Acostumbro a ver bastante la tele para poder disimular, hacerme una idea de lo que se considera normal y lo que no, lo que se lleva, las últimas tendencias en opinión, gestualidad, moral, relaciones humanas, interacciones comunicativas, sudaderas para miniperritos...
El resultado suele ser "pues si a esto lo llaman normal..."
Siempre hay excepciones. Afortunadamente (para la tele).
Vamos con ellas,un repaso a la semana:
Buenafuente, como encogido, entrevista a Juan José Millás. Y este señor listo listísimo se pone a hablar de alucinaciones inversas, y lo explica. Una alucinación es ver algo que no está, y una alucinación inversa es no ver algo que sí está. Como por ejemplo los psiquiatras que no ven las recuperaciones. Es que no están(en su consulta)
Un programa cultural de la 2 dedicado a la filósofa María Zambrano, cuyo mayor logro conceptual es la formulación de la "razón poética". Y dicen lo siguiente, de ella y de su poética razón: "no se parece a nadie", "no está en los programas universitarios porque es inclasificable", "su pensamiento no es sistemático", "su pensamiento puede hacerte divagar, perderte, sobre todo si el amor guía tu lectura", "habla de lo invisible, de la intuición, de lo inaprensible".
Sacar esto de la tele es como sacar agua de un pozo seco. Además de pedirme su libro voy a contaros un secreto: la razón delirante se parece bastante a lo que no se parece a nada, tampoco la enseñan en las universidades, (aunque sí la manera de patologizarla, despreciarla, tenerle miedo y asociarla solo al miedo, farmacologizarla y bla bla bla), la razón delirante es rabiosamente ecléctica, y por tanto las posibilidades de divagar y perderse forman parte del razonamiento. Y por último, tiene una querencia especial por lo invisible, inaprensible, incognoscible e intuitivo.
Las personas no razonamos de una única forma. No existe lo que se llama la Razón, así en absoluto. La Razón, así entendida, es un constructo intelectual depositario de muchas "razones", que a modo de sedimento se han ido depositando a lo largo de los siglos, con mayor fortuna de unas sobre otras según intereses dominantes. Actualmente conviven tantas razones heredadas de los diferentes sistemas filosóficos que sería largo enumerarlas todas, cada razón emana de una forma de ver el mundo, o si se prefiere, de una forma de utilizarlo para nuestro provecho, sea este material, intelectual, espiritual...
Si quieres construir un avión será de utilidad la razón técnica y científica, si quieres agarrarte a una idea de trascendencia que te quite la angustia de la mortalidad será de utilidad la razón teológica, si quieres disfrutar del amor será bueno usar razones del corazón, lo que quiera que eso signifique. Y así van apareciendo razones que ni sabíamos que existían, o que no les dábamos esa categoría, quizá por pensar que la única razón existente eran las leyes de la lógica aristotélica, o las de Newton, o las Críticas de Kant.
¿Cual es la mejor razón? ¿cuál es la mejor comida?¿cual es la mejor persona?¿el mejor trabajo? ¿la mejor obra de arte? La razón de la competencia, suma y sigue.
Las razones, puesto que les hemos dado carácter de "realidad", están para usarlas inteligentemente. Entendida la inteligencia como la capacidad de procurar el mejor provecho para uno mismo y para los otros. Para procurar lo bueno, como diría Spinoza, y que lo explica como aquello que sienta bien, que ayuda a estar mejor.
La razón delirante sirve a quien la respeta y conoce su medida, y con ello su mesura y desmesura. A quien, no temiéndola, tampoco le otorga categoría de absoluto, entendiendo que es un modo de conciencia más de aquellos que conoce, y con los que quiere mantener relaciones de conocimiento en equilibrio. Pero la razón delirante está tomada por los muros de las otras, ahogada en maleza secular de rechazo e incomprensión, de juicios y condenas durísimos que sólo se reservan para lo que no se comprende ni se quiere comprender, quizá porque toca lo más invisible de lo invisible, lo inefable.
La razón delirante no es necesariamente poética, aunque puede serlo, no es necesariamnete musical, aunque también puede serlo. Lejos del oficio artístico, que puede, a su vez, ser o no delirante, el delirio es, ante todo, una forma más de ver el mundo, de dejar que el mundo entre en nosotros de una determinada manera, de prestar atención a posibilidades interpretativas nuevas, que pueden influir en lo sensorial, en lo intelectual, en lo emocional, en una de esas áreas o en todas a la vez, como no hay programa tampoco se da nada por supuesto. El encanto reside en la sorpresa ¿cómo se manifestará esta vez?, ¿qué aprenderé?, ¿qué sentiré? Recuerdo un eslogan publicitario, no sé si de coches o preservativos, que decía "la potencia sin control no sirve de nada" Pues eso. Ya que el delirio es básicamente potencia(entendida en el sentido aristotélico de posibilidad,)el control se activa pulsando diferentes teclas:
- La experiencia, que permite no tenerle miedo.
