Arte de observar, airear, regar y podar el lado esquizo de nuestra conciencia a fin de reformularlo en viejo, sabio y pequeño árbol milenario que decora, oxigena, e invita a la reflexión desde el lugar para él reservado en nuestra conciencia lúcida, racional y, cómo no, adaptada.
Dicen que Beirut es una ciudad esquizofrénica...¿y qué? cada uno es como es y yo me alegro de que hayas empezado este blog y tener así una manera más de mandarte un beso.
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