Aunque el título de esta entrada pueda parecer escandaloso,(no a mí, desde luego, que realicé este proceso hace muchos años), lo elegí porque resume muy bien la temática del libro que reseña el artículo que propongo para hoy. La reseña, hecha desde la perspectiva profesional, es sumamente crítica con el libro en cuestión, como no podía ser de otra manera, sin embargo, reconoce que estas cuestiones darán mucho que hablar en los próximos años, y no se equivocan, creo, en esta "profecía".
Efectivamente, por lo que a mi experiencia respecta, sé que el hecho mismo de contarla provoca debate allí donde la expongo, y debate quiere decir debate, es decir, argumentaciones a favor o en contra, pero que por encima de todo tengan como principio el respeto a la persona y su credibilidad, ya que todos sabemos que la palabra de l*s loc*s no siempre vale lo mismo que la de los profesionales, algo que resulta como mínimo curioso, ya que son l*s loc*s, y no tanto los profesionales, quienes tiene acceso directo a conocimientos sobre los síntomas, los efectos secundarios de las medicaciones, y otros aspectos que los profesionales sólo pueden conocer indirectamente, a través de los discursos de l*s loc*s, o de la literatura profesional, que a su vez también es indirecta, y así hasta el infinito.
No voy a entrar a criticar la reseña, puesto que no leí el libro, y no resulta fácil poder hacerlo a corto plazo puesto que ni está publicado en este país, ni tan siquiera traducido. (A quien esté interesado en traducir/editar, se le agradecería mucho)Pero considero que la reseña, leída entre lineas, sirve muy bien para que se encienda el interés por el libro en cuestión, o no. Aquí os la pongo, en cualquier caso. Como siempre, feliz lectura.
http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0211-57352006000100009&lng=es&nrm=
hola, de momento no tengo el libro así que no puedo añadir nada. ¿Conoces esta guía que sí está traducida al español?
ResponderEliminarhttp://theicarusproject.net/downloads/GuiaReducciondelDanoDiscontinuaciondeDrogasPsiquiatricas1EdOnline.pdf
saludos,
hay quee scribir otro.
ResponderEliminarEl consumod e framacos es el responsable del abandono de los psiquiatras.
bks fenomena
Pere, gracias, me parece una joyita, aunque lo he visto sólo por encima, lo leeré con calma.
ResponderEliminarJony, veo que tú también estás con la dislexia en el teclado, te acompaño en el sentimiento, lo superaremos, es duro al principio, pero verás cómo aprenderemos a aceptarnos, nos empoderaremos y todo será diferente. Nunca más le echaremos la culpa ni a las drogas ni a los psiquiatras, seremos fuertes y consecuentes.
Un abrazo a los dos.
¿Pero de que hablas?....Vamos a ver, si no es una cuestión de "salud mental" ni de fiarse de unos o de otros. De todo el mundo es sabido que la "salud mental" de los profesionales que trabajan en el area es mucho peor, estadísticamente hablando (y estamos de acuerdo que en el área todo es estadística..) que la "salud mental" (que vaya usted a saber que es eso) de la gente a la que tratan. Para una lectura amena y fundada sobre el tema echale un vistacillo a "La vida personal de psicoterapeuta". Un librito interesante y llenito de datos sobre el tema.
ResponderEliminarComo decía, no creo que se deba a los argumentos, ni de donde provienen, creo que tiene que ver con el poder, y con las conveniencias para cada actor. Hay personas en crisis que resultan un coñazo, generan miedo, perturban y dan la lata, y luego hay personas con el poder de tomar determinadas decisiones que alivian la situación. En definitiva, la persona en crisis deja de dar la lata, de forma que nada cambia, con poco esfuerzo y sin hacer ninguna perturbación en ninguno de los sistemas implicados. Soluciones que a los humanos nos encantan, es decir, mínimo esfuerzo y todo solucionado, y si además las consecuencias de poner semejante solución solo las sufre el que da la lata y a medio o largo plazo, de modo que no se pueden establecer claramente las relaciones de causa-efecto, ¿que crees que va a pasar?.
Como sabes, los casos como el tuyo es dificil que salgan a la luz, aunque existir existen, se les ataca personalmente, lo cual me parece deleznable. Esto también funcionaba en las asociaciones de ludopatía, donde cualquiera que afirmara que había dejado de jugar solo, era acusado de mentir, y de ser un falso ludópata, como si solo pudiera ser auténtico el que dejara de jugar de la forma "reglada", preconizada por la asociación o el grupo de tratamiento.
En cualquier caso, todo esto tómalo con pincitas, ya sabes que soy un disperso carente de identidad laboral, así que seguro que me equivoco.
Por cierto, muy interesante lo que menciona Pere: el proyecto Icarus, es un guía descargable para profesionales y/o personas que consuman psicofàrmacos y quiran ajustar o prescindir de la medicación. Se le debería de dar la máxima difusión a estas iniciativas, puesto que los profesionales que las generan no son menos profesionales que los paternalistas que entienden que hay que censurarlas por dañinas.
Abrazotes.
Jesús.
Hola Jesús, cuando hablo de fiarse o no, me refiero a lo mismo que dices tú, eso de si soy una diagnosticada verdadera o falsa (y a mi qué me importa, tampoco me diagnostiqué yo, sino que me cayó encima). Por supuesto que hablamos de relaciones de poder, siempre en estos casos, es ineludible.
ResponderEliminarMe gusta mucho cuando dices que los profesionales que hicieron el material del proyecto Icarus son tan profesionales como aquellos que los critican, a ver si me voy quitando ese tic de pedir disculpas, o casi, cuando pongo material "no oficial". Es lo mismo que decir que mi forma de estar diagnosticada es tan legítima como la de aquellos que visitan al psiquiatra, por forzar el paralelismo.
Me encanta tu dispersión, no cambies.
Abrazotes a ti también.
Grande Jesus!!!
ResponderEliminarabrazos desde el club de fans de vigo d.f
Fmdo: disgrafia remuerdo encontrando parar.
Qué gran tema-debate...pocos defensores del "abandono responsable" ni de la "discontinuidad" del consumo farmacológico por parte profesional(sobretodo médico).
ResponderEliminarYa muchos de ellos dudan del cumplimiento correcto de la automedicación preparada en farmacias a través de pastillero semanal, y otros tantos profesionales que ni se plantean la negociación del consumo.
Por mi parte, no lo dudes, soy de los que "están dispuestos a la implicación y la ayuda profesional también para quienes pretendan una respuesta alternativa a los fármacos para afrontar sus problemas de salud mental".
Un abrazo
Hilari