martes, 23 de julio de 2013

Apoyo a Saltando Muros

Mi relación con el blog y proyecto Saltando Muros fue peculiar desde el principio. Como en cualquier otra relación humana (pues Saltando Muros son, ante todo, personas), hay malentendidos y algún desencuentro. Hubo momentos en que llegué a pensar que eran demasiado tibios en sus posicionamientos, tibios e incluso cobardes, con algún episodio de censura de comentarios en temas relacionados con vivir sin medicación.

Ahora puedo entender muchas cosas. Saltando Muros es un proyecto grande, mediático, quizá de los más mediáticos y conocidos en este incipiente pero más que animado mundo de la blogosfera psiquiátrica. Tienen miles de visitas y seguidorxs en sus páginas (blog, redes sociales...),  y cada vez se estaban abriendo más a posicionamientos críticos, en los que participaban profesionales de distintas disciplinas, dando versiones diferentes a las patrocinadas por la industria farmacéutica. Todo esto levanta ampollas, precisamente en los sectores que no quieren que nada cambie, en los sectores que no quieren que hablen los diagnosticados, que no quieren que se produzca verdadero debate científico, y menos aún, que todo esto suceda ante las pantallas de miles de personas, que se meta en sus casas y en sus cerebros, que siembre la duda sobre si otra forma de abordar la salud mental pudiera ser posible, y se la estuvieran negando por oscuros intereses que nada tienen que ver, precisamente, con la recuperación de las personas diagnosticadas por la psiquiatría.

Saltando Muros ya nació, ya creció, circuló,  marcó una linea y se dio a conocer muy generosamente. Ahora, con esta amenaza de clausura, la gente va a saber más cosas aún de las que sabía, va a solidarizarse más, va a querer seguir llevando su antorcha. y en eso estamos muchos, cada vez más por lo que veo todos los días. Al final, solo tengo buenas palabras para Saltando Muros. Sea de esta forma o de otra, no van a callarnos. Pero deberían saber que si tumban este proyecto, la repercusión mediática puede ser más fuerte aún de la que tenía el propio proyecto, miles de personas se convierten en  muchas más personas, las redes sociales funcionan siempre en progresión geométrica. Las personas diagnosticadas, en general,  tenemos mucho tiempo libre, un lujo escaso que intentamos aprovechar bien.

Saltando Muros, búscalo por aquí, y por allí, y dale ánimos.

3 comentarios:

  1. No hay oscuros intereses. Las suspicacias están en las cabezas de los suspicaces. Es una lucha por el poder de influencia. Todo el mundo cree tener su verdad. En el medio, los seres frágiles, y sus derechos: no querer adoptar riesgos. El espíritu del cuerpo. Ese diabólico deseo de seguridad a costa de todo, de la libertad principalmente.

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  2. En este caso, de la libertad de cátedra, de la libertad de expresión. Muy triste. Saltando Muros no creía en conspiraciones.

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  3. Tienes razón, ancr, no son oscuros intereses, son intereses muy transparentes. No es conspiranoia, es economía. Pero la economía puede ser muy pérfida en cuestiones de salud.

    Puede que sea una lucha por el poder de influencia, claro que si, pero entonces, o nos hacemos más influyentes como colectivo, o la libertad no la veremos ni por asomo, y todo lo justificará la seguridad, todo.

    Gracias por la visita.
    Un saludo.

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