Por alguna extraña razón, o razones, no consigo aterrizar. Resulta hasta irónica mi capacidad para ser consciente de lo que me pasa y aún así, no desvincularme. No son psicosis lo que experimento ahora mismo, sino algo diferente: ansiedad constante, un ruge ruge en el estómago que sólo se me pasa cuando me siento confiada. Y este mundo, hasta donde yo sé, no ofrece grandes oportunidades para el entusiasmo. Si alguien puede proporcionármelas, oportunidades para el entusiasmo, pasra la alegría tranquila, por favor que no deje de hacerlo. Si alguna persona profesional que se acercó a mí como un objeto de estudio, como una especie de rara avis con la que adornar su currículum, me está leyendo, le comunico desde ya mi normalidad desnuda, mi pesimismo contagiado o contagioso, aunque lo último intento evitarlo a toda costa, en un ejercicio de elegancia costosa y responsable que ejerzo cada vez que pienso en quien me está escuchando y en lo poco que merece que nadie le amargue el día.
Pienso constantemente en las actitudes de control, de ninguneamiento, ya que pueden ser estas activas o pasivas, y en que son precisamente estas actitudes las que permiten no concebir demasiadas esperanzas. Entonces pienso en lo contrario de la esperanza, y es cuando me siento como un agujero negro, un cuerpo pequeño que soporta una gravedad desproporcionada a su peso y tamaño. Hago esfuerzos, muchos esfuerzos, para que no parezca que me abandono, que me caigo, pero lo hago, un poquito cada día. Sin perder el humor, claro, que buena soy yo para renunciar a unas risas, cuanto más claras y eclosivas, más placenteras y mejor recibidas. Una persona alegre y positiva, así se me ve en general, así me gustaría ser cada vez con menos posibilidades reales de serlo de verdad. Estoy cansadísima, un tipo de cansancio espeso y casi imperceptible para quien me mira sin verme, delgadísima, así siempre pueden sospechar que es vanidad, de alguna forma más conforme a lo que se espera de una mujer de mi tiempo, ocultando inteligencias secretas que sólo se muestran a quien las merece.
Es posible que escribir todo esto neutralice de alguna forma el proceso de hartazgo que me sobrecoge, y este blog empiece a ser terapéutico y no sólo metaterapéutico. ¿Es la vida terapéutica? ¿O es al revés, un cúmulo de tiempo enfermizo contra el que nos tenemos que defender todos los días? Un buen amigo me diría que disfrute de cada sorbo, del sabor de cada fruta y de cada gota de vino, y yo le diría que lo hago, y mucho, y que eso me salva un montón de montones de momentos. Algo es algo, tampoco me estoy quejando de forma absoluta, aunque sí me estoy quejando, es obvio. ¿En serio arreglaría algo una pastilla que me quite pulso, ahora que estoy aprendiendo a tocar la guitarra? Esta noche saltaré una hoguera de punta a punta, varias veces, soñando despierta con un mundo menos falso, menos frío,menos triste.
Estas rodeada de humanos, y ya se sabe, la mayor parte están hechos un lío. Prefiero creer eso y pensar que todo el mundo es bueno. Nos contamos continuamente historias y les contamos a los demás historias de porqué hacemos lo que hacemos. El problema es que la mayor parte de las veces son solo eso, historias. Historias que muchas veces nos sorprende descubrir que eran solo eso, historias que nos habíamos contado, porque no podemos negar/negarnos los hechos, lo tangible, lo que no queda solo en el lenguaje.
ResponderEliminarQuizás sea una incosnciencia por mi parte, o quizás un intento compensatorio para evitar que me afecte colateralmente la profesión, pero procuro relacionarme con personas, y francamente me importa un carajo el o los diagnosticos que alguien haya decidido adosarle a otra persona (sobre todo teniendo en cuenta su bajísima fiabilidad, su estupidez, y su falta de rigor).
Solo me gustaría decirte lo que otras veces, que tu discurso es valioso e inteligente, y que un discurso debería ser rebatido con otro, nunca quitando valor (sea cual sea la forma) a la persona que lo elabora.
Por último, la verdad, te he de confesar que algunas cosas que veo, pero mayormente, algunas de las que intuyo, me dejan absolutamente anonadado. Como algunos amigos comunes ya saben, he pasado, en mis ratos libres, de bloguear a plantar, una actividad mucho mas simple, ecológica, y que se ha revelado como mucho mas honesta y menos decepcionante. La sagrada misión de esparcir la palabra verdadera se la dejo a otros, no seré yo el que confunda o perturbe a su rebaño, que ya se sabe que cabrero sin cabras se queda en nada, y que a mas cabras mejor y mas grande cabrero. Como diría Orwell y aplicando el simil ganadero, la vida de las cabras no va a cambiar en nada, pero si probablemnte la del cabrero (y he aquí el lio del que hablaba antes).
