los vecinos. Una vez el vecindario entero tiene los pelos como escarpias por esa "bomba de relojería" que parece ser el niño calladito del tercero, de mirada algo perdida y cierto sobrepeso, ven un día por la tele que ese niño no es peligroso si se toma la medicación.

(Uff, menos mal, ahora sólo se trata de hacer turnos para vigilar que la madre vaya con regularidad al ambulatorio y a la farmacia, no sea que nos vaya a dar un disgusto.)


Hasta aquí el humor, bastante agrio.


Ahora toca imaginar...algún colectivo con algún estigma. Por ejemplo, las personas de Colombia y el negocio del narcotráfico. Veamos, se me ocurre una campaña contra el estigma. Una chica colombiana, vestida de ejecutiva y con gafas de intelectual, afirmando sonriente ante la cámara:
- Hola, me llamo Rosa, soy colombiana pero no soy narcotraficante.

¿Ridículo? ¿Ofensivo? ¿Está llamando el embajador de Colombia para pedir explicaciones por la campaña? Esto me hace pensar que los diagnosticados no tenemos embajada, cachis, habrá que hacerse con una. Por lo demás, a mi también me resultan bastante molestas las campañas antiestigma, después de analizar unas cuantas que pululan por ahí. Otra cosa son los documentales que dan voz en serio a las personas afectadas por el diagnóstico (algunas incluso por alguno de sus síntomas), ya ellas comentan, si les apetece, lo que le fastidia de la imagen que se tiene de ellas. Pero que esas campañas las hagan las mismas instituciones que favorecen discriminaciones y sobremedicaciones me parece una falta de respeto a la inteligencia de diagnosticados, familias y sociedad en general, un lavado de cara de esos que nos hacen pensar (a los diagnosticados), "cómo se os ve el plumero".

Prometo pensar, para que no sea todo crítica, en qué consistiría para mí luchar contra el estigma, y si eso ya os lo cuento otro día.