sábado, 29 de julio de 2017

Hormonas vestidas de seda

El tema de las hormonas me resulta fascinante. Yo veo las hormonas como unas drogas de andar por casa, de fabricación casera. Parece que viene de serie la capacidad de fabricarlas, así como la información genética. Lo que ya no parece venir tanto de serie son las relaciones que se producen a posteriori, por ejemplo entre las vivencias psicosociales y la segregación de una u otra hormona. Por ejemplo, si estás embarazada, segregas unas hormonas específicas, o también si estás en peligro, o si hay fiesta sexual a la vista. Pero para que tales hormonas se segreguen hace falta el embarazo, el peligro, o los ingredientes para la fiesta.

O entre la información genética de serie y aquella que se enciende o apaga según vaya la feria, lo que viene siendo la epigenética ("Se puede decir que la epigenética es el conjunto de reacciones químicas y demás procesos que modifican la actividad del ADN pero sin alterar su secuencia. Considerar las marcas epigenéticas como factores no genéticos nos alejaría de la verdadera visión de la disciplina científica. Las marcas epigenéticas no son genes, pero la genética moderna nos enseña que no sólo los genes influyen en la genética de los organismos". Wikipedia dixit)

Volviendo al tema de las hormonas, la epiendocrinología (palabro que me acabo de inventar) sería el estudio del conjunto de reacciones químicas Y DEMÁS PROCESOS que regulan la actividad de las hormonas sin alterar su composición, digamos. Es decir, que aunque la hormona se vista de seda, hormona se queda, sí, pero...¿qué pasa cuando las vestimos de seda?

El otro día me encontré con un chico que, en principio, me atrae. Como estaba pasando por un proceso psicoafectivo de duelo, o más bien desintoxicación de una relación compleja, no me dio la gana de segregar las hormonas pertinentes de fiesta sexual a la vista, que sería lo suyo en esa circunstancia. Decir no me dio la gana suena voluntarista, y como de superpoderes sobre el organismo, a la manera de los fakires y el dolor. Nada más lejos de la realidad, porque conscientemente yo no decidí nada, simplemente reflexioné, a posteriori, que mi cuerpo "había decidido" no segregarlas, a la vista de la prioridad psicológica de no meterme de momento en nuevos líos sexoafectivos. Es decir, que había un impertativo psicológico de autocuidado que pasaba por no activar ninguna relación nueva, y ese imperativo (autogenerado tras reflexiones emocionales sobre lo que más me conviene para tener una salud mental chachi en lugar de una cutre) estaba gobernando, o al menos influyendo de forma significativa, de alguna forma en el proceso de segregar o no segregar determinadas sustancias ante esa circunstancia.

La anécdota anterior sugiere una vestimenta de hierro más que una de seda, pero ahora voy con la suavidad de la seda. Últimamente he tenido experiencias premenstruales largas y molestas, a lo largo de varios años. Emocionalmente, esas experiencias en forma de segregación hormonal tienden a activar lo más molesto de nuestra vida cotidiana reciente: conflictos, penas, miedos...son como un recordatorio (en estos tiempos de prisas y evasión del conflicto afectivo o del dolor) de que hay asuntos pendientes. O dicho de otra manera, el cuerpo nos envía mensajes en forma de segregación hormonal. Ahora bien, ¿es esa la única dirección posible? ¿Tiene el cuerpo siempre el privilegio de la inicativa en la comunicación? Es decir, ¿puede ser al revés? ¿que una decisión producto de la reflexión intelectual sea la primera en enviar el mensaje al sistema endocrino, condicionando la segregación hormonal?

Siguiendo con el asunto de mis molestas experiencias premenstruales recientes, este mes ha sucedido algo distinto. Como mencioné antes, estoy en pleno proceso de desintoxicación, mediante la razón y la voluntad, de un cierto modelo de relación sexoafectiva en el que, de una forma u otra, me veía envuelta de manera recurrente. Y ese era, sin duda, el verdadero asunto pendiente que mi sistema hormonal se empeñaba en recordarme uno y otro mes. Total, que yo lo entendía todo al revés y, ante el sin duda bienintencionado recordatorio yo respondía yendo al asunto, sí, pero para alimentar el fuego, en lugar de sofocar el incendio. En un momento de la piromanía metafórica del mes pasado, me di cuenta en tiempo real y paré, con la inestimable ayuda de mi querida amiga R. al teléfono. Juntas reflexionamos, en esa conversación, sobre cómo la consciencia en tiempo real de la piromanía era una herramienta para sustituir el mechero por el extintor. (Bastante parecido a la herramienta de autocontrol del delirio). La consciencia construida en colectivo, con apoyo real y personal, con cariño del bueno.

