sábado, 21 de enero de 2012

Paranoias cool

Hace unas décadas, unas cuantas, la paranoia más estereotipada era creerse Napoleón. El colmo de la megalomanía, que es un tipo de paranoia, entre tantas otras. Sin embargo, hoy en día creerse Napoleón es de locos, hasta para los locos. Lo que se lleva ahora son los espionajes panópticos, que dicho en corto viene siendo "Me vigilan", ya un poco más angustioso "Controlan mi pensamiento". Eso para la gente más o menos atea, más o menos sensible a manipulaciones mediáticas y conspiranoias de diversos estilos. En cuanto a la gente religiosa, con ellos me pierdo, no puedorr. Sus argumentos delirantes me resultan jeroglíficos indescifrables, escritos en otro idioma. Supongo que tiene que ver con la imagen de la trascendencia y de lo Otro que explica lo uno, o lo poco uno que nos sentimos en determinados momentos. Entonces, lo mejor es "ZAS", algo que explique por qué no acabo de ser, por qué no acabo de ser libre, el existencialismo hecho puré por obra y gracia de dios, vete tú a saber cuál de ellos, que haberlos haylos para todos los gustos.

Paranoias cool, ¿moda en paranoias? no puede ser, oiga, eso de lo cool es algo social, mutable, dependiente de cambios ambientales...en cambio la realidad delirante o paranoica es una, grande, y biológica, muy biológica. Tiene que ver con sustancias autónomas, determinadas fisiológicamente, sin conexión alguna con la realidad social, tratables con pastillas axiológicamente neutras y científicamene comprobadas. Déjese de locuras y no hable de lo que no sabe. Ya, bueno, pero es que de paranoias, precisamente, algo sé, ya me gustaría no haber sabido ¿eh? no se crea, tampoco es como para estar orgullosa, pero bueno...ya que toca, vamos a ver si aprendemos algo¿no?

Napoleón, pues sí que estamos bien... a día de hoy, creerse Napoleón debería ser como un diagnóstico aparte, por desfasado. ¿Paranoia anticuaria? ¿Megalomanía anacrónica? Donde esté un buen gorro de aluminio para protegerse de los extraterrestres, que se quiten los libros de Historia. Si total, lo peor de la historia es que, se mire desde el punto de visto paranoico o desde el otro (¿académico?), sólo sirve para aquello contrario al motivo por el que nos invitan a estudiarla, para repetirla. Contra eso, todavía habrá a quien le extrañe lo del gorro de aluminio. Al fin y al cabo, una invasión extraterrestre no deja de ser una novedad en este páramo, una fantasía de algo nuevo, aunque no se sepa muy bien si es bueno conocido, o malo por conocer...lo de por aquí tampoco inspira mucho, que digamos.

Seguiremos al tanto de novedades en delirio, se agradecen aportaciones y actualizaciones.

2 comentarios:

  1. Creo (más que una sospecha, pero menos que una certeza) que los delirios tienen que ver con el entorno en el que se con-vive. Cuando tener éxito está bién visto aunque deje un rastro de miseria y ecocidio, ¿quién aspiraría a las simples conquistas militares?
    Cuando la mera supervivencia post-cataclismo es un lugar común de la ficción (eso sí, en diferentes versiones, desde Mad Max hasta Farenheit 451, y no solo ciencia fición), el cataclismo se convierte en "la crónica de una muerte anunciada" que es inevitable porque todo el mundo la da por hecha.
    Por mi parte, el delirio al que me aferro es que pertenezco a una especie con posibilidades racionales, emotivas y de todo tipo, extraordinarias y que se acabarán manifestando. Y procuro integrarme en mi delirio.
    Un abrazo,

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  2. No está mal, ese me funciona a mí la mayor parte del tiempo, aunque alguna vez me toque viajar a cataclismos varios. Sigo sin saber cuál es más cierto, pero por lo menos el que compartimos es más relajante, qué duda cabe.
    Un abrazo.

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