Nada humano me es ajeno, o algo así. Pero qué cuesta arriba a veces. Me cuesta un mundo escribir, últimamente. Por momentos parece que el tiempo del blog se terminó, o tantos otros. Luego respiro hondo y vuelvo a varios sitios. Mucho empeño, mucho esfuerzo en el cuidarse. Quizás es tiempo de fotos, más que de palabras. Solo para que descansen, nada más. Las palabras vuelven siempre. Lo que duele es ambiental, así que por favor... tengamos paciencia. Teníamos el corazón lleno de mundos nuevos, ¿te acuerdas? Hasta podemos bucear otra vez entre los clásicos, ponerles la linterna en los puntos de sutura, y aprender de las viejas cicatrices. Contra el vacío, lo que sea. Aquí mis relatos, el de hoy en domingo todavía de sol.
domingo, 6 de septiembre de 2020
Tener a mano algo para escribir
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Me he topado con este blog por casualidad y es una delicia. Enhorabuena.
ResponderEliminarHola anónimo, muchas gracias. Me encantaría que te identificases de alguna forma, aunque no sea un nombre real, por si continúa la conversación. Un saludo!
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