A partir del momento en que cambié mechero por extintor, y viendo que, efectivamente, el extintor servía para apagar el fuego, lo que sucedió, siguiendo con la metáfora, fue que después de las cenizas llegó la lluvia, y con ella la rehidratación de mi día a día. Entre quedadas con las amigas, soledad elegida y disfrutada y otras actividades propias de las vacaciones, mi tono emocional pasó de estar quemado a resplandecer de salud. Si ese proceso fuese un mensaje que yo enviaba a mi sistema endocrino, el contenido del mensaje sería: "Ok, teníais razón, ya me he ocupado del asunto de la manera correcta. ¿Podríais ahora, queridas hormonas del buen rollo, reproduciros como esporas y acompañarme para facilitarme la estabilidad y celebrar que hemos hecho un buen trabajo?

Y las hormonas se portaron. La hormona vestida de seda hormona se queda, pero vaya diferencia de tacto. Este mes no he recibido demandas de asuntos pendientes, apenas medio día de dolor físico normal y corriente. Alimento esta maravillosa noticia con lecturas sobre el fascinante tema de la agamia y sus ventajas. Si el amor, concebido como incendio y dependencia, es una construcción social, entonces se puede construir algo diferente. Deseadnos suerte, a mis hormonas y a mí, cuando volvamos a tener algún asunto entre manos. Por lo pronto, hemos conseguido construir, entre nosotras, una comunicación fluida y de calidad, que no es poco.

R., te quiero un montón, gracias amiga!

4 comentarios:

  1. Hola Paula, llegue aquí de casualidad ,es curioso porque hace 5 años andaba buscando ayuda y no encontré casi nada, entonces había tomado la decisión de dejar los antipsicoticos después de 10 años o así medicada, llego un momento en que me sentía tan muerta en vida que pensé que sino daba resultado no perdía nada y si lo daba tenía mucho que ganar, en todos esos años despues del brote siempre tuve claro que si mi mente había sido capaz de enfermar ,descontrolar e inventar ,sería capaz de sanar o volver a ser, me esforce mucho en comprender las razones que me lleva ron a aquello y avanzaba hasta que no avance mas, así que lo deje con cuidado y con bastante miedo. Busque por muchos sitios que pasaba cuando lo dejabas mas alla de eso que dicen los psiquiatras de que a los 4 meses te da un brote y bueno es infinitamente mas fácil encontrar información para desengancharse de cualquier droga que de esto, no sabía ni los efectos físicos digamos el mono ni nada de lo que podía ir sintiendo, lo hice de igual manera,no se lo dije a nadie solo a un amigo que parece ser no lo entendió(eso es otra historia) Desde luego no a mi familia total siempre han mirado hacía otro lado pero seguro que habría bastado que dijese lo dejo para tenerles encima. Me salio bien es increible que la mayoría de los sintomas que creía de la enfermedad iban desapareciendo poco a poco y como he ido volviendo a ser yo ,ni siquiera me acordaba de que era ser yo, un día desapareció el miedo constante a todo y nada, otro mis pensamientos pararon y me aburrí(llevaba sin aburrirme años que no es lo mismo que divertirse) me pareció maravilloso aburrirme volvieron los sentimientos las emociones. la creatividad ,las palabras el sentido del tiempo y con el la memoria. La vuelta a la realidad es dura cuando te das cuenta de que mil cosas que pensabas no son reales. Y bueno eso de salir del armario al principio lo iba diciendo lo de la enfermedad luego deje de hacerlo entre la gente que te mira con miedo y los ignorantes que creen que con una pastillita ya esta , total si se te ve de lejos que algo te pasa ,no puedes socializar ,estas torpe .... vamos que acabas tan aislada e incapaz que ,que mas da. Ahora digamos que te meten en otro armario si vas diciendo que has dejado la medicación aún peor aunque me encantaría decirlo y celebrarlo y que se alegraran conmigo pero vamos que no. Y sigo necesitando ayuda poder hablar con alguien que comprenda como es esto y como es sentirse estafada que te han robado la vida durante tanto tiempo que ya no tienes ni pasado ,alguien que me felicite o que me escuche simplemente es duro como no había nadie en mi sufrimiento tampoco lo hubo en mi victoria ,ni parecen haberse dado cuenta. Y la lucha sigue cada día y parece que no hubiera hecho nada porque no lo pude compartir con nadie. Para mis antiguos amigos con los que me volví a relacionar, para mi familia para todos he estado todos estos años viviendo del cuento en plan caradura y cuando lo deje de lo único que se parecieron dar cuenta fue de que había adelgazado, como 30k en 4 meses y eso que la medicación no engorda yo estaba gorda y anorexica deje casi de comer de lo harta que estaba de estar tan gorda y tan torpe ,desde luego no fue hasta que deje de tomar la medicación que empece a adelgazar y eso es lo único que los demas ven,cuando es lo mas irrelevante. Bueno pues eso que ya que me estoy enterando ahora que hay mas gente aunque este muy escondida os necesito porque no hay nadie con quien pueda hablar y porque tantos años fuera de la vida son raros, cuando vuelves cuando despiertas y porque es otro armario del que quiero salir.
    Gracias por tu blog

