Como los ríos que van a la mar
de la tempestad despierto sin camino
con lo a gustito que yo vivía.
Por tu cariño no hay castigo
ni rosas que me desangren,
que a mí se me daba cuidado,
y el barquito de vapor
está hecho con la idea
que en echándole calor
navega contra marea.
"Pidiendo imposibles me quitas el sueño"
soñaba sobre el tiempo
flotando como un velero.
Yo no sé quién soy,
ni lo pretendiera.
Como el agua clara que baja del monte
así quiero verte de día y de noche.