No es extraño tener insomnio estos días.
Ni tener paranoias, ni siquiera un miedo normal, anormal o paranormal
Y al mismo tiempo, la telerrealidad es cada día más irreal.
Si hablamos de guerra, la duda no ofende, al contrario.
Que sigan dudando, que se convierta en una duda eterna, metafísica, absoluta, que lo impregne todo, que nos mantenga a todxs despiertxs, ahora ya para siempre, y en general. Que la duda se extienda a cada momento de nuestra existencia, de nuestras inercias, de nuestros miedos y nuestros sueños. Que dudar sea asignatura en las escuelas, y que los objetos de estudio lo sean siempre desde todas las perspectivas posibles.
Mientras tanto...
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