    ResponderEliminar
  2. Cloe, querida, gracias a ti por escribirme. Lo primero que quiero decirte es que no estás sola, más personas hemos conseguido vivir sin psicofármacos a pesar de diferentes diagnósticos. La mejor manera que se me ocurre de ayudarte es poniéndote en contacto con algún GAM (Grupo de apoyo mutuo) que esté cerca de donde vives. Están funcionando muy bien, en ellos hay personas que, como tú, han dejado de tomar medicación, así como otras que la siguen tomando. Junts vais a poder poner experiencias en común,en un sentido o en otro, ayuda mucho poder compartir con ls demás cualquier duda, sensación, o herramientas que funcionan para diferentes situaciones. Te dejo aquí un correo y me escribes cuando quieras, me gustaría que estuviésemos en contacto, y que contases conmigo en la medida que se pueda. jazzbolitas@gmail.com
    Un abrazo, y mucha fuerza!

    ResponderEliminar
  3. Gracias a ti ,es gracioso que llegue aquí por a ver salido hace poco de una relación abusiva buscando respuestas, me molo eso de "si tienes respuestas, a seguir pensando" pareciera que llevo toda la vida pensando y buscando respuesta, igual es cosa de trastornados pensarlo todo ,dudar de todo, querer saber , esa frase tuya es el
    mejor resumen de mi.
    Y es gracioso porque a mi me hacen gracia las coincidencias simplemente que tu nueva entrada nombre a Rousseau porque este "amigo" abusivo por llamarle algo un poco fino tenía su retrato en un marquito de esos pequeños que se ponen en las mesas ,al principio de conocerle me contaba que miraba a Rousseau no recuerdo cual fue la última vez que le pregunte si lo miraba pero si su respuesta que fue que hacía mucho debió de ser que se le olvido eso de que todos nacemos buenos o que se dio cuenta de que tal vez él alguna vez fue bueno y ya no lo era.
    Yo fui siempre mas de Nietzsche, de Dostoyevski, de Beuvior, de Wlof, de Sartre y de Blake ,se que la sombra existe en cada uno de nosotros.
    Creo que mi "amigo" miraba el retrato de Rousseau y pensaba alguna vez fui bueno, hay gente que se consuela con cualquier cosa.
    Otros hasta hemos visto y sentido tanto esa oscuridad como la luz ,no se si será privilegio de locos o simplemente de valientes o de incoformistas que se yo.
    Mi amigo resulto ser un cabrón de esos que no asumen culpas y yo una imbécil que todo lo disculpaba.

    ResponderEliminar