Pues en esas estamos.
Acabo de volver de un viaje a Gijón, de la presentación del monográfico especial de la revista Mujeres y Salud: "Las voces que hay que oír. Alternativas a la psiquiatrización" En este monográfico, coordinado por mi buena amiga Patricia Rey, nos hemos juntado personas psiquiatrizadas, profesionales de la salud (psiquiatras y psicólogas), trabajadoras sociales, enfermeras de salud mental, poetas, y un Escritofrénico.
A través de las personas psiquiatrizadas que colaboran en este número, más que especial, asoman los trabajos colectivos de Hearing Voices, Xixón Voices, Hierbabuena, Radio Nikosia, Radio Prometea, Las Bucles, o el Movimiento de Defensa de la Atención Pública a la Salud Mental.
Se organizó, para presentar este monográfico que me atrevo a llamar histórico, sin pizca de exageración, la primera Xornaina Alloriona: "Onde hai llocura hai enfotu" (Donde hay locura hay esperanza/empeño) en el contexto reivindicativo del Orgullín del Norte, con referencia incluída en el informativo de la Televisión Asturiana (minuto 21.26, aproximadamente) En esta Xornaina conectamos en directo con Olga Runciman, presidenta de la red Danesa de Intervoice, que estaba, a su vez, participando en Noruega en el encuentro: Beyond the Therapeutic State (Más allá del Estado Terapéutico). A este encuentro internacional de personas psiquiatrizadas y profesionales críticxs, acudieron, entre otros, Robert Withaker y David Mackler, en cuyos enlaces podéis acceder a una parte importante de su trabajo
Así que estamos de Internacional, y lo de Chaladista va con humor y orgullo, con mucho Mad Pride.
No puedo irme sin dejaros el enlace para la suscripción a la fantástica revista MyS, que, bajo la dirección de la maravillosa Leonor Taboada, hizo posible este encuentro, el primero de muchos, y sobre todo de muchas.
GRACIAS
!!
ResponderEliminarGracias por el enlace a los documentales, muy muy interesantes.
ResponderEliminarLa conferencia de Withaker ha sido muy interesante y me ha mostrado otras posibilidades. Acostumbrada a trabajar en una unidad donde ingresan personas en un momento de crisis, en donde, principalmente la intervención que se realiza es actuar con psicofármacos . Por lo que estoy acostumbrada a ver los efectos secundarios al principio de su instauración y entiendo las quejas de quienes los toman. Pensaba que era un coste que tenian que pagar para recuperar un estado mejor en su enfermedad mental. Esta información, nueva para mi, hace que efectivamente piense que debemos de cambiar de esquemas y paradigmas. Y que debemos plantearnos otras intervenciones.
ResponderEliminarGracias