viernes, 22 de abril de 2011

¿Síntoma de qué?

En el contexto psiquiátrico, y en mayor o menor medida también en el psicológico, toda conducta es susceptible de rebautizarse como síntoma de algo. ¿Síntoma de qué? De enfermedad mental, obviamente, al menos en los contextos mencionados. Uno de los mayores campos de estudio para la psicología y psiquiatría es la conducta, me atrevo a decir que las manifestaciones conductuales superan en número e interés a las posibles manifestaciones biológicas o bioquímicas, a la hora de elaborar diagnósticos. Otra cosa es cómo se presente esta particular metodología basada fundamentalmente en la conducta, sea esta observada en directo, o retransmitida en diferido por allegados del sujeto "paciente".

Dime qué buscas y te diré qué encontrarás.

Si yo le cuento a mis amigos que durante un delirio canto mejor, argumento con más consistencia o tengo menos prejuicios, mis amigos intentarán convencerme de que no necesito el delirio para actuar así. Pero no lo harán porque sea mentira lo que afirmo, sino porque están condicionados para pensar que el deliro es algo "malo", "síntoma de algo malo", y por lo tanto no es deseable para mí ese estado, por más que se le pueda sacar cualquier aprovechamiento en las formas que he mencionado. Su condicionamiento, sea consciente o inconsciente, les prepara para protegerme de ciertas formas de funcionar que a veces tiene mi cabeza, y les prepara también para observarlas con recelo, en tanto que síntomas de enfermedad.

Mi forma de corresponder a su ciudado es conceder alguna potencia de peligro a tales formas de funcionar, aunque ese peligro no sea estrictamente biológico, ni letalmente peligroso, pero sí peligroso en un sentido social. El peligro de la psiquiatrización, del ostracismo, de la separación emocional. De alguna forma acepto cierta autorrepresión, y son sus miradas y sus palabras las que me dan la medida en que esa autorrepresión debe activarse, y hasta dónde. Soy plenamente consciente de que están viendo síntomas, de que están preparados para ver síntomas, donde yo sólo veo movimiento mental, hipersensibildad, proyección de hipótesis y potencialidades.

De aquellos barros, estos lodos.

Puedo comparar la sintomatización de las conductas, de los demás hacia mí, con las experiencias de autorreferencialidad. En estas últimas, el juego psicológico consiste en que doy carta de autorreferencia a todo cuanto sucede a mi alrededor. En las primeras, los demás colocan el foco en mis conductas para referirlas a todo cuanto la psiquiatría afirma de ellas. Son diferentes prismas, o filtros, que el ojo humano elige para interpretar determinadas realidades o percepciones de los sentidos. Juegos de la mente.

En otras ocasiones me he referido a los delirios como objeto de estudio, aunque la disciplina a la que sirven no tenga, que se sepa, nombre alguno. Lo interesante es que la disciplina, como corpus teórico interpretativo, es en sí misma una lente, un filtro. Imaginemos algo, persona, animal, cosa, concepto... más concreto: un árbol.
¿Desde cuántas disciplinas, catalogadas académicamente o no, podemos acercarnos a un árbol?

Botánica
Ingeniería
Dibujo artístico
Física
Química
Arquitectura
Religión
Ideología
Sociología
Ecología
Economía

¿En cuántas realidades puede convertirse un árbol, según el cristal con que se mire? ¿Cuántos detalles serán relevantes, y de qué forma, según desde dónde y para qué se observe?

¿Es el delirio observable sólo desde un punto de vista psiquiátrico? ¿Tiene la psiquiatría el monopolio de la observación y catalogación del delirio como realidad unívoca, es decir, como síntoma? Si no es así, ¿a cuántas disciplinas, y de qué forma, podría interesar? ¿Está adoleciendo la psiquiatría de rigor epistemológico por su falta de interdisciplinaridad?

¿Es el delirio, ante todo, una máquina de preguntar, muy mal vista en el mundo de la respuestas prefabricadas y las preguntas prohibidas?

4 comentarios:

  1. Interesante... Eu precisaría empezar por definir "delirio"... por exemplo, se podes conseguir algo positivo do delirio, como por exemplo unha maior creatividade, estaríamos falando de "delirio" ou doutra cousa? Son tódolos delirios patolóxicos? Qué é patolóxico? :) Bueno, vou seguir traballando... Saude!

    Roberto

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  2. Delirio: Alteración de la percepción, similar a la que produce el consumo de cannabis, caracterizada por una supremacía de la subjetividad sobre la objetividad. Puede ir acompañada de ideas autorreferenciales, escuchar voces, euforia, hiperactividad mental, sensación de irrealidad en forma de cambios de luz, conexiones nuevas de ideas diferentes...

    A consideración de patolóxico é externa ao delirio, vai de fora a dentro, e ven vehiculada por un suxeito axeno ao proceso delirante, un suxeito que non delira, e que se aproxima ao suxeito delirante mediatizado po-la búsqueda do patolóxico, que é o que ao final encontra, xa que non está condicionado nin formado para encontrar nada máis.

    ¿É patolóxico consumir cannabis? ¿é patolóxico segregar hormonas do embarazo? ¿é patolóxico enamorarse? ¿Cómo defines ti patolóxico?

    Gracias por pasarte, Roberto, unha aperta.

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  3. Pois é un tema complexo, como non... certo que o comportamento delirante vai provocar unha resposta defensiva e de busca da patoloxía nas persoas "non delitantes" que o observen... porque ó final é un problema de comunicación intersubxetiva... xa me dirás cómo lle explicas ao veciño que estás vendo marcianitos pero que non se preocupe... sobre todo se realmente cres que o que estás vendo é verdade. Entón o patolóxico non é delirar en sí, se non perder o contacto ca realidade cos riscos que eso poida ter...

    Podería considerar patolóxico un delirio que provocara danos evidentes no suxeito delirante, ou no seu entorno... os exemplos que puxeches, a priori semellan beneficiosos ou incluso necesarios...

    Saude

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  4. También nos podemos acercar a un arbol desde la psiquiatría clásica con Mesmer y su "magnetismo animal"- donde "curaba" (o facilitaba sería más correcto) a los pacientes a través de un árbol (no conseguí en estos años saber que especie era, curiosidad...) que previamente había magnetizado, lo que facilitaba que entrara en una crisis, crisis que consideraba la puerta de la recuperación (muy a lo Stanislav Grof - "El poder curativo de la crisis")...

    Y en la linea sistémica de que si bien el síntoma no es el problema, sino una expresión del problema, es además (el síntoma) parte de la solución...

    Síntoma y problema son las dos caras de la misma moneda..

    Delirio y Patologización también..

    Muerto el perro, muerta la rabia...

    Muerto el delirio, muerta la patología..

    Desdeliriciado el delirio, despatologizada la patología... ¿No?

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