- La responsabilidad, que evita causar daños, a uno mismo o a los demás.
- La divulgación, que tranquiliza al entorno.
- La autoestima, que impide sentirse enferma.
- El gusto por la filosofía, que permite aprovechar la experiencia.
- La razón dominante, que sirve de puente y de freno si es necesario.
- La confianza, que mantiene a raya la psicosis.
Es un poco como la diferencia entre tomar drogas a lo chorra y tomarlas con sabiduría, moderación y buena compañía(aunque sea para hacer chorradas).
Lo único que no puedo controlar es el comienzo. Conscientemente no lo busco, pero por lo menos cuando toca sé qué hacer con él. Durante el proceso adelgazo muchísimo, y cuando termina me quedo aliviada porque puedo suspender el control. Aliviada y cansada psicológicamente, supongo que también se debe a la pérdida de peso, aunque el cansancio dura pocos días. Luego, durante una temporada, pienso sobre eso, ya fuera, sorprendida de haber estado ahí otra vez. Y lo que se refuerza siempre es la alegría, el buen humor, la reivindicación de estos estados como no patológicos, la capacidad de disfrutar el día a día, de que cada lugar y momento, si quieres, es el mejor del mundo.
En cierto grado, todos conocemos la razón delirante, esa especie de clic que se activa no sabemos por qué ni para qué, pero que nos deja dudando de la realidad automática, que nos sumerge, aunque solo sea un momento, en el centro de una especie de ensueño en medio de la vigilia. Con los años he llegado a conocer miles de historias de la irrealidad de los otros, y siempre pienso que hay algo bonito e invisible dentro de nosotros que no nos cuentan en la escuela. Si se vive con miedo o vergüenza,(propios o ajenos) hace sufrir mucho.
Los sueños dulces y las pesadillas beben de la misma razón onírica.
Sapere aude (Atrévete a saber)
Jesús, lo de los psiquiatras te lo dedico, más que nada porque es tuyo.
ResponderEliminarUn abrazo grande.
Muchas gracias¡¡¡¡ Bonito detalle :).
ResponderEliminarSobre María Zambrano, un muy buen amigo mío me ha hablado muchísimas veces y creo que es mas que recomendable. Acabaré pilllandome algo (se me acumula el trabajo...).
El anuncio no es ni de preservativos ni de coches, es de neumáticos para coches, concretamente de Hankook. En el anuncio salía Carl Lewis (el hijo del viento) situado en los tacos de salida con unos zapatos de tacón y el eslogan era ese "la potencia sin control no sirve de nada". Es algo que repito muchísimo por ejemplo en la consulta.
El delirio en ocasiones toma caras agrias. Delirar deliramos todos en ocasiones, cuando estamos convencidos de una verdad sin indicios y actuamos como si los tuvieramos. Delirios hay muchos, como personas. Y algunos de ellos, son insufribles, inaguantables e insoportables, para según quien, y según quien los tenga.
Es algo así como la fuerza (retomando la imagen del control y la potencia). Ser fuerte es una cualidad que depende de quien la posea, puede ser positiva (en general) o muy negativa (lo mismo). Exactamente con el ser debil, que según quien lo sea, puede ser su fortaleza.
En definitiva, efectivamente, hay razones y razones, y hay delirios y delirios, porque hay personas y personas. Juntamos según que persona con según que delirio y tenemos un quilombo del copón bendito.
Al final del día, hablamos tanto de síntomas para no tener que hablar de personas.
Un fortísimo abrazo.
Tu escrito es muy interesante. Me ha hecho pensar y me ha servido de mucha inspiración. Muchas gracias.
ResponderEliminarUn abrazo ;)
Gracias, una vez mas por una exposición tan clara y completa de "la razón delirante". Ignoraba que tuviera este nombre. Lo cierto es que aprendo muchísimo con tus exposiciones. Que pases un buen final de año, dentro de lo posible. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarJesús, gracias por la referencia de los neumáticos, aunque no nos pagan por la publicidad ;)
ResponderEliminarEl delirio puede ser terco, cierto, pero no siempre, o no es la cualidad que más destacaría. Digamos más bien que ilumina espacios de la mente de una forma peculiar, al menos en mi caso.
Y yo creo que sí hablamos de personas en general, aunque no en particular(bueno, yo hablo bastante de mí, eso sí). quiero decir que lo que se cuenta siempre tiene aplicaciones personales. Y como bien dijo Bentall, mejor que de diagnósticos hablemos de quejas.¿Y si no hay quejas?
Un abrazo
Navegante bipolar, gracias por tu visita. Que me digas que te gustó el texto es bonito, que me digas que te inspira es más bonito aún.
ResponderEliminarMuchas gracias a ti.
Un abrazo.
Emejota, el nombre me lo inventé, o más bien digamos que lo apliqué para el caso. Yo también te deseo feliz año, y te mando un abrazo tan fuerte como el tuyo. Gracias a ti por el comentario.
ResponderEliminarYa se que es una opnión personal...
