martes, 19 de marzo de 2019

Días así

Se escurren anodinos los pensamientos importantes, no hay sitio para ellos en esta espera extraña. Al despertar se enmarañan un poco y no permiten dejar la cama, hay que quedarse en ella hasta que vuelva el cuerpo pidiendo desayuno. Luego viene un descafeinado ante el ordenador, pura costumbre de los días sin trabajo. Evitar las redes sociales es un gesto pequeño de salud, pequeño pero importante. Hay cosas que hacer en casa, y hay que elegir primero algo de música que las acompañe. Va a ser de nuevo Vericuetos, no se pierde nada por probar. Ordenar la casa para ordenar el cuerpo, dejar entrar la máxima luz posible, intentarlo. Ponerse a ello. La música es melancólica, aunque tiene allá en el fondo algo repetitivo que parece alegre. Una promesa. Da miedo no poder trabajar, pero no es el momento del miedo. Hemos tenido suficiente, y volveremos a dejar de tenerlo.

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