Me desperté con idea de pintar, todo el día, o buena parte. Pero pintar tiene sus riesgos. Tenía pendiente terminar el cuadro "Ramo de novia" ( una parodia expresionista del deseo romántico de "asentarse", una fantasía como otra cualquiera), pero la parte del tul requería una minuciosidad en tiempo y concentración para la que todavía no estoy preparada. Aún así, avancé una hora de tul (La parte blanca, luego le queda la parte beige, para que sea todavía más ñoño y decimonónico).
Me salvaron las ganas de comer, tras lo cual me fui al sofá, a intentar una novela de Almudena Grandes sobre la Guerra Civil. Tampoco.
No pinto, no leo... ¿ansiedad? ¿vacío existencial? NO!! ¿caminar? ¿ver a alguna amiga? SI!!
Salí a las cinco y llego a casa nueve horas después. No estuvo mal.
Para reconciliarme (y él ya sabe de qué hablo) con otro de mis amigos, pongo a La Polla para escribir esta entrada, me como un bocadillo a deshoras ( lo propio de las vacaciones), y afirmo que se va llevando, que una no es superwoman ni falta que hace.
Amigas feministas, poco a poco y con buena letra.
Buenas noches.
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