Haber transitado algún delirio, máximo en el caso de la psicosis, nos acostumbra a pensar en cómo pensamos, en cómo nuestra cabeza es capaz de tales viajes, capaz de atravesar la realidad de esquina a esquina, para luego pasar de lado, o quizá, volver a ella haciendo círculos.
Quienes además hemos sufrido alguna contención desproporcionada, más incomprensible cuanto que no reconocemos delito alguno para ser tratados de esa forma, ni reconocíamos en la bata blanca hostilidad, así de principio, provoca que si hablamos precisamente de principios, los de siempre se vean seriamente en bancarrota, por no hablar de la dificultad de gestionarlos abducidos por extraños estados de conciencia que todavía no hemos aprendido ni a reconocer como nuestros, ni a saber qué hacer con ellos.
Todavía espero, de boca de bata blanca, alguna explicación mejor que las que fui encontrando por el camino, no siempre fácil ni siempre en absoluto aterrador, tampoco exento de originales alegrías, como la de disfrutar otras realidades por el mero hecho de ser otras, muchas veces así, sin mayor leña que la que arde en los corazones inquietos que bombean tantas veces a destiempo, otras incluso extrañamente acompasados a las exigencias de lo contemporáneo en fugacidades comunicativas que no tienen desperdicio, sin hacerles mucho caso, pues se sabe que de la ilusión a la pérdida el camino es corto en más ocasiones de las que nos gustaría.
Aplicando aún de este lado el principio médico de evitación de daño, que me receté a mí misma después del susto de que me vieran en órbita, no se deberían desdeñar del todo las posibilidades de una mente que funciona diversa, obviando por petardas las incapacitaciones que nos caen desde el otro lado del espejo, devolviendo sorpresa a donde sólo había espacio para mitos obsoletos. Y que esa mente autoposibilitada para intentar lo de siempre, pasar por la vida con algo de alegría que no se vuelva amarga demasiado pronto, pues que se mire y se diga ¿conduces tú?
Dedicado a todas la personas guapas con las que estuve en Lanzarote de risas, vinos, y charlas.
ResponderEliminartengo sindrome de abstinencia del asturiano!!!
ResponderEliminarbks fenomena
Eso lo arreglamos pronto! Asturias está en cualquier sitio.
ResponderEliminarFenómeno tú, bks.
Asturiano? acaso no sabeis que el proximo seminario será en Gijon? vamos a acabar de setas con cabrales hasta las trancas oigan!!!!
ResponderEliminarbks!!
Bueno, vamos a ver....como decía hay quien se quedó con ganas de mas y perdió el avión....
ResponderEliminarFué espectacular, y tengo entendido que se repetirá antes de lo que piensas.
Abrazos.
Jesús.
Jesús, veo que ya puedes comentar, malegro! Pues sí que estaría bien volver a vernos.
ResponderEliminarUn abrazo.