Que sí... que de todas las personas que conozco con diagnósticos de TMG (lagarto, lagarto), están mejor las que no toman antipsicóticos.
Por varias razones:
- No sufren los efectos secundarios de los antipsicóticos, y es todo un descubrimiento volver a sentir un montón de cosas, a veces tan básicas y necesarias como reirse o tener un orgasmo
- No sufren ni han sufrido síndromes de abstinencia que les hayan provocado ingresos porque los han dejado poco a poco.
- No están desinformadas en relación a "lo suyo" porque precisamente han tomado esa decisión por estar bien y suficientemente informadas
- Son muy conscientes de que la suya es una decisión valiente, en contra del discurso machacón e interesado de la mayoría de psiquiatras, que no suelen estar por la labor de ayudar en ese proceso.
- Esa consciencia hace que se informen muy bien sobre alternativas si reaparecen los sintomas, y sobre procesos y posibles efectos de la reducción, para adelantarse y tener recursos si aparecen.
- Tienen una buena red afectiva, de amigxs, familiares, que les acompaña y apoya en su decisión, que están cerca emocional y físicamente, y que se ofrecen a ser consultados, visitados, llamados, etc, en cualquier momento.
- Se cuidan más y mejor que cuando estaban medicadxs, precisamente porque ya no se fían de los profesionales, puesto que les negaron apoyo para empoderarse de esa forma.
- Es más habitual que estén en contacto con otras personas que pasan o pasaron procesos parecidos, reforzando las redes de ayuda mutua, el intercambio de información y el asociacionismo. Un ejemplo conocido, a nivel internacional, es la red Hearing Voices, actualmente en construcción por estas tierras.
- Se han perdido el miedo (Están deconstruyendo el autoestigma)
- Porque saben que recuperarse no es estar siempre bien (eso es una utopía para cualquier persona, con diagnóstico o sin él), sino tener conocimiento, confianza y apoyo para cuando se está mal.
- Porque ya han perdido demasiado tiempo de sus vidas drogadxs, y el que queda lo quieren aprovechar bien.
- Porque al dejar la medicación recuperan energía, y concentración, y otras capacidades que les hacen emprender proyectos vitales con ilusión, con ganas...y buena compañía.