miércoles, 18 de agosto de 2010

Adicciones ilegales, adicciones legales

Si eres adicto a la heroína, por ejemplo, tu adicción es un problema. Si para dejarla tienes que pasar un mono fuerte, sobrarán las voces(y no precisamente imaginarias)que te dirán que seas fuerte, que lo aguantes, que lo pases, porque eso te conducirá a una vida mejor. Es probable que sea así, no seré yo quién lo discuta.

Si eres adicto a los psicofármacos(los que te recetan los médicos titulados),la droga entonces pasa a llamarse medicación y es una "necesidad para tener una vida normal". Si intentas dejarla y pasas un mono fuerte, sobrarán las voces (tampoco imaginarias) que dirán: "está fatal porque ha dejado la medicación","tenemos que conseguir que vuelva a tomar la medicación"

Si hay un revés en tu vida y te das a las drogas ilegales, eres débil, o vulnerable, o macarra, o te va la fiesta, o todo a la vez.

Si hay un revés en tu vida y vas al psiquiatra para que te medique con drogas legales, eres normal, eso le pasa a cualquiera, estás en manos de profesionales,no tienes por qué pasarlo a pelo, para eso están las pastillas.

Para eso están las palabras, para conceptualizar, para unir conceptos y elaborar argumentos, para unir argumentos y elaborar juicios. Lo contrario de este esfuerzo mental son los prejuicios, que vienen envasados al vacío, para consumo rápido.

¿Tenemos tiempo para pensar, o preferimos los prejuicios?

7 comentarios:

  1. Hola etiquetada! Este relato al ppio, te confieso, me dejo perturbada, pues yo tengo un punto bien fuerte sobre las drogas... pero al seguirte leyendo tienes toda la razón... de todas maneras, legales o ilegales, te mantienen atado...

    Ahora bien.... los prejuicios son un verdaero estorobo, todos tenemos, pero hay que identificar los que viene sobrando en la vida... sólo así, al libertad y tolerancia estarán caminando junto a nostros. Buen relato, muy bueno!

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  2. Me alegra que te guste, Gabrielle. Bienvenida por aquí!!

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  3. A mi tambien me gusto ... Encantada de seguirte

    Un saludo cariñoso desde Mexico

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  4. Uff!! Cuánta razón tienes! En general, tienes mucha razón. Quizás, la diferencia está en que un buen profesional no te prescribirá dosis hasta un punto de dependencia seria y el cerebro no recuerda de la misma forma todas las dependencias (algunas permanecen mucho más tiempo q otras, con diferencia), algo muy relativo, ya q el punto de dependencia de cada uno, es único y no todos los cerebros conservan de la misma forma estos recuerdos. Ya sabes..., se aplica el criterio considerado "estadísticamente normal", sin conocer como de cerca o de lejos del citado criterio, está la persona que tienen delante.

    En principio, un buen profesional, no tiene en cuenta sólo las recomendaciones de los laboratorios farmaceúticos, también oye a su experiencia. Quienes se drogan por su cuenta, ni siquiera cuentan con eso.

    Pero, no. No defiendo la medicación y menos la que crea dependencia.

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  5. Necesitaríamos tiempo para pensar qué son esos prejuicios. Y me da a mí que una condición "sinecuanum" de un prejuicio es que no se reconoce a sí mismo, aunque le pongas el espejo pegado a las narices y se lo dejes ahí, bien cerca, toda una eternidad.
    Esther.

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  6. Tienes razón, Esther, yo creo que prejuicio es dividir el mundo entre bueno porque viene de A y malo porque viene de B. Y no reconocer el prejuicio es como no ser capaz de ver lo malo de A y lo bueno de B, o dicho de otra forma, no reconocer dobles raseros, o dicho de otra forma...voy a analizarme los míos, ya puesta. Enseguida vuelvo.

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  7. estoy de acuerdo con Esther, un prejucio pocas veces se reconoce a sí mismo, besitos!

    P.D: gracias por tu comentario Etiquetada, en cuanto a las camisetas, sí las vendo, si quiers te dejo mi correo y hablamos:
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