ResponderEliminarConsesuando: si no tiene esa cualidad terca, vamos que a pesar de ver y tocar, uno sigue en lo suyo entoces no es delirio, es otra cosa. Si hay dudas, que viene siendo lo mismo, tampoco.
Si yo creo que los demás se rien de mi, y a pesar de que los otros me aseguran que esto no es así o incluso, es facilmente objetivable que no puede ser así, y yo actuo como si lo fuera, eso es delirar. Estoy seguro de que efectivamente hay delirios que aportan, y delirios que enseñan, ahora bien, me temo que hay una gran parte que acaban dejando lo peor, especialmente cuando la persona o no está en situación de aprender, de sacar algo, o bien no le permiten hacerlo.
Me parece muy importante la cualidad temporal de que lo dotas, esto normalmente no se trasmite así. Casi parecería que delirar es una condición, no un estado, y evidentemente no es así.
En cuanto a lo de la publicidad, lo flipé cuando hablaste de ese anuncio, es una frase que repito cada dos por tres....y caramba, tienes razón, deberían de pagarnos por la promoción gratuita...
Abrazos.
Un texto buenísimo!!!! Yo estoy con Etiquetada en la trasitoriedad del delirio y su posible enseñanza. Dicho en lenguaje psicologico racionalizar una emocion o un delirio, extraer de ese mundo onírico la parte (muchas veces oculta) que lo ata a la realidad es una enseñanza primordial sobre nosotros mismos como individuos. Lo difícil es que para que ese aprendizaje sea posible es necesario un bagaje experiencial, como pasar varias veces por el mismo callejon oscuro, para así perderle el miedo y poder analizar sus sombras. Normalmente la mayoria nos dejamos arrastrar por la emoción que producen nuestras percepciones, así lo hemos aprendido desde niños, un cuadrado es un cuadrado y un círculo es un círculo.
ResponderEliminarEs necesaria una especie de pirueta en el aire para aceptar que eso que identificamos como cuadrado sea otra cosa diferente. Al final se trata de sostener tu personalidad -en ocasiones, ni que decir tiene, resulta una tarea de titanes- cuando por delirar has de renunciar a todo tu imaginario y más aún cuando te impiden farmacológicamente reconstruirlo.
Abrazos!!
Muy, muy interesante. Me ha encantado lo de las teclas para mantener el control.
ResponderEliminarUn saludo.
Siempre es un placer leerte. Yo recomiendo a todos mis compañeros que os lean, que se aprende mucho, que se ven las cosas de otra manera. Ellos se resisten pero yo lo seguiré intentando.
ResponderEliminarGracias por lo compartido.
Un abrazo.
Almu y Raúl, gracias, me alegra que os haya gustado. Llegar a este punto tiene mucho de decisión, de haber decidido afrontarlo así, a ver qué pasa. Lo que no quiero es hacer proselitismo de nada, cada persona es un mundo y tiene sus tiempos, sus procesos, sus ideas, sus seguridades...y está bien así. Lo importante es que para mí todo esto ha sido un descubrimiento progresivo, con mucha voluntad de que así fuese, y en cierto modo un reto que me propuse para demostrarme que podía conducirme y cuidarme sin medicinas, que podía aprender a integrar estos viajes sin "daños colaterales", sin sustos para la gente que quiero, y sin llamar la atención de quien no sabe nada. Me salió bien, y por eso ahora escribo y escribo para contarlo, y con tan buenos interlocutores, da gusto.
ResponderEliminarUn abrazo enorme!!!
Jose y Amaia, gracias por estar siempre ahí animándome,también por la difusión, estos nuestros blogs están demostrando que los puentes son posibles.
ResponderEliminarAmaia,el placer es mío.
Un abrazo
Gracias, cada día te leo con mayor entusiasmo y admiración.
ResponderEliminar;)
César M.
Gracias a ti, César.
ResponderEliminarUn abrazo
Uf! gracias por esta entrada, ESPECTACULAR!
ResponderEliminarPero permíteme, me he quedado...sorprendido por dos afirmaciones sobre "El delirio":
1. "El encanto está en la sorpresa" (cuando "normalmente" hay miedo...)
2. El cómo llegar al control "durante" y no al principio ni al final(cuando "normalmente" durante un tiempo limitado o indefinido es vivir con esa idea "ireal" para los otros y sin duda alguna "real" para el que la lleva consigo, parece innegociable a la razón.
Felicidades por tu capacidad de afrontamiento!! y "Las teclas" me parecen fantásticas.
Un abrazo
Hilari
Hola Hilari, en primer lugar gracias por los ánimos, me alegra que te haya gustado tanto. Intentaré responder a tu pregunta con una entrada en breve.
ResponderEliminarun abrazo!!
Hola !! solo te queria comentar que soy miembro de una banda de funk rock que se llama "Razon delirante". Me topé con tu blog y me llamo la atencion la coincidencia. Saludos desde villa del parque.
ResponderEliminarAlan
pd: muy bueno lo que escribiste