viernes, 23 de marzo de 2018

Amigo Rousseau

Abolida la última frontera que punteaba con pies de plomo, libre del deseo o necesidad inducida de "completarme" en el amor romántico, el redescubrimiento de mi soledad querida, por un lado, y de la vivencia plena de la amistad por otro cerca todos mis demonios, los matiene a raya al menos en lo que a mi responsabilidad respecta. Fuera, más afuera, el infierno siguen siendo los otros, pero de momento no logran atravesar esta renovada isla de red, tejido delicado y sin embargo resistente, como las luchas que duran toda la vida.

Si el amor es viajero, vengo de verlo partir en el tren de la medianoche, a solas en la estación, con numerosas ocupaciones esperándome al volver a casa. He dicho amor y es injusto, de manera que le retiro ahora mismo la universalidad de la que ha gozado en los últimos doscientos o trescientos años. Una forma de amor, una sola entre muchas, ha usurpado el protagonismo con la complicidad infame de cierta monstruosa campaña de márketing que dura ya demasiado tiempo. 1.260 millones de resultados en internet. No me convence su producto, señores, aquí se lo envío a cobro revertido. 

Con la cifra más modesta de174 millones (apenas el 15% de la anterior), la amistad no ha desaparecido del hipertexto, afortunadamente:

"Relación de afecto, simpatía y confianza que se establece entre personas que no son familia".

En cambio, en relación al amor encontramos este tipo de memeces, que no siendo necesariamente falsas en relación a la experiencia, no por ello dejan de ser memeces. Para muestra, a modo de ejemplo, esta cita de Rousseau: «Las cartas de amor se escriben empezando sin saber lo que se va a decir, y se terminan sin saber lo que se ha dicho.» Después de esto entiendo mejor a Rousseau. La idea de que el ser humano es bueno por naturaleza, cuya bondad se manifiesta más superlativamente en el estado "salvaje", debió ser el resultado de una sublimación de andar por casa, comprensible bajo el aturdimiento mediático del que somos presa sin remedio desde hace siglos, pero no por ello menos vulgar. Cuando dice salvaje quiere decir "acto sexual", cuando dice que el hombre es bueno por naturaleza, quiere decir que le dieron calabazas inmediatamente después de la salvajada, las cuales dieron paso, a su vez, a un estado de shock del que tardó tiempo en recuperarse. En esta fase de recuperación, también llamada duelo, quizá Rousseau se puso algo pesado,

(trastorno negacionista,
diría un publicista)

 y siguió llevando el cántaro a la fuente a pesar de que cada vez lo tenía más roto, y concluyó, cuando lo que rompió fue su maltrecha cabeza "enamorada", que su amada (o amado, quién puede saberlo), a pesar de la indiferencia y el desprecio que repetidamente le manifestaba, seguía siendo una buena persona. Salvando a su amadx de la ignonimia moral se salvaba a sí mismo. La trampa roussoniana de negarnos a creer lo que no encaja en nuestro horizonte de expectativas amorosas (por ejemplo que simplemente pasen de nosotros) deriva a menudo en empeñarnos en tratar a nuestrxs ex-..... como si fuesen amigos. Afortunadamente no funciona a la inversa, y solemos tener la decencia de no tratar a nuestros amigos como si fuesen ex...

Rousseau, colega, se te fue de las manos. Te entiendo muy bien, ¿eh? Lo de escribir cartas de "amor" es como rascar, que todo es ponerse. Actualmente el soliloquio amoroso encuentra en el guasap un cauce idóneo para seguir haciendo el ridículo exactamente igual que en tu época. Apenas hay cambios. Donde antes decías: "en el fondo es buena porque es un ser humano y todos los seres humanos son buenos", ahora decimos "si no me bloquea es que me quiere".

Cartas de amor en las que no se sabe qué vamos a decir....pero qué c...?? ¿Te imaginas cogiendo el guasap para escribir a una amiga sin saber lo que le vas a decir?¿Sin saber si va a responderte? ¿Teniendo que escoger las palabras para ablandar su corazón de piedra?

Cartas de amor que se terminan sin saber qué se ha dicho....eso solo pasa en el pseudoamor publicitario, y a mí me ha pasado...luego había hecho un pedido por encima de mis posibilidades, seducida por la promesa del paraíso salvaje. Así se te entiende mucho mejor, Henri, si llegas a tener internet hubieras hecho lo mismo pero con faltas de ortografía, te hubieran salido seguidores, trolls, fakes, y feministas riéndose de ti, todo a la vez. De la que te libraste hablando en clave, la peña sigue pensando que hablabas de política. Tipo listo, haciéndote el ingenuo. Tontorrón pero generoso, lo cual te honra.

De la amistad seguimos hablando otro día.


2 comentarios:

  1. Bueno, hoy por hoy hasta Rosseau no se salva de ser exprimido hasta dar jugo Hobbesiano...

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  2. Los champiñones de Hobbes..., crecen libres en el campo, dispuestos a ser consumidos a la menor oportunidad. Y la crítica feminista correspondiente, of course: https://books.google.es/books?id=i7Vrp6EL-wIC&pg=PA96&lpg=PA96&dq=los+champi%C3%B1ones+de+Hobbes&source=bl&ots=8ByCsg_Jy7&sig=wR8z28RiaVEPWuUp48rho5J4cpw&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwiS3Yz644TaAhVIwxQKHUFxACoQ6AEIMzAC#v=onepage&q=los%20champi%C3%B1ones%20de%20Hobbes&f=false

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