Todo aquello que me hace sentir persona, no monstruo, ni fenómeno, ni diagnóstico, ni farsante, ni cobarde, ni valiente. Lo que muestro y lo que callo, lo que me devuelve el espejo y las miradas que me quieren, lo que puedo devolver con gratitud o distancia, o porque sale así y ya está, como a todos. Lo inconexo y lo abrupto, lo que se atraganta virgen y se envuelve de ese miedo, lo que me hace y me cuenta, y lo que intento contar con cuentagotas.
Porque me cansa y me canso, pero me hace tanta falta...
Como senderos que se bifurcan hasta cada caracol, siempre hay camino de vuelta, siempre hay tronco y referencia y repetición. Interminables caminos mientras el tiempo acompañe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario