A Raúl Velasco lo conocemos, todxs los que pululamos estos blogs de salud mental, por su trabajo desde hace años en Radio Nikosia, en Radio Rubí, por su blog, por sus ánimos, sus comentarios, y sus colaboraciones de peso en los cambios que queremos ver cada vez con más prisa en todo este mundo de locxs.
Que Raúl sea escritor no nos sorprende, tampoco es la primera vez que escribe, ni que publica. Pero que sea Escritofrénico, y que su última obra, ensayo novelado y tratado sobre la curación de la psicosis, haya sido comparada con las memorias de Shroeber , parece que es la hostia. Así le pareció a Raúl que el psiquiatra Fernando Márquez hiciese esa comparación en la presentación de su libro en Coruña, a la que tuve el placer de asistir recientemente. A mi la verdad, ese Shroeber no me impresiona demasiado, simplemente no tengo el placer de conocerlo lo suficiente como para que me impresione, no es nada personal. En cambio, que Raúl me impresione sí es algo personal, porque lo conozco, porque lo quiero, porque sé lo importante que es para él escribir y publicar, y por otras razones que tienen que ver con su nuevo libro.
Me impresiona Raúl y su Escritofrénico porque es mi contemporáneo, es de mi quinta y de mis luchas, es de ahora mismo, está pasando, y lo que cuenta está pasando porque habla de todxs nosotrxs, psiquiatrizadxs, liberadxs o no de psiquiatras, pastillas, protocolos, mensajes oscuros de cronicidad y desesperanza, teorías, contrateorías, y muchos ingredientes más que iré descubriendo con placer según avance en la lectura del libro. Por eso me impresiona, por eso El escritofrénico no es un libro cualquiera, es uno de los nuestros, y no es tampoco una voz cualquiera, es la voz de una nueva forma de estar locx: rebelde, creativa, informada, esperanzada, crítica, cercana, todo junto y todo nuestro. Una voz que hacía falta con las palabras y los hechos de ahora mismo, vinculada a nuestro tiempo y nuestro espacio. Por eso me quedan lejos las memorias de Shroeber, estando Raúl a tiro de avión, con toda la vida por delante para seguir hablando, él con nosotrxs y nosotrxs con él. Si estás locx, si vives con la locura, si no sabes nada de ella, si trabajas con ella, o la acaricias en sueños....no te quedes sin él, verás cómo mola salir en un libro.
EL ESCRITOFRÉNICO
Un tratado sobre la curación de la psicosis
Raúl Velasco Sánchez
Ed. Miret, Barcelona, 2013
"es la voz de una nueva forma de estar locx: rebelde, creativa, informada, esperanzada, crítica, cercana, todo junto y todo nuestro"
ResponderEliminar¡ que bien expresado P !
Sí, es una voz sin embargo demasiado escasa todavía, o esa es la sensación que tengo hoy, supongo que será el cansancio, y que el optimismo volverá con fuerza acompañando al nuevo día. En cualquier caso, tenemos una nueva voz, en forma de libro de Raúl, que antes no teníamos.
ResponderEliminarUn abrazo, y gracias por el piropo, viene en el mejor momento.
Soy mucho más escéptico. No es lo mismo que ser pesimista. Locura es alteración, fracaso, salud saber reconocerlo hallando una regla práctica de proporcionalidad.
ResponderEliminarPor eso el libro me interesa: tengo curiosidad, si a parte del valor intrínseco del autor por haber querido vivir fiado a sus propios sentidos, al final este le toma las medidas a su fragilidad reconocida.
Pero no quisiera de momento alterarme demasiado (estoy seguro que el autor va a tenerme entremedio incómodo), tengo alguna que otra novela nutritiva a medias, además de seguir acunado entre manuales de matemáticas, disfrutando de una etapa estructurada a medio gas, así que será en verano, cuando caiga "El Escritofrénico", que, seguro, instructivamente degustaré.
Hablas de Raúl y su libro con verdadero cariño y entusiasmo, transmitiendo unas ganas locas de coger su tratado y no soltarlo hasta la última página. A mí me ha entrado el gusanillo. Muchas gracias Paula por este fantástico blog, por transmitirnos entusiasmo que tanto escasea. Un abrazo.
ResponderEliminarExacto: ES DE AHORA MISMO, ESTÁ PASANDO!!!
ResponderEliminarLa distancia con Schroeber está en que Raúl publica, no es publicado, troceado ni comentado por interpretadores ajenos –bastante distantes-.
La distancia abismal está en que Raúl pelea -y peleamos cada vez más- por sí; pero no sólo para sí, frente a un plutomonstruo que domina las artes mágicas –o más bien ilusionistas- de lo peor del marquetinero siglo XXI, por más que lo confunda y se ofenda a veces la auténtica Ciencia (pseudo, para, blanda,... inexacta. Humana demasiado humana) de la Curación del Alma, reacios sus expertos a entender que quienes mejor la entienden y pueden -han de- reencauzarla, e incluso redirigirla, son quienes la hemos experimentado… mucho más allá de nuestros neurotransmisores.
"Sigo pensando", anyway...
Besos
Yeahhhh, SUSCRÍBOLOTODO!!!
ResponderEliminarMe sumo a esa opinión de una voz valiente
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