A quien corresponda (¿El Genio de la Lámpara?):
- Nunca más amenaza de TAI (tratamiento ambulatorio involuntario)
- Derecho a la información sobre el tratamiento (efectos secundarios de los tratamientos farmacológicos, entre otras cosas)
- Derecho a elegir el tratamiento (si hay varios enfoques posibles debe haber, también, varias opciones terapéuticas)
- Derecho a rechazar el tratamiento
- Derecho a no ser criminalizada por el mero hecho de haber sido diagnosticada. No ser criminalizada implica que no se me apliquen protocolos basados en la suposición de que puedo resultar peligrosa para mí misma o para los demás
- Derecho a que mi diagnóstico sea revisable y reversible,lo que implica el abandono de la consideración de cronicidad, tanto más cuanto que no existen pruebas científicas ni estadísticas que demuestren tal cronicidad.
- Derecho a la no-discriminación laboral por el hecho de haber sido diagnosticada, cuando ese hecho, el haber sido diagnosticada, sólo demuestra la opinión de un profesional en base a uno de los diferentes enfoques diagnósticos, por tanto no demuestra nada sobre mi capacidad profesional.
- Derecho a la libertad de expresión.
- Derecho a la igualdad de trato en los centros de salud.
- Derecho a la autonomía personal (no ser tutelada ni victimizada)
- Derecho al acompañamiento familiar, o de la persona que yo elija, en caso de hospitalización, en régimen de visitas semejante al del resto de pacientes, sin distinción entre salud física y salud mental.
Algunos de estos derechos están recogidos en la Convención Europea sobre la Discapacidad (2006), otros probablemente no. Muchas personas vinculadas al mundo de la salud mental, y de la salud en general, desconocen este documento. Es hora de ponerse las pilas, no sea que cualquier día se encuentren con que la ley ya no está para darles la razón en todo. En algunas comunidades autónomas, el oscurantismo en el ámbito de la salud mental es verdaderamente preocupante, lo que puede traducirse en impunidad en caso de violaciones de los derechos humanos más fundamentales, como el derecho a no ser objeto de tratos inhumanos ni degradantes. Las personas con diagnósticos psiquiátricos nos estamos organizando, nadie debería sorprenderse si a partir de ahora se multiplica el asociacionismo con finalidad reivindicativa, y no meramente ocupacional. Cuando esto sucede, los estudios de campo, los informes y las denuncias también se multiplican, y la progresión tiende a ser más geométrica que aritmética. El período de tiempo que transcurre entre el oscurantismo y la transparencia puede resultar sorprendentemente corto. Los cambios sociales empiezan por pequeñas acciones de personas también pequeñas, y el efecto bola de nieve acompaña como viento a favor, aún en las circunstancias más adversas, incluso desde el lado de los invisibles más históricos.
El activismo cuántico viene para quedarse. (Esto último me lo contó el Genio de la Lámpara, durante una noche de juerga. Ya íbamos un poco pedo, todo hay que decirlo)
Pequeña inspiración:
ResponderEliminarhttp://publicaciones.ops.org.ar/publicaciones/pubOPS_ARG/pub65.pdf
Otra pequeña inspiración:
ResponderEliminarhttp://www.un.org/esa/socdev/enable/documents/tccconvs.pdf
hola Eti, mi, telefono, por si me quieres llamar alguna vez es el 660227284
ResponderEliminarHola! por cierto he visto que no ha salido mis comentarios en tus dos últimas entradas...ya sé que no hay problema, pero qu emenos, te pedía permiso para añadir tus enlaces jeje
ResponderEliminarGracias! Un abrazo
Hilari
Hola jose, gracias, seguro que te llamaré alguna vez, un abrazo.
ResponderEliminarHola Hilari, a veces pasan cosas con los comentarios, ya me lo comentaron hace poco. Ya sabes que tienes libertad para usar los contenidos para lo que quieras, es un honor.
ResponderEliminarUn abrazo