sábado, 24 de abril de 2010

Saudade, morriña, alegría.

Todo este blog es nostalgia, nostalgia de cierta forma intensa de comunicarme con el mundo.

Cada vez está más lejos el lenguaje del delirio, pues al fin no era mucho más que eso, como esto no es mucho más que una labor de traducción. O de divulgación, si se quiere, de universos distintos que se pueden habitar en cuerpo y alma aquí mismo, a vuestro lado, compartiendo territorio y sin embargo tan lejos, tantas veces, del natural entendimiento que nos hace humanos. Nadie sabe tanto de fronteras invisibles como los que sabemos delirar,pues sabemos también del dolor de preferir, algunas veces, no haberlo sabido. También sabemos demasiado de los que nos rodean, hemos activado muchas veces sus límites ante el desconocimiento, y ese desconocimiento les ha causado mucho dolor, un dolor que es justo compartir y reparar. Este blog es también reparación, reparación sobre todo de las desesperanzas que a todos han quitado el sueño alguna vez, del lado de aquí y del de allí.

Que este blog sea nostalgia es una buena noticia.

3 comentarios:

  1. Hola. Sin cierto nivel de autoengaño no se puede vivir, sin ciertas mentiras entre y a los demás no sería posible relacionarnos, y seguramente nos acabaríamos matando mas de lo que lo hacemos. Si pruebas los límites para descubrir la verdad, seguramente siempre la encuentras, ¿pero de que sirve eso sino para demostrar una y otra vez nuestra humanidad?. Quizás el alejarse del delirio también supone el aceptar el juego, el entrar en el lenguaje, y solo querer discriminar y encontrar las verdades cuando merezca la pena.
    Cuando hablas del que delira como si tuviera una capacidad especial para conocer a los demás ("sabemos demasiado de lo que nos rodean") me recuerdas a cuando trabajo con personas que juegan mas de la cuenta (ludópatas) que se atribuyen una especial capacidad para mentir. Esto a mi modo de ver no es cierto, simplemente estas personas están en una situación donde la necesidad de mentir es vital. Una vez mas el descubrimiento de lo obvio, hay un ser humano ahí. Lo mismo con conocer a los demás, esa impresión, que lo és, denota no una capacidad del que delira, sino una necesidad, que al focalizar la atención, y hacer pruebas continuas para encontrar lo que busca, acaba dándose de bruces con lo obvio, un ser humano, que hace solo lo que hacen los humanos.
    Y creo que esa necesidad proviene en esencia de algo muy humano también, la necesidad de control, de percibir que hay un entorno seguro y controlable, aunque eso suponga entender a los demás como no fiables, potencialmente dañinos e hipócritas. Y al final seguramante el miedo.
    Quiero decir con esto, que las relaciones entre humanos tienen una carga de ambigüedad, de indefinición y de incontrolabilidad tremenda, y que la única forma de convertirlas en algo predecible, controlable, y menos ambigüa es haciendo algo desde el agente (el que actua, el que delira). El percibir a los demás como dañinos, intrigantes, es mas controlable y genera menos incertidumbre, que esa ambigüedad de la que hablaba. Luego el delirio, proporciona alivio a esta cuestión llamemosla social, pero claro, el precio a pagar es muy caro, es estar como dices "allí" y el resto del mundo "aquí". Y eso no es bueno (creo).
    Coño, menudo comentario, mas largo que la entrada.....(y eso que aún no he tomado café...). Supongo que el tema es pertinente.
    SAludos

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  2. Quizá tengas razón, pero como dijo un colega, cuando tenemos paranoias...algo nos inspira. Ese algo suele ser lo peor de este que llamamos mundo, lo que vemos en las noticias, lo que le ha pasado a otros. Pero ahora estoy hablando de psicosis, que es a lo que me refería en esta entrada, y la reparación del dolor es la reparación de quien pensó que me había perdido para siempre(más que de mentiras o daños intencionados, que no los hubo, afortunadamente).
    Lo cierto es que me lié un poco, cuando hablaba de nostalgia del delirio, me refería a la parte positiva, cuando decía que la nostalgia era buena noticia, me refería a la psicosis, de la que, evidentemente, no tengo nostalgia alguna.
    Ay, qué galimatías, voy a tener que dejar de ser tan impulsiva escribiendo.
    Un saludo

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  3. Hola. Bueno etiquetada, el asumir la responsabilidad de lo que cada cual entiende sobre lo que escribes, es bajo mi punto de vista, cogerte mas de la que te corresponde. La responsabilidad de entender lo que sea ¿me la dejas a mi?, te expreses como te expreses al final acabo entendiendo lo que yo puedo ¿no? (con lo mucho o lo poco que se, mis capacidades, historia, y todas esas cositas que hacen que yo le de MI sentido peculiar a todo lo que leo, veo, o pasa).
    Saludos.

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