Abrazos, y espero que esa noche de San Juan sea la mejor posible. Yo haré lo mismo, mismamente.
Jesús.
hola preciosa:
ResponderEliminarno se que decir. estoy muy espesico. llevamos dias en casa de un amigo al que han tenido que operar con el fin de que a sus niñas dos perras que son dos soletes no les falte de nada. Esto hace que este del todo desconectado del mundo. No se que decirte a parte de suscribir las palabras de jesus. No se que decirte que no sea que cuentas con nuestra amistad para lo que haga falta. Estamos lejos si. Y quizas una ciberamistad no sea gran cosa... Pero por mi experiencia solo te puedo decir que todo pasa lo bueno y tambien y sobre todo lo malo. Tu lo sabes, la vida es como un largo y amargo trago, en ocasiones. Quizás el truco sea no dejar que esa amargura nos contagie el corazón de miedos y penas. Porque en algunos momentos, como cuando sonreímos con sincera satisfaccion, la vida se convierte en algo secundario, algo que no pensamos, simplemente que vivimos y gozamos.
un fuerte abrazo!!
¡Que sepas que te entiendo perfectamente! pero no tengo otra solución que la "desconexión". Por un lado vive el/la autómata vacío pero complaciendo los deseos de un doblecuerpo: físico y emocional voraz y por otro el pensamiento fruto de una mediana inteligencia que se desespera de tanto automatismo. ¡Como no te voy a entender!
ResponderEliminarMi método: No creer en nada, en nadie, ni en mi. Simplemente no creer. Experimentar ... y si como suele resultar habitual, el experimento sale fallido, pues a montarte otro, otra zanahoria para dar de comer a nuestras carcasas. En este punto ya he descubierto que la carcasa mental también lo es, eso carcasa. Detrás.... nada ..... pero tan cómodo. Beso.
ey! ¿nos quieres hacer creer que todo es una caca? anda ya! me sé de una tía majísima, a la que solo conozco a través de letras en una pantalla, que a veces deja colar a su alter ego, igual que ella, pero en versión depre. ¿que quieres que te diga? la prefiero en versión original, expresiva, participativa y, si puede ser, entusiasmada.
ResponderEliminarsi tuvieramos cerca una de esas plazas que se han convertido en ágora, iba y te daba un abrazote sin ninguna finalidad terapeutica, solo para celebrar que estamos vivos.
me conformaré con enviarte la versión electrónica:
un abrazo!
Gracias!! Tenéis todos razón, la autocompasión se me da fatal y me dura poco, hasta me avergüenza, ejem. Supongo que este texto último, que se sale bastante de la tónica general, salió así para sacármela fuera, para sacudírmela, por así decir. Ya veis que a pesar de todo contiene lucecitas.
ResponderEliminarSalté las hogueras,me enfrenté al hecho de pasar la noche rodeada de miles de personas, toda la noche paseando por la playa, de fiesta en fiesta, aunque no pudiera disfrutarla tanto como otras veces. Aún así, la voluntad de que la noche fuese mágica tuvo su recompensa, dormí de maravilla y me desperté tranquila, y tranquila sigo. También conseguí arreglar algún tema laboral. Ahora, además, veo vuestros comentarios(son casi las nueve de la noche)llenos de ánimos y buenos consejos, que se suman a los que recibí ayer, y me emociono, de verdad.
Este último mes ha sido bastante duro, para mí y para las personas a las que quiero, me he enfrentado a paranoias nada agradables, a lloreras angustiosas, a mutismos casi insoportables, pero también me han dado lecciones de apoyo de las que vale la pena tatuarse si no fuese porque resultan difíciles de representar gráficamente, y porque lo de los tatuajes sigue sin convencerme(aunque me encanta verlos en los demás cuando son bonitos).
No sé qué más decir ahora, mejor os dedico una buena entrada un día de estos, que bien la mereceis, Jesús, Raúl y Almu, emejota y pere.
Un gran abrazo para cada uno!!
PD: "Si alguna persona profesional que se acercó a mí como un objeto de estudio, como una especie de rara avis con la que adornar su currículum..." se está dando por aludida,(sólo en ese caso) que sepa que por un lado no me importa tanto sentirme observada, que las paranoias, cuando vienen, son caprichosas, y que todos los males sean esos.
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