martes, 23 de octubre de 2012

Estamos en obras: no espere a la jubilación para observarnos (quizá no la tenga)

Hace meses, o incluso más de un año, comentaba con Raúl, o con Almu, o con ambos, que me faltaba el salto a lo colectivo en este empeño mío de pelearme con las medias verdades de esto de la...esquizoqué? Bien podría ser también bipolariqué? o deprecuándo? o trastorno limiqué?

Esta semana decía El Roto, en uno de sus fantásticos y lúcidos dibujos, que decir la verdad es un acto creativo supervanguardista. Quizá la Verdad esté sobrevalorada, por aquello de que pensar que pueda haber sólo una para cada cuestión resulta ingenuo. Pero las verdades, las pequeñitas, las múltiples, están ahí para quien tenga alguna sensibilidad artística. Como decían los teóricos de la Estética de la Recepción, una obra es la suma de quien la crea, de lo que crea, y de cómo se le entienda. Como colectivo artístico, Radio Prometea está en construcción, y en plena construcción nos mostramos, como si vernos colocar andamios fuese parte del espectáculo. Ver crecer los Me gusta en las redes sociales, ver cómo aumenta el tamaño de los textos que cada un@ se atreve a decir o leer de un programa a otro,  escuchar los programas grabados enrojeciendo con una mezcla de orgullo heridito y muchas risas ante las meteduras de pata, los fallos técnicos, la falta de costumbre con el ritmo o la locución... O que de repente queramos hacer una entrevista por teléfono y nos digan que prefieren venir en persona, desde Santiago, y entonces eso lo cambia todo, porque vamos a estar juntos, y cara a cara todo mola más, siempre. Y siempre nos olvidamos de abrir llamadas, con los nervios, cuando es lo que más falta nos hace, a los de dentro y a los de fuera, que empecemos a hablar el mismo idioma, y no me refiero al gallego ni al castellano, que sale de todo según ganas, conciencia, costumbre o conocimiento.

Todo lo anterior, y además todo lo que falta. Todavía no hablamos de libros, ni de películas, ni de abuelas. Y cogiendo carrerilla para los viajes y saltos cuánticos. Es que la posmodernidad, si algo tiene de bueno, es que nunca se sabe por dónde va a tirar.


2 comentarios:

  1. me parece de puta madre! a ver si tejemos redes reales desde internet que hablen claro y FUERTE de algo que otros intenten atraer y compartir en esto vago y abstracto que es la lo-cura
    saludos intensos

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  2. Hola Kapde, gracias por los ánimos!! A mi lo de tejer me encanta, lleno de resonancias femeninas, de grandes epopeyas contadas con puntaditas pequeñas, pero ninguna sin hilo. Lo que no podemos consentir es que se cuente siempre la misma historia sobre nosotros, que haya una historia única, una sola historia redactada desde el poder, la historia de "los enfermos crónicos incapaces e imprevisibles a los que la sociedad debe aceptar en un esfuerzo sobrehumano de comprensión y lucha contra el estigma". Hasta los ovarios estoy de esa versión, sinceramente.
    Saludos intensos a ti